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CINE

Remy, la rata cocinera

Los roedores y una cocina constituyen de antemano una combinación catastrófica. En esta cinta sucede lo impensable y el resultado es propio de gourmets aficionados al buen cine animado. Gran diversión con sabor parisino

Ratatouille
Voces en inglés de Patton Oswald, Ian Holm, Brian Dennehy, Peter O'Toole, Janeane Garofaloman, Ralph Fiennes.
Dirigida por Brad Bird
Pixar-Dinsey//2007

JULIO, 2007. Seguramente el lector recuerda que hace algunos años un chef francés decidió quitarse la vida luego que su restaurante perdiera una estrella en la calidad de su comida. Éste viene a ser el centro argumental que dio origen a Ratatouille, una cinta cuya historia ronda alrededor de las ideas preconcebidas y el valor de la amistad ante momentos en que el resto de la gente difícilmente comprendería. Como, por ejemplo, saber que en el restaurante al que acudimos hay una rata... ¿espeluznante, no?

Lástima que a la colaboración Pixar-Disney le quedan sólo un par de películas. Las tropas de Steve Jobs han revolucionado el cine animado igual que como lo hicieron con las computadoras personales. La perfección en Ratatouille es tal que nos preguntamos cuánto de lo que vemos es real y cuánto es ilusión hecha con pixeles, en especial cuando vemos a París de noche, algo verdaderamente impresionante.

Remy (Oswald) es una rata que vive a las afueras de la capital francesa. Junto con su enorme familia, habitan en el techo de una casa en que habita una solterona. Todos comen desperdicios sólo que Remy nota, primero, tener un sentido del gusto mucho más refinado, así como para detectar cuando se trata de señuelos envenenados. Remy se entera que el famoso cocinero Gustou murió poco después que su restaurante perdiera una estrella debido al dardo venenoso de un crítico aunque dejó un libro de recetas.

La madriguera de Remy es descubierta por lo que debe huir hasta que llega, vía el drenaje, a Paris, precisamente al restaurant donde Gustou había sido Midas gastronómico. El sitio ahora es manejado por Anton Ego (voz del gran Peter O'Toole), un chaparrito con un gorro de chef más alto que su estatura. Casi al mismo tiempo que Remy toca a la puerta un joven espigado de nombre Linguini, (Romano) hijo de una ex cocinera, al cual se le acepta como lavaplatos. Luego de una caída accidental, Remy y Linguini forman una mancuerna inesperada: el roedor por haber creado una salsa excepcional y el segundo, porque ello le permite conservar su empleo y, de paso, sacarla plática a Colette (Garofalo), cuyos rasgos fueron claramente inspirados en la cantante pop francesa Alizee.

Ahora sí que naturalmente, una colaboración así no puede mantenerse en secreto por mucho tiempo. Aquí surgen dos disyuntivas entre los inesperado amigos pues Remy reencuentra a su padre, su hermano y demás miembros de la madriguera mientras Linguini es incapaz de preparar siquiera un sandwich sin ayuda de su amigo. ¿Optarán por seguir adelante pese a los prejuicios de ambos lados? el padre de Remy le muestra unos roedores atrapados en ratoneras como muestra de la crueldad humana mientras el chico jamás podría explicar cómo es que una insalubre rata escondiera un chef excepcional.

Hay más problemas. Mediante una prueba de ADN, el abogado de Ego comprueba que el muchacho es hijo de la cocinera y de Gustou, de modo que a éste correspondería heredar la propiedad del restaurante algo que no alegra mucho al chef en miniatura; asimismo, Skinner, el exigente crítico de comida (Ian Holm), causante de la desgracia de Gustou, amenaza con visitar el restaurante para comprobar el porqué de la súbita fama de un restaurante francés que es ahora una franquicia de comida rápida en el resto del mundo.

Ya hemos referido con anterioridad cómo el cine animado se ha convertido en recurso para abordar temas que en otros formatos serían soporíferos o sermoneros. Ratatouille habla de los prejuicios de ideas, a veces tan graves como los raciales, que pueden comenzar con un platillo que lleva nombre de rata y de los talentos que todos tenemos independientemente de nuestro aspecto; fiel a la tradición Pixar --y en buen grado, de Disney-- es una cinta que ensalza el valor requerido para hacer las cosas pese a tener la suerte (y lo que hemos sido) en contra. No es casual que el libro de recetas de Gustou lleve el título de Cualquier puede hacerlo.

A modo de posdata, el "corto" previo a la película (una abducción extraterrestre llevada a cabo por un principiante) es de lo más hilarante que Pixar ha producido. Si aún no ha visto Ratatouille, llegue temprano al cine para empezar la jornada fílmica con una carcajada.

La cinta lleva se desenvuelve bastante bien. Logramos juntar otra pieza en torno al misterio que representa Snopes, vemos cómo Harry conquista y logra besar a la alumna oriental, aunque las consecuencias serán desastrosas, además que el director logra recrear un ambiente donde la culpa, la responsabilidad y la amistad son, como en cualquier adolescente, temas vitales. Si exceptuamos la omisión referida al inicio de este comentario, el desarrollo de Harry Potter and the Order of the Phoenix logra reafirmar la magia que hoy acaba de entregarnos su quinto platillo cinematográfico.

© copyright, Derechos Reservados, 2007

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