Capítulo 6: My Relex, My Mirror
Kouichi
Fueron como horas, no podía creer lo que estaba viendo. En verdad era repugnante. Tenía que hacer algo para detener todo eso pero que? Todos estos años de felicidad viviendo con mamá mientras que mi hermano se la pasaba en un infierno, esto no podía estar pasando. Traté de pensar algo, lo que fuere cuando sentí la mano de Takuya agarrarme del brazo, me jalaba hacia el piso. El también estaba tan chocado como yo pero había algo más en su expresión.
–“Tenemos que hacer algo! Yo nunca… Nunca me di cuenta… nunca me dijo nada de esto, no tenía idea.” – le había afectado bastante, casi tanto como a mi.
–“Tenemos que hacer algo… entremos! Tengo que sacarlo de ahí, no podemos dejarlo con el ni un minuto más! Vamos!” – me pare sin perder un instante me asome por la ventana una vez mas para buscar algo como para armarnos e irrumpir en la casa pero una vez más Takuya me paro en seco – “Y ahora que?”
-“No puedes entrar asi como asi! Estarías loco para hacer eso! Si no te mata el te matara tu mamá cuando se entere lo que has hecho!” – tenía razón y me hubiera gustado contestarle de haber tenido una respuesta pero un grito que venía de adentro de la casa me hizo olvidar todo. – “Ya se que quieres entrar tanto como yo pero ponte a pensar. Yo conozco bien a ese hombre, al menos un poco más que tu y creeme que entraremos tan pronto se quede dormido… es cuestión que se emborrache”.
-“Tienes razón pero que hay con Kouji? En tu plan hay alguna
manera de que deje de gritar de ese modo? No lo puedo dejar ahí sufriendo
más. No sabemos lo que pasa ahí adentro, de repente lo estan
matando y nosotros estamos aquí escondidos debajo de esta maldita ventana”.
-“Lo se, pero como tu mismo dices no sabemos lo que esta pasando ahía
adentro, no sabemos si tiene algún tipo de arma, nos podría
matar y ahí si no habría nadie quien rescatara a tu hermano.
Nadie sabe que estamos aquí. No lo sabe tu mamá, no lo sabe
la mía, no lo sabe ningún policía de la ciudad, no lo
sabe nadie! Tenemos que mantener la calma y esperar la primera oportunidad
para entrar”.
Takuya tenía razón, teníamos que esperar ahí sentados
tratando de tapar nuestros oídos para no escuchar los gritos de adentro.
Era horrible estar ahí sentado escuchando los gritos de mi hermano,
escucharlo llorar. No, no podía soportarlo más. Me pare una
vez más, tenía que entrar ya! Pero una vez más Takuya
frustró mi intento empujándome hacia los arbustos – “shhhhh!
Alguien viene…” – “Nos quedamos quietos esperando
a ver quien era hasta que él apareció. Como Takuya lo había
predicho estaba completamente borracho, con olerlo no mas se sabía
eso, caminaba arrastrando los pies que por todos los medios trataban de mantanerlo
en pie. Con Takuya lo vimos desaparecer calle abajo. El momento había
llegado.
Kouji
No sabía lo que estaba pasando aquí. Se suponía que había tenido un presagio de muerte, no debería estar muerto? De repente la anciana que me contó eso también mintió. No me parecería raro ya que todo el mundo parecía odiarme. Que les había hecho para que se comportaran así conmigo?
Por ahora seguía echado en la mitad de la cama de papá, con
el encima. El vestido que llevaba puesto era lo único que me manteía
protegido de papá. Papá se sentó en mis piernas. Estaba
empezando a gustarme este vestido… hasta que papá me lo llego
a quitar. Me sentí miserable. Mi primera idea era fugar de ahí
pero era un poco difícil teniendo en cuenta que el peso de papá
era increíble, no podía moverle ni un dedo… era una misión
imposible.
Por años había esperado a que todo este abuso acabara, estaba
cansado de sufrir pero lo último ya era el colmo. Sentí que
algo entraba en mi, el dolor era inimaginable, quería morirme de una
vez por todas. Grite como nunca mientras papá me mordía el cuello
como si el fuera el perro y yo el hueso, no podía parar mis lágrimas.
