Resumen: La
vida de Sakumi cambia por completo cuando en un banal accidente cae
por las escaleras y se golpea fuertemente la cabeza. Gran parte de su
memoria desaparece, y sale a la superficie una nueva personalidad que se
añade en cierta forma a la suya anterior. Este cambio parece atraer a
Ryuichiro, un escritor muy viajero que había sido el novio de Mayu,
la hermana de Sakumi que se suicidó años atrás estrellando su coche. El
amor surge de forma natural entre Ryuichiro y Sakumi, y una extraña nueva
vida se abre ante ellos, influida por la lejana muerte de Mayu y por el
descubrimiento de las habilidades aparentemente sobrenaturales del hermano
menor de Sakumi.
Opinión: En todos los libros que he leído de Banana Yoshimoto
siempre he
encontrado una cosa en común: la capacidad de provocar emociones, de
llegar muy adentro de uno y tocar fibras muy profundas del alma del
lector. Lo extraño es que consigue este objetivo sin estridencias,
sin elaborados argumentos ni dramáticos golpes de efecto, sino simplemente
describiendo ambientes, sensaciones, actitudes con que sus personajes
reaccionan al mundo que les rodea. El estilo de Amrita, por ejemplo, es en
cierta manera lánguido sin ser triste, pausado sin ser lento, sorprendente
sin ser espectacular.
Amrita produce tristeza y melancolía. La sombra del suicidio de
Mayu, la actriz hermana de la protagonista, planea siempre sobre el ánimo
de los personajes de forma más o menos indirecta. Encuentro preciosa la
escena en que Sakumi explica la única vez que realmente lloró por
su hermana: no durante el funeral, sino años más adelante, viendo en
familia una famosa peli de anime ("Mi vecino Totoro"), en la que se explica
la infancia de una pareja de hermanas. Y hay momentos de contagiosa
melancolía: las historias durísimas de Saseko y Kozumi (amigos
de Ryuichiro), los tristes sueños de Sakumi, sus recuerdos de infancia, la
incomprensión que recibe su hipersensible hermano menor.
Amrita
produce alegría y bienestar. En varios momentos de la novela un
invencible buen ambiente se apodera de los personajes y contagia
fácilmente al lector. Por ejemplo, la facilidad con que conviven
compartiendo piso Sakumi, su madre, su hermano y dos amigas (junto con la
hermosísima historia del "origen de la felicidad" que pasa de generación
en generación y es explicada en una reunión familiar), o los instantes en
que la belleza del mundo casi ahoga a los personajes (la puesta de
Sol en Kochi, la canción de Saseko en la playa bajo la luz de la luna, el
último picnic de los amigos telépatas de Yoshio). El libro consigue
transmitir completamente esa sensación de plenitud que puede sentirse a
veces ante el mundo, si se le escucha bien.
Amrita
produce maravilla y extrañeza. Gran parte del argumento de Amrita
está relacionado con las habilidades sobrenaturales del hermano de Sakumi
y de las personas que conoce gracias a ese don. Vidas anteriores, contacto
con los espíritus de los ya muertos, canciones capaces de invocar la
eternidad e incluso un extraño OVNI aparecen en un momento u otro de la
narración. Y sobretodo, la "muerte a medias" que sufrió Sakumi al caer por
las escaleras, con todas las consecuencias que trajo consigo. Todos estos
sucesos se presentan como algo natural, fácilmente aceptable, que a la vez
produce maravilla y una extraña sensación de "claro, así deben ser las
cosas". Recuerdan en cierta forma a las incursiones de lo sobrenatural en
lo cotidiano de Haruki Murakami y su "Crónica del pájaro que da cuerda al
mundo", pero menos complicadas, más fluidas y naturales.
Leyendo
Amrita me encontré sumergido en un mundo en el que es posible
llegar a conocerse a uno mismo aunque a veces el proceso asuste
(genial la escena en que la "vieja" Sakumi y la nueva se unen de nuevo). Un mundo en que se debe aprender a entender lo que uno
es, aceptarlo y seguir adelante (los poderes de Yoshio que no le dejan
vivir en paz, la sensación de Sakumi de ser otra persona, el amor
¿auténtico o no? que siente Ryuichiro por la que antes consideraba una
amiga). Un mundo que es en realidad alegre, un mundo en el que vale la
pena vivir, un mundo que merece la pena exprimir y beber hasta la
última gota, porque "Amrita" significa néctar divino y "al
fin y al cabo, vivir es como beber".
Fragmento: [Hablan Sakumi y Ryuichiro]: "¿Me querías ya antes de que
me golpeara la cabeza?"-pregunté. En esos momentos es cuando uno se da
cuenta de que la respuesta te importa más de lo que pensabas. "Antes de
que te golpearas la cabeza eras como una presencia espiritual. Había
ocurrido lo de tu hermana Mayu y tenía la sensación de que la cosa no podía
funcionar"-dijo-."Sin embargo, algo ha cambiado. No sé si son los viajes
los que me han cambiado, o si ha sucedido algo en ti después de que te
golpearas la cabeza. Pero cuando nos vimos la última vez, tú estabas
dinámica, abierta, emanabas algo diferente. Quizá sólo sea cierto
espíritu que siempre he advertido en ti y que ahora ha salido a la luz. Ha
habido un cambio y ha surgido algo alegre, algo que me hace pensar que
podemos estar bien juntos. Es algo sutil. No es romanticismo, creo. Si
todo hubiera continuado como antes, quizás habrías seguido siendo para mí,
durante toda la vida, sólo un apoyo espiritual. Sin embargo, yo me marché,
tú tuviste el accidente, y ahora algo ha cambiado. De una forma
emocionante. Di la verdad, estás impresionada por mi elocuencia".