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Meatloaf con Karla de Vito, 1977

Meatloaf, un obeso genial

Quería ser beisbolista profesional pero el camino lo llevó a convertirse en cantante excepcional. Tras unos años de oscuridad Meatloaf demostró, como él mismo alguna vez lo dijo, que valía su peso en talento

SEPTIEMBRE, 2006. Las tardes que Marvin Lee Aday pasó jugando beisbol en un suburbio de Dallas, Texas, lo perfilaban como una futura estrella del deporte. Era buen bateador y tenía aptitudes para el pictheo, combinación que a más de uno le hizo concluir que se trataba de un nuevo Babe Ruth. Sólo había un problema: desde niño, Aday había sufrido de sobrepeso, razón por la cual recibió decenas de apodos en la escuela. Esta condición también lo hacía lento para correr las bases.

Finalmente y a instancias de un coach, Lee Aday abandonó el beisbol pero conservó la determinación y las ganas de transformar un defecto en virtud. Y como respuesta adoptó uno de los tantos apodos que le endilgaron por su gordura: Meatloaf.

Marvin Lee Aday viene a ser otro caso de súbita popularidad marcada por un posterior declive. Sin embargo este texano no ha dejado de perder vigencia: su disco más célebre, Bat Out of Hell, ha permanecido por años entre los más vendidos del catálogo pese a haber sido lanzado hace 29 años. Asimismo es parte de uno de los momentos más interesantes de la música rock, lo que ha dado a Meatloaf momentos muchas gratificaciones.

Se dice que todas las cosas comienzan en Texas, y donde se dan en grande, de lo cual Meatloaf es un buen ejemplo. Nacido en 1947 en Dallas, luego de su ya referida experiencia en el beisbol, Lee Aday emigró a Los Ángeles donde logró entrar al casting de la obra Hair y fundar Pop Corn Blizzard. Posteriormente participó en el Musical Rainbow in New York, grabó otro disco con una desconocida llamada Stoney y luego entró a la obra More That You Deserve, escrita por Jim Steinman. "Todo se basaba en buscar la aventura", ha dicho Meatloaf de aquellos días, "después de todo, y como los beisbolistas profesionales, también me la pasaba viajando".

Steinman era un muchacho larguirucho, de cabello lacio que le llegaba hasta los hombros. Pero tras su imagen desgarbada existía un compositor excepcional que lo mismo admiraba a The Velvet Underground, a Gerswhin y la ópera rock, género que tenía en Hair y en Jesucristo Superestrella a dos ejemplos importantes. También admiraba a Andrew Lloyd Webber, el genio detrás de esas dos obras. Antes de ello, en California, había fundado un grupo con el curioso nombre de The Clitoris That Thought it Was a Puppy.

Luego del More Than You Deserve, el siguiente proyecto de Steinman sonaba descabellado pero comenzó a tomar forma una vez que Meatloaf participó en la cinta The Rocky Horror Picture Show en el papel de Eddy. Una vez concluido ese compromiso, Steinman comenzó a escribir una ópera rock más en serio. "Fue de esas cosas en que sientes que vas en la dirección correcta desde el principio", dijo el compositor a Rolling Stone en 1984, "y también llega un momento en que piensas '¡Dios, por supuesto que alguien tiene que fijarse en esto!"

Sin embargo las cosas ya no parecían tan atractivas para la ópera rock a mediados de los setenta. La película Tommy, protagonizada por Roger Daltrey, había sido el relativo fracaso del género con lo cual el sueño de llevar a Broadway la obra de Steinman se fue desvaneciendo. Tampoco la industria disquera parecía interesada. Entonces apareció en escena Todd Rundgren, viejo amigo de Steinman y quien se ofreció a producir el álbum, todo un riesgo comercial pues iba contra la corriente discotheque que imperaba a fines de 1976, cuando fue grabado el material.

