Cuando sí importa lo de fuera

El modelaje masculino es una de las profesiones más competitivas, sacrificadas y afrivoladas del mundo; mas con la moral en alto luego de rozar excelentes posiciones en un concurso que buscaba “buenos cuerpos”, dos muchachos desconocidos, pero con cierto potencial, se plantean un posible futuro en un tambien desconocido y difícil mundo.

Christian Tineo

El viernes por la noche, a las afueras de la discoteca “Sunset”, en el sector sur de la ciudad de Sullana, el movimiento no deja de ser inusual, pero hay algo que lo hace distinto.

A diferencia de otras noches, hay muchos chicos, la mayor parte vestidos en ajustadas camisetas y pantalones que delatan horas de gimnasio varias veces por semana, como Christian Tineo, un muchacho de 18 años y cinco meses de entrenamiento intensivo, con notables resultados.

Para él y otros nueve muchachos, las siguientes horas serán de concurso. La presentadora dice que se trata de elegir al “hombre más sensual de la ciudad”, una suerte de concurso de belleza masculina, donde “el mejor cuerpo”, como subrayará más adelante, será el protagonista.

Enfundado en una camiseta con diseño de camuflaje militar, camina Alex Ortiz Ruíz (26), ganador del “Mr. Sunset” –así se llama el concurso—del año pasado: “Calificaron simetría y pose”, nos comentará más tarde, y nos confiará que ya no se dedica tanto a entrenar, sino que está trabajando como chofer en una mototaxi, y a destajo en una compañía exportadora de mango.

Para Ántero Ruíz Merino, organizador del certamen, y mejor conocido como Papillón, este es un espectáculo más, “una costumbre” de la discoteca de mejor reputación en la ciudad, algo que “ha sido bueno” desde que él lo organizó, aunque el resultados de la noche no satisfizo al respetable –especializado en músculos, claro está.

El público se terminó inclinando por Félix Ojeda Saldaña, pero, cosas de la vida, el jurado prefirió a Juan Carlos Reyes. Controversias aparte, lo que hubo después fue fiesta hasta muy tarde.

Tiene 18 años, y desea ser un gran físico culturista.

Un galardón por una sonrisa

Christian Joel Tineo Castro (18), nunca se mentalizó como ganador: “Lo hice para ganar experiencia”, nos confió antes de iniciar una sesión de fotos organizada para nuestra división hermana, NPC Comunicaciones.

Junto a uno de sus compañeros de entrenamiento, tuvo que aprender en dos horas, técnicas de expresión corporal, que tranquilamente toman semanas. Básicamente además de trabajar su manera de caminar, se buscó dar una expresión menos dura a su rostro, con resultados aceptables para una persona con apenas una experiencia de este tipo.

En diciembre de 2001, Christian participó en el Mr. Bellavista, sólo para aficionados al físico culturismo, sin obtener colocaciones aunque sí experiencia. En “Sunset”, el cuento era otro, pues la idea era lucirse por lucirse: “No me siento mal por salir semi-desnudo (pero nunca haría desnudos porque no van conmigo); me alegra lo que el público opina”.

Horas antes del concurso, por la tarde, se conoció que el jurado no buscaba físico culturistas, sino “buenos cuerpos”, es decir... ¿modelos? Ántero “Papillón” Ruíz no fue muy explícito en este punto. El domingo después de la competencia, Christian dijo que las pesas y el modelaje le caen iguales.

Cuando le tocó su turno durante el concurso, fue bien recibido por sus amigos, sus rivales de otros gimnasios, y las chicas que estaban cerca del camerino, improvisado entre cajas de cerveza negra y empaques plásticos de agua de mesa sin gas.

Caminó seguro, retribuyó los reconocimientos, con una clara sonrisa, sin llegar a exagerar, miró al público sin apabullarse, reconociendo cada rincón del salón de la discoteca. La capacitación urgente le fue muy útil. El muchacho recibió el título de “Mr. Simpatía”.

“Si se me presentara la oportunidad de modelar, lo haría”, dice el físico culturista aficionado, que algún día espera ser reconocido por ese deporte, por lo que está entrenando duro, dejando de lado por ahora una posible carrera de contabilidad. Pero reconoce que las pesas no le darán de comer, así que su mira inmediata será comenzar a trabajar.

Ánderson Sandoya

Cualquier cosa por ganar

“Soy capaz de salir en cualquier cosa; lo que diga la gente, para mí, normal, porque es mi problema”, dice Ánderson Sandoya (20), otro aficionado a pesas y máquinas con seis medallas en su haber gracias a su esfuerzo, iniciado el 23 de agosto de 1999.

¿Por qué la fecha? “Nunca me gustaron las pesas, ni las barras paralelas, porque pensaba que quienes lo hacían eran finteros, pero mi amigo El Gato me llevó al gimnasio. Cuando comencé a echar cuerpo, me gustó”.

