CAMBIOS SOCIOCULTURALES
Esta dimensión abarca las realidades de los cambios socioculturales y las réplicas que han incidido en el cuestionamiento del padre y la naturaleza de la paternidad, el carácter del rol socioafectivo, y la desestabilización de la paternidad post-separación conyugal.
En este contexto, consecuentemente con la desvigorización de la estructura patriarcal, se han estimulado cambios de mentalidad, de ideas sobre hombres y mujeres, hijos, derechos y deberes, que han alterado la postura del padre y la manera de concebir y vivenciar la paternidad. En el lineamiento de las innovaciones que perturban a la paternidad actual, es dable mencionar entre otras:
Liberación Femenina
El giro más significativo de la segunda mitad del siglo XX, se inició con uno de los movimientos sociales más determinantes del cambio cultural que la humanidad registra en las últimas décadas, el feminismo.
Desde los cambios más significativos de la lucha feminista, se desprenden entre otros:
Aceptación social y legitimación tendencial del divorcio.
Acceso al control de la fecundidad". Montecinos, R. (1994).
Si bien es cierto que "estas consecuencias delimitaron las relaciones sexo/genéricas contemporáneas a nuevas posiciones, opciones, relaciones de fuerza y campos de posibilidades para las mujeres, ha significado al mismo tiempo, un vertiginoso trastrocamiento de las relaciones sociales en lo que concierne a la convención imperante sobre el modelo válido de ser varón". Gutiérrez, R. (1992).
Caída de las Ideologías
"La caída de las ideologías y el hundimiento del comunismo en Europa del Este, no constituyeron un fenómeno aislado de países específicos. Desde esta etapa histórica se construyó la democratización de la órbita societal, pero también, se configuró y se cimentó la base de la tendencia individualista, que perfiló la libertad de cada individuo independiente del sexo, edad, y su posición en la familia.
En este aspecto, la ideología juvenil de Mayo de 1968, con el credo prohibido prohibir constituyó una tendencia innovadora que pretendió romper los viejos modelos de la cultura, la educación, la autoridad, la moral sexual y la familia, con el slogan abajo el padre. Si bien es cierto que el movimiento de mayo, se estructuró formalmente como una protesta juvenil colectiva, tuvo efectos significativos a nivel mundial, en lo concerniente a la naturaleza misma de la paternidad:
Plasmó una paternidad liberada de decisiones y de responsabilidades y con un rol secundario, cuyo efecto inmediato fue la pérdida de la relación paterno-filial en caso de separación y/o divorcio.
El sistema legal avaló la confianza jurídica en la mujer, y le aseguró la custodia monoparental del hijo, como resultado de la sanción social aplicada a la paternidad indiferente.
La multiplicidad vertiginosa del divorcio y/o separación, conllevó un doble fenómeno: un aumento sustantivo de hijos bajo la tutela de la madre, y un aumento severo de hijos separados del padre". Sullerot, E. (1993::63-64).
Parejismo
"A partir de los setenta, el papel paterno nace del papel conyugal, surge no como un modelo abstracto y aislado en el contexto de las relaciones interfamiliares sino de la relación de pareja: se es padre por ser pareja de la madre. En esta esfera el poder de la mujer contemporánea respecto de la relación paterno-filial y del ejercicio paternal post-separación conyugal, se manifestó y se asentó en la voluntad de la madre". Meucci, G. citado por Sullerot, E. (1993:96).
Avance Genético
El avance científico accedió el desarrollo del test de Jeffreys sobre las huellas genéticas, técnica que permitió identificar sin posibilidad de error el padre de un niño". Morandé. P. (1999:80-81).