Paraíso y pérdida de voz

Bat Out of Hell, nombre del álbum, combinaba los excesos tanto arreglísticos como en el nombre de las canciones, cosas que siempre han gustado a Steinman. Y aunque estos aspectos no eran precisamente comerciales, el disco fue un éxito casi inmediato. Y si bien el Bat tenía mucha influencia del Rocky Horror Picture Show también presentaba reminiscencias de los Beatles, grupo que Meatloaf adoraba.

Temas como "Paradise by the Dashboard Light" (Paraíso a la luz del tablero), "You Took the Words Right Out of My Mouth" (Me quitaste las palabras de la boca) y "Two Out of Three Ain't Bad" (Dos de tres no está mal) convirtieron a Meatloaf en una celebridad inmediata. Junto con la también cantante Karla de Vito, la gira promocional recorrió buena parte de Estados Unidos, Europa y Japón, país este último donde el robusto intérprete tuvo una bienvenida de héroe. "Suena a lugar común decir que una recepción como la de los Beatles", dice Steinman "pero eso fue lo que pasó. No podría definirlo de otra manera".

"En el disco anterior se dijo que la portada era diabólica por los colores y las imágenes", dice Steinman, "esta vez pusimos el mínimo de rojo y enfatizamos el azul, aunque nadie dijo entonces que éramos unos santos".

La repentina fama no fue bien asimilada por Lee Aday como se hubiera esperado. Los primeros cheques por las regalías fueron consumidos casi de inmediato. Steinman sabía administrar mejor su dinero pero a Meatloaf parecía arderle en las manos. Ha habido innumerables casos donde un artista tiene un debut sensacional para luego experimentar un viacrúcis con tal de repetirlo. El Bat Out of Hell se seguía vendiendo bastante bien pero la gente ya esperaba una segunda parte, algo a lo que Steinman se rehúsaba. Todavía en 1984 estaba contra esa posibilidad: "Un disco es consecuencia de un momento; una secuela significa ir hacia atrás. No creo que sea una buena idea".

Por supuesto que el otro riesgo es lanzar un disco bastante alejado del concepto previo. Y eso fue precisamente lo que pasó con el álbum que siguió al Bat Out of Hell, llamado Dead Ringer, en 1981, y que fue una decepción tanto en críticas como en ventas.

Adicionalmente, a esas alturas la relación con Steinman comenzaba a deteriorarse, en especial porque el carácter de Meatloaf se había hecho insoportable.

Y no sólo eso: su participación en la cinta Roadies (1980) donde tenía grandes expectativas pero también fracasó en taquillas. A los pocos meses y como calamidad mayor, Meatloaf perdió la voz y su matrimonio comenzó a anegarse. Para 1982, apenas cinco años después de su monumental éxito, Meatloaf se declaró en bancarrota mientras su relación con Steinman había terminado en los tribunales.

Pero mientras Meatloaf se estancaba, las cualidades de Steinman como compositor fueron reconocidas por otros artistas. Uno de esos hits fue "Total eclipse of the heart" que en 1983 la cantante inglesa Bonnie Tyler popularizó en todo el mundo. Otro hit fue "Making Love (Out of Nothing at All) por parte de los australianos Air Supply. Cuando Meatloaf se enteró de ello exclamó "¡eso es algo contra lo que Jim Steinman siempre ha luchado!" Para 1984 el tejano había tocado fondo y parecía condenado al semiolvido durante los siguientes diez años.

Con todo, Meatloaf nunca perdió a sus fans, y pedían que éste y Steinman volvieran a juntarse con el fin de colaborar con la segunda parte del Bat Out of Hell, proyecto al cual Meatloaf ahora se oponía. También se sometió a una dieta especial donde logró perder considerable peso y volvió a tomar ejercicios de voz. Para 1992 Columbia Records lo buscó de nuevo y por una buena razón: su disco más exitoso vendía 17 mil copias semanales, esto en un tiempo en que el grunge y el hip hop dominaban sobre los demás estilos. "Meatloaf siempre ha sido una rareza", dice el crítico de rock Steve Daly, "su música no se adapta a las modas imperantes; la gente que compra sus discos lo hace más como un amigo bonachón, alguien muy cercano a ellos".