De esta forma, Ánderson sepultaba una adolescencia incierta y comenzaba un ascenso inesperado para él, tanto que ganó su primer concurso, aunque se sentía avergonzado de salir apenas vestido con una tanga, pero se envalentonó al ver la pasión que sus amigos le ponían a la competencia.

“Ahora yo pienso en traer una medalla, ser mejor; por eso entreno duro, una hora y media de lunes a sábado”, cuenta el hoy entrenador de un gimnasio ubicado en un barrio popular del norte de la ciudad de Sullana, en una zona considerada de peligro, por la presencia de delincuentes y micro comercializadores de estupefacientes.

Eventualmente, Anderson piensa que un programa de entrenamiento en el gimnasio puede ser más efectivo que las intervenciones de la Policía y el Poder Judicial de la ciudad.

Sandoya, como también lo llaman sus amigos, fue uno de los favoritos del Mr. Sunset: “Lo que no me gustó es que salí para ganar”, pero sostiene que aunque le bajaron la moral, si volvieran a convocarlo, iría a participar –eso sí, exige que cambien al jurado—: “Me vacila salir en cada concurso, me gusta exhibirme”.

El joven se ha pensado seriamente eso de modelar y ya ha tenido algunas experiencias previas para algunos alumnos de la Escuela de Bellas Artes en Piura, sin tener reparos en mostrar todo lo que resistencia, dolor y sudor le han costado. Si pudiera mantenerse con ello, le gustaría tener su propio gimnasio.

Desde que se inició en las pesas ha ganado, y ha capitalizado su éxito en su desarrollo corporal.

Carrera con obstáculos

Si bien Christian y Anderson se han pensado el modelaje, las oportunidades que tienen no siempre son auspiciosas, ya que primero deben hacerse conocidos, y toparse con varios obstáculos en el camino, entre ellos, los empresarios explotadores y los propios escrúpulos respecto a cómo los mire la gente, y la autoestima que ellos tengan.

El otro obstáculo es la alta competencia y ciertos parámetros raciales (los trigueños, como ellos, llevan las de perder) que la industria ha impuesto, al extremo de existir cierto star-system, tal como con las top-models.

Pero eso no necesariamente implica tirar la toalla; de hecho, nuestros muchachos tienen muchas posibilidades si se les sabe explotar, en el buen sentido de la palabra, en el campo correcto de los varios que el modelaje ahora tiene, según Gianfranco Ormezzano, gerente de Veduta Producciones, una realizadora independiente basada en Lima.

Basándose en las fotografías producidas por NPC Comunicaciones, Ormezzano ha comentado que Christian Tineo no tendría éxito inmediato en el campo de la publicidad de medios masivos, aunque sí como modelo de eventos en vivo, tales como recepciones. “Podría estar en la televisión si tuviera más edad”. Mas bien, Ánderson tendría más posibilidades en los medios, pero hay que trabajar en él más cosas todavía, como aspectos de estilo y de expresión.

Para Ormezzano, el hecho que ambos sean trigueños (que para el físico culturismo es crucial, pues da una mejor apariencia de la musculatura) no es obstáculo para ser seleccionados como modelos, pues según dice él mismo busca sus talentos en los conos de Lima, donde usualmente vive gente mestiza y de clase media y baja.

“A veces un modelo de Villa El Salvador [uno de los distritos más populosos de Lima] me cobra más que uno de Miraflores [por tradición, el distrito aristocrático de la capital].”

El obstáculo mayor puede ser que tampoco ser modelo no siempre da de comer en Perú. Con el fin de vivir bien, Jean-Pierre Vismara, que se inició como cara extra en un programa concurso, ha tenido que incursionar en el canto y la actuación, luego que ganara un concurso nacional de belleza.

La música no fue su fuerte, pero sí el drama, que le permitió actuar en una obra de teatro en Lima, y hace unos meses, ser convocado para la telenovela para adultos Latin Lover,  producida por el Grupo Cisneros, el AOL Time Warner de Latinoamérica. Pero, por ahora, Vismara no tiene chamba.

Para Christian y Ánderson ese futuro ni está ni siquiera en sus sueños, por ahora. Y aunque dicen que el que quiere celeste, que le cueste, siempre se ha tenido la convicción que todo esfuerzo tiene su recompensa, siempre y cuando sea asertivo. Ahí radica la clave.

Producida por NPC Comunicaciones www.oocities.org/NPCcomunicaciones/managing.

Agradecemos a Gimnasio Lucho’s, las facilidades prestadas para la producción de las sesiones fotográficas; y a los muchachos, su paciencia y disposición.

Nota de redacción: Ánderson y Christian están en conversaciones con NPC Comunicaciones para manejar su representación como modelos y motivadores deportivos. Oportunamente, les estaremos informando en nuestra página de actualizaciones, los acuerdos finales.

NPC Lima contribuyó con este informe. ©2002 NPC

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