-“Veo que te gusta gritar… hagamos esto más divertido entonces”
– No me gusto mucho el tono que empleo mi papá para decir eso,
por experiencia sabía que no me iba a gustar. Papá se levantó
y me agarro por el cabello forzandome a ponerme de pie también. No
se para que quería levantarme si luego me estrelló contra el
piso boca abajo. Traté de pensar en algo bonito para olvidarme de toso
este dolor que cada vez se multiplicaba más. Traté de pensar
como sería una vida con mi mamá, por años ese pensamiento
había logrado calmarme. Su cara, sus ojos… era una pena que estuviera
muerta…
-“Que tanto piensas? Quieres que termine de una vez? Pero si recién
estoy comenzando” – Papá repitió de operación
de alzarme y tirarme contra el piso, esta vez sentí sangre en la boca.
Lo siguiente fue horrible, volvió a entrar con más fuerza que
antes. Grite más fuerte, me quede sin aire, por momentos sentí
que me quedaría sin voz también, mis ojos se secarían
por tantas lágrimas perdidas. Mis lágrimas recorrían
mis mejillas y se mezclaban con mi sudor y mi sangre.
–“Detente, por favor! Me duele! Para… por favor… para!”
-“Quieres que pare? Pero cariño yo se que te gusta esto”
– Por nada del mundo papá quería parar con esto, por algún
motivo extraño creía que a mi me gustaban estas cosas. Lo sentía
más fuerte, más duro, más violento, más rápido.
Ya no podía soportar más esto, tanto gritar me estaba cansando,
mis gritos se convertían en susurros, mis ojos se cerraban, mi repiración
se dificultaba.
Después de unos minutos el hombre notó que su ‘hija’ se había desmayado. No tuvo mejor pensamiento que hacerla a un lado pateándola ‘si se queda dormida entonces no será tan divertido’ pensaba ‘de repente debería dejarla descansar un rato’. Lo levantó y lo volvió a vestir con lo que le había sacado rato antes, luego lo dejó echado en la cama Su cara estaba sucia con una mezcla de sangre, lágrimas y sudor. Se sentó a su lado y empezó a acariciarle el cabello. Su querida niña empezaba a abrir sus ojos lentamente.
Me empezaba a odiar, a mi y a mi mala suerte. Era de por si una maldición vivir con papá pero lo peor era abrir los ojos y encontrarme con él. Papá seguía pasándome la mano por mi cabello, poco a poco su mano iba bajando. Con la otra mano saco algo de su bolsillo – “Muñeca te ves muy cansada de repente necesitas algo para reponer tus energías… algo que te haga sentir más fuerza, aparte de la que yo te doy, para que puedas durar todo el juego. Necesitas ser más creativa” – Que demonios quería decirme? Me agaró la cara y me abrió la boca, me metió una pastilla… pero para que? Por supuesto no me la iba a pasar, fingiría que lo hacía pero cuando se volteara la escupiría. – “Te la pasaste?” – afirme con la cabeza – “No te creo” – Papá me apretó la nariz, quería dejarme sin aire. Traté de resistir lo más que pude pero me fue imposible, me termine pasando la pastilla.
A principio no sentí nada anormal pero después de unos segundos todo me empezó a dar vueltas. Era una sensación rara y relajante, sentía que flotaba como un globo en el aire, no recordaba haberme sentido tan bien, pero después sentí que mi globo se reventaba y caía… me sentí mal, quería ir a vomitar al baño, el problema era que las paredes ya no estaban donde ma parecía que las había dejado, aún así me chocaba con ellas… creo. Todo me empezaba a dar vueltas, no podía aguantarme y sin llegar al baño vomite mi alma. Vi como papá se acercaba a mí, en el camino su cuerpo iba tomando una forma extraña… papá se convirtió en una locomotora. El tren venía a mi a toda velocidad, me golpeaba, me hacía volar… me habría matado el tren? Era una tontería… me reí, no sabía por que pero no me importaba la razón, me sentía feliz. Quería que el tren me hiciera volar otra vez, tenía que encontrarlo, me arrastre buscándolo pero no lo veía por ninguna parte. Estaba solo en ese desierto. Traté de caminar, a lo legos vi algo que se movía… parecía un cactus. Me quede sentado en medio de ese extraño desierto. Estaba sumido en mis visiones cuando se acercaron los cactus caminantes, al parecer querían comunicarse conmigo pero no les entendía nada, era gracioso el idioma de los cactus, no lo podía entender. Como no lograron nada me querían hacer parar pero a la hora que me agarraban de los brazos sus espinas me hacían doler.