Sin embargo las negociaciones con Columbia no se concretaron, de modo que Virgin Records, de Richard Branson, fue la que consiguió la firma para el nuevo material.

Para 1994 el cantante y Steinman ya habían hecho las paces, y no sólo eso, acordaron grabar la segunda parte del Bat Out of Hell. Para el efecto el compositor ya tenía algunas canciones preparadas desde años atrás. Una de ellas era "I'll Do Anything For You (But I Won't Do That) con el característico kilométrico título nombre que Steinman da a sus canciones. "Sabía que esta canción debería ser cantada por Meatloaf antes que nadie más", refirió. El disco comenzó a prepararse en 1995; al año siguiente salía a la venta y los resultados fueron sorprendentes.

Perspectiva humorística

La portada del disco presenta a una gárgola enorme que lucha contra unos aviones en la cima de la legendaria Torre Chrysler de Nueva York. "En el disco anterior se dijo que eran diabólicos por los colores y las imágenes", dice Steinman, "esta vez pusimos al mínimo rojo y enfatizamos el azul, aunque nadie dijo entonces que éramos unos santos". También fue una consecuencia de la nueva imagen y convicciones de Meatloaf: estaba inmerso en las enseñanzas del budismo, algo que, aseguró, le había ayudado a alcanzar un equilibrio interior".

Con todo, el Bat Out of Hell II no deja de tener el poderío que caracterizó a la primera parte, sobre todo en la emotividad del tema "Objects In The Rearview Mirror Look Closer Than They Are (Los objetos desde el espejo retrovisor se ven más cerca de lo que están" y el rock 100 por ciento puro de "Wasted Youth" que empieza con una humorística línea. "Eso también sirvió para que la gente percibiera que no nos tomábamos muy en serio", dice Steinman, aunque ello tampoco significaba que perdieran su profesionalismo.

Ea cierto que la química musical entre ambos era igual de exitosa que la de Bernie Taupin-Elton John, Hal David-Burt Bacharach o Leiber-Stoller. Pero si bien el par había demostrado ser exitoso, Meatloaf deseaba también probarse a sí mismo. Virgin Records depositó toda su confianza en el siguiente disco, Welcome to the Neighbourhood y que apareció con muy poca publicidad. Steinman sólo participó en un par de canciones: el resto fue responsabilidad del tejano.

Como parte del plan se eliminaron los títulos largos, el abundante betún musical de Steinman, y más que ópera rock, el Welcome to the Neighbourhood era un disco variopinto que incluía "When the Rubber Meets the Road", un hit menor, hasta "Fiesta de las almas perdidas" --así, en español-- una salsa instrumental hiperpegajosa. En suma, se trataba de un material bastante bueno pero su distancia con los dos Bat Out of Hell y el frío recibimiento del público dejaron entrever que era el título lo que vendía, más que el artista y el compositor; la historia de 1977 parecía repetirse pero Meatloaf ya había aprendido de la experiencia anterior.

Entre otras actividades, y poco antes de la incursión de Napster, Meatloaf abogó por evitar que los clubes de discos vendieran a precios de descuento álbumes que en las tiendas tenían precios normales, lo cual representaba una competencia desleal y además dejaba sin importantes regalías a los artistas. Meatloaf consiguió que los clubes dejaran de vender su material más reciente. Por supuesto que el Internet y el intercambio de archivos MP3 hizo que semejante controversia fuera obsoleta en cuestión de meses.

Meatloaf no ha dejado de grabar discos --incluso uno de ellos en vivo-- pero ninguno ha tenido la resonancia de sus dos Bat out of Hell. Por esta razón dentro de unos días veremosla salida de la tercera parte de ese legandario material.

Los conciertos de Meatloaf no han perdido su atractivo. Y es que al tejano le encanta presentarse en público. Quizá no lo haga como beisbolista, pero el principio es el mismo.

 

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