Globalización
"El creciente dominio tecnológico sobre la organización de la sociedad ha generado un doble movimiento simultáneo de globalización y segmentación, que ha incidido en la sociedad y cultura, creando un clima de relativismo moral, de hedonismo y permisivismo. La familia se ha ido transformando en una organización informal: convivencias de hecho ante el matrimonio, despenalización del adulterio, igualación jurídica y social de los hijos nacidos fuera y dentro del matrimonio, transformación de las causales más frecuentes de divorcio desde causales penales o culposas, al mutuo consentimiento o la genérica definición de ruptura de la amistad conyugal y la mayor propensión de conductas delictivas de los hijos provenientes de hogares destruidos que conviven con padres distintos a los naturales y mantener relaciones artificiales y conflictivas con sus progenitores". Morandé, P. (1999:77-80).
Asimismo, los cambios hegemónicos desde Estados Unidos, "presagiaron las tendencias sociales que están afectando a las sociedades periféricas, tales como:
La incorporación de la mujer al trabajo remunerado que le otorgó mayor independencia económica y autonomía en la familia.
La inestabilidad laboral y el desempleo o limitaciones forzosas de la jornada laboral, incidieron en la mayor participación del varón en la crianza.
Este cambio de los roles tradicionales desajustó al anterior sistema patriarcal y llevaron a que las mujeres ejercieran presión social para que sus compañeros ayudaran en el hogar compartiendo roles igualitarios". Pedrosa, S: (1999).
Cambios en la organización familiar
En Chile, "desde mediados del siglo XX, la familia nuclear patriarcal se caracterizó como el paradigma de familia, superior a las otras formas de constitución de núcleos familiares, pero, los procesos de globalización y los cambios en la economía han cuestionado sus bases, por ser inequitativas, no permitir la autonomía ni diversidad entre sus miembros, e impedir relaciones de intimidad, igualdad y democracia familiar. Este proceso de cambios ha trascendido en:
La desideologización de las relaciones entre hombres y mujeres, tanto en sus identidades como en las relaciones de género con su pareja e hijos, lo que ha afectado a la institución del matrimonio y ha provocado crisis en la indisolubilidad de la unión.
El descenso que ha experimentado el matrimonio, así como las nulidades que han ido creciendo en forma sostenida hasta duplicarse en las últimas dos décadas, de 3.000 en el año 1980 a 6.000 y algo más en 1998, de acuerdo a las cifras de sentencias de nulidades que entregan al INE los juzgados civiles (INE). 2000).
La incertidumbre de los varones en su capacidad de ser la autoridad de la familia y al mismo tiempo, la búsqueda de una mayor participación en la crianza de los hijos, acompañamiento en su crecimiento y expectativas de mayor intimidad". Olavarría, J. (2001: 22-30-32).
Quiebre del sistema patriarcal
"La sociedad pasó de una organización genérica sexista de estereotipos tradicionales, a una concepción de género más igualitaria, en que ambos, hombres y mujeres participan de la vida pública y del trabajo y desarrollan rasgos instrumentales acordes. El quiebre del sistema patriarcal trae como secuela visible y más inmediata:
El debilitamiento del poder masculino por pérdida de espacios.
La instalación de una paternidad subordinada y débil.
Difuminación del rol tradicional y figura paterna". Pedrosa, S. (1999).
"La ideología de la sociedad patriarcal, aliado con el psicoanálisis, desde Freud, en adelante, consideró que la principal función del padre era ser sostén de la madre en la etapa de dependencia absoluta y la puesta de límites. Por tanto, no ha sido ajeno al despojo que en la vida cotidiana, ha sufrido la paternidad en su función afectiva, dando por sentado la importancia secundaria que el padre tiene en la vida del niño y la contingencia del amor paternal. El poder real de autoridad que había detentado durante tantos siglos, principia a decaer y su función aunque considerada por muchos como fundamental, se transforma en una autoridad muda, que queda relegada al plano de lo simbólico". Varela M.S. (2000).
Como corolario de las innovaciones socioculturales, se mediatizó la vida contemporánea y la familia. "El modernismo se introdujo en la vida familiar permeando las relaciones e incorporando nuevas composiciones heterogéneas, nuevos parentescos e incluso la ausencia del padre, que en muchos casos al perder su rol tradicional cae en el desconcierto y en el abandono". Dillon, M. (2001).
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