Preferí pararme yo solo, camine un poco y después salí
corriendo, los cactus me daban miedo. No les iba a permitir que me lastimaran
más. Corrí lo más rápido que me dieron mis piernas
hasta que choqué con algo, era el tren, había regresado pero…
le empezaban a salir brazos al tren. Las manos del tren parecían hechas
de hierro, apretaban mi garganta y me hacían volar por los aires una
vez más… lo último que sentí fue un golpe contra
algo… creo que había encontrado una pared…
Kouichi
Este era el momento que habían estado esperando, él ya había dejado la casa, podríamos sacar a Kouji sin problemas, aún así teníamos que hacerlo rápido. La puerta estaba abierta así que eso no fue un problema, nos adentramos en la casa en busca de mi hermano pero no lo veíamos por ninguna parte. Me parecío escuchar unas risas que venían de un cuarto con la puerta abierta.
Kouji estaba sentado en la esquina del cuarto al costado del velador, estaba como escondido tapándose la cara y muerto de risa.
-“Kouji? Hola! Soy yo, Takuya me recuerdas? Esto te va a sonar raro pero el es Kouichi, tienes un gemelo!” - Kouji nos miraba como si no entendiera nada. Nos asustamos un poco cuando le iluminamos la cara que la tenía embarrada en sangre, parecía un niño perdido. Ponía caras raras como si fueramos bichos raros, al parecer le hablábamos otro idioma.
-“Kouji? Te encuentras bien? Tenemos que irnos antes que él venga” – era definitivo, Kouji parecía estar bajo transe por que no hacía nada más que poner cara de no entender… que le había hecho? – “Vamos Kouji! Tenemos que irnos ahora!” – Entre takuya y yo intentamos levantarlo de los brazos ya que el no colaboraba en nada. Lo único que le entendi era que le dolía, después de eso nos hizo a un lado.
-“Kouji, que te pasa? Quieres quedarte aquí? Vamos tenemos que
salir de aquí!” – Kouji se paro y camino un poquito, habría
entendido al fin? Se volteo a nosotros con un movimiento brusco que casi lo
hacia caer – “Kouji apúrate!” – Kouji dio otro
paso más y salió corriendo hacia la puerta principal al mismo
tiempo que escuchábamos como se abría… él había
llegado – “Kouji ven aquí! Ya llego, tenemos que irnos!”
– pero ya era demasiado tarde. Desde donde estábamos pudimos
ver como se chocaba contra él y como él lo levantaba en el aire
para luego lanzarlo contra la pared más cercana. Teníamos que
escondernos o nos vería y sería el fin. Vimos una puerta a nuestro
costado, entramos ahí, era un lugar bastante oscuro.
-“Que vamos a hacer ahora? Y si nos encuentra… que haremos?”
-“Tranquilízate Takuya! La pregunta aquí es como nos vamos
a llevar a Kouji ahora que el llego. Kouji estaba raro… paraecía
drogado. Donde estaremos ahora?” – traté de investigar
el lugar para ver donde nos habíamos metido. Por el olor parecía
más un armario que otra cosa. Con las luces prendidas podríamos
identificar mejor el lugar… así no podíamos ver nada.
-“Kouichi… escuchaste eso? Suena a pasos… se estan acercando”
-“Ven rápido! Escondámonos aquí!” - Takuya
llego justo a tiempo para esconderse en un ropero, si se hubiera demorado
un segundo más nos habrían atrapado. El entro en el cuarto cargando
a Kouji y lo puso encima de la cama. El vestido que tenía puesto estaba
manchado con sangre bastante fresca. Ahora podíamos ver bien el cuarto.
Eran tan pequeño como me lo había imaginado, el velador era
una caja puesta al revés y encima tenía puesto un marco con
un dibujo de su mamá. Habían un montón de vendas tiradas
en el piso y pequeños pedazos de vidrio, habían dibujos colgados
por toda la habitación. La habitación tenía una ventana
pequeña… pero si calculaba bien por ella podrían pasar
los tres, uno por uno.
