Índice
Pag.15

Fantomas contra los vampiros multinacionales
Julio Cortázar

Agregar a Favoritos.

Tan fácil –resumió Fantomas con un suspiro–, cuestión de ir siguiendo el mapa y páfate, en una semana les bajo la cresta.

   –Nihil obstat –concedió el narrador–, pero será un nuevo Steiner en más grande. ¿Nunca oíste hablar de la DIA? Es cien veces más poderosa que la CIA, y no hay mapitas que te ayuden a localizarla. Como tu gusano, tendrías que volver a empezar, después de la DIA tendrías la GUA y la FOA y la REA, etc. Susan tiene razón, nos estamos quedando en la superficie, mascarita blanca, y entre tanto la verdadera raíz del problema sigue tan garifa. Tomá este pedacito de historia antigua, muy antigua puesto que remonta a 1970, casi la Edad Media si te fijás bien.

   Una cartita de la ITT muy personal y confidencial como verás por el sello, pero que en castilla dice (se habla de Chile): "Por ejemplo, una solución constitucional podría nacer de desórdenes internos masivos, huelgas, y guerrilla urbana y rural. Esto justificaría moralmente una intervención de las fuerzas armadas por un periodo indefinido". Te repito la fecha, 1970.

   Fantomas hinchó el pecho hasta que empezó a crujirle la camiseta, pero no dijo nada.

   –Complemento de información –anunció el narrador–, publicado por el Vorwärst de Bonn. La Química Hoechst de Chile escribe a su central de Francfort.

"...una acción preparada hasta el último detalle y realizada brillantemente... El gobierno de Allende ha encontrado el final que merecía... Chile será en el futuro un mercado cada vez más interesante para los productos Hoechst".

   –Que las aspirinas se les queden atravesadas en el culo – dijo amablemente Fantomas.

   –Amén –dijo el narrador–, pero deberías encontrar algo que les duela más.

   –De eso me ocuparé yo. Dame la lista. Creo que Susan y tú tienen razón, es allí donde hay que atacar, y ahora mismo.

   El narrador lo vio encaminarse hacia una ventana que no era la rota, y soltó un grito terrible para detener un vuelo que ya se advertía en el aire de discóbolo de Fantomas.

   –¿Qué te cuesta salir por la ventana rota?–suplicó–. Y otra cosa, Fantomas: ¿Vas a proceder solo?

   –La soledad es mi fuerza, Julio. La soledad y mi don de transformarme infinitamente, llegar al enemigo bajo las apariencias más dispares. ¿Te conté el día en que le rompí la cara a John Wayne cuando creía que yo era una inocente huérfana perdida en el infierno de Las Vegas y me llevó a su cama so pretexto de telefonear a mis afligidos padres?

   –Fantomas, este trabajo lo harás solo como siempre, pero no estoy seguro de que sirva de mucho.

   –¿Qué pretendes? –gritó Fantomas crispándose para concentrar sus poderes levitatorios–. ¿Qué pida la colaboración de la policía, de la Cruz Roja Internacional? ¡Solo, solo solo! ¡Me basto y me sob...!
Página Anterior

Índice

Página Siguiente

Quieres que te envíe un E-mail cada vez que actualice ésta página?

Críticas ó Sugerencias