-“Espero que tengas dulces sueños bebé” – él le dio un beso a Kouji en la boca mientras su mano se perdía por debajo del vestido. A los dos nos estaba dando asco ver todo ese espectáculo. Al parecer el se dio cuenta de algo… sabría que estabamos ahí mirándolo? Miro por todos lados pero por encima nomas, luego se fue del cuarto.
No salimos del armario hasta después de un rato por precaución
por si é volvía a entrar. Kouji dormía tranquilamente
encima de esa cama pequeña. Me puse a su lado para tratar de cargarlo…
no pesaba mucho, en mi opinión menos que una pluma. Takuya fue el primero
en salir por la ventana, el iba primero para recibir a Kouji. Traté
de pasarlo con cuidado, me daba miedo lastimarlo aún más. Nos
demoramos no más de diez minutos pero al fin y al cabo ya estábamos
afuera.
-“Y ahora que? No puedes llevar a Kouji a tu casa por que tu mamá
se moriría de espanto si le dices que viste a tu papá…
-“No tengo otra opción, prefiero que mi mamá se enoje conmigo a dejarlo en cualquier otro lugar.
-“Bueno entonces… vas a entrar primero a hablar con tu mamá mientras Kouji y yo esperamos afuera? Sabes que tu mamá va a entrar en shock cuando oiga tu historia.
-“Y es por eso que prefieron que entremos todos juntos por que después
mamá no me creera y no me dejara salir por ustedes”.
-“Esta bien… tienes razón. Vamos de una vez!”
Tratamos de ir lo más rápido posible pero nuestros pesos más
el de Kouji nos hundían en la nieve, se nos hacía más
difícil el recorrido. Por fin cuando llegamos al edificio pudimos descansar
un poco. De una cuadra a tras pude ver a mi mamá que nos veía
venir desde la ventana de nuestro piso. Poco a poco podía ir viendo
su cara que era una mezcla de enojo con preocupación y de repente algo
de curiosidad por saber que era lo que traíamos al hombro pero cuando
nos acercábamos más ella se convencía más de lo
que traíamos, ya tenía una idea de donde habíamos estado.
El enojo desapareció de su cara como por arte de magia, la preocupación
se adueño de su cara – “Por favor dime que lo que tienes
atrás no es lo pienso. Dime que es un perro que encontraste en la calle
o algo así. Dime que todo este tiempo estuviste en la casa de Takuya.
Dime que no fuiste a buscar a tu hermano…!” – estaba llorando…
todo lo que había pensado en decirle se me fue de la cabeza, no le
podía decir la verdad… era algo que yo también prefería
olvidar.
-“Mamá… yo… bueno… por que mejor no entramos…”
– takuya llevo a mi mamá al departamento mientras yo subía
a Kouji. Lo puse en el sillón antes de empezar a hablar. Su cara se
veía más relajada.
-“Vaya, era una niña. Donde la encontraron? Que le paso? Quien
es? Ya comenzaba a pensar que me habías desobedecido, por un momento
pense que era tu hermano. Que tonta no?”
-“Es mi hermano. Te desobedeci… lo siento. Verás yo ya
lo había visto desde hacía tiempo pero no supe que era él
hasta hoy” – El miedo se apoderaba de los ojos de mamá,
estaban llenos de lágrimas – “Creoq que sería mejor
que te sentaras para que escuches lo demás” – Le conté
a mamá todo lo que había pasado desde el día que vi a
Kouji en la tienda hasta hoy omitiendo algunas parte claro. Por momentos parecía
como si se fuese a desmayar pero después como que sacaba fuerzas de
no se donde y miraba a Kouji. Cuando termine de hablar ella se acerco a él.
-“Nadie los ha visto… verdad? No dejaron ninguna pista o algo que lo pudiera conducir hasta aquí… verdad?”
-“Creo que no, tratámos de no mover nada…” –
No dejamos nada que señalara que fuesemos nosotros, no tocamos nada
por que salimos tan rápido como pudimos, no hicimos nada malo…
o si? – “Por que preguntas eso?”
-“Bueno… tu no conoces a tu padre… el tiene una especie de don para encontrar lo que busca. Si dejaron algun tipo de pista tengan la seguridad que vendrá hasta aquí. No quiero saber lo que sería capaz si nos encuentra…”
-“Pero eso no importa mamá! Lo que tenemos que hacer es llamar
a la policía. No podemos permitir que siga abusando de Kouji de esa
manera! Debería estar en la cárcel! Mamá… Kouji
esta herido… esta sangrando… - sus ojos se abrieron y empezó
a evisarlo, las lágrimas se le caían de los ojos. Trato de pararlo
con cuidado para verlo mejor… se veía que estaba preocupada en
especial por su cara bañada en sangre.
-“Hay nieve afuera?”
-“Um… si hay nieve…” – Demonios! Habían dejado huellas por todo el camino. Sabría que las huellas eran de ellos? No había manera como o si? … Kouji… Kouji iba sangrando todo el camino! – “Mamá… yo…”
-“No tenemos tiempor que perder! Tenemos que salir de esta casa ahora!”
-“No tiene que preocuparse señora… no creo que se levante
hasta mañana. Cuando lo dejamos estaba mas que borracho, dormira hasta
mañana, es lo más seguro. Para cuando se levante y vea que Kouji
no esta comenzara a buscarlo pero ya será demasiado tarde para él,
para esa hora ya debemos haber puesto la denuncia. Todo estará bien.
-“No es tan simple Takuya… el tiene contactos en todos lados, lo que tenemos que hacer es huir de aquí, escondernos en alguna parte como siempre pero ahora con mis dos hijos. Primero tenemos que atender a Kouji. Mañana nos iremos temprano a la estación y comenzaremos una nueva vida. La cosas serásn distintas después de mañana. Ahora denme una mano con Kouji por favor. Llevenlo al baño”
Mamá llevo el shampoo, el jabón y una toallas limpias. Me pidió
que trajera algo de mi ropa para mi hermano mientras Takuya herviría
el agua. La dejamos sola con Kouji. Ella calento en agua en la tina, con cuidado
le empezó a sacar el vestido sucio. Lo cargo, era demasiado delgado,
y lo depositó con cuidado en la tina. Su cuerpo estaba lleno de moretones,
su piel era tan suave como la de ellos y su cabello se parecía bastante
al de ella. Sus ojos se empezaron a abrir lentamente, al principio como que
no enfocaba bien, la miro, su expresión cambio de unos ojos sin vida
a unos como los de su otro hijo.
Kouji
Mojado… me sentía mojado… estaba rodeado por agua… Como? Me dolía la cabeza… me la habría golpeado? Claro que si, siempre me golpeaba la cabeza, siempre terminaba mal cada vez que estaba cerca de papá. Abrí mis ojos lentamente con miedo de verlo a él pero el lugar que vi no lo reconocí… Estaba seguro que era un baño pero no era el de mi casa… estaba en otro lugar ahora. El agua estaba a punto, ni muy fría ni muy caliente, era relajante… me mire… etaba desnudo… como? Una mano paso por mi cabeza… pero papá me la pasaba de manera muy tosca… este toque era diferente… me atreví a voltear para ver de quien era esa mano… no veía bien aún, me frote los ojos para una mejor visión… por la silueta era una mujer… abri y cerre los ojos varias veces hasta que me convencí… era mi mamá. Pero ella no estaba muerta? Ella era igual a como me la había imaginado, delgada, con el cabello largo recogido en una cola con ojos iguales a los mios, igual de azules. Lo más seguro era que papá al fin me había hecho el favor de matarme, al fin estaba con mamá. Me podía quedar en este lugar todo el día mirándola pero tenía que tocarla para saber que no era un sueño. Me le acerqué a pesar que el dolor continuaba… extendí mis brazos… estaba a unos milímetros de ella… ya la iba a tocar…
-“Ya esta! Que te parece esto…” – un chico igual a
mi entro en el baño y lo primero que hizo fue mirarme. Yo lo había
visto antes… era el, el chico del cabello corto… el chico que
parecía un oso… el vivía con mamá ahora, el era
mi augurio de muerte. El era el que ocupaba el tiempo de mamá…
pero el también le había dicho mamá.
-“Gracias cariño! Hace unos minutos recién abrió los ojos. Kouji… tesoro… te sientes bien?” – No podía creerlo… si ella era la madre de ese chico entonces donde quedaba yo? – “Estas bien tesoro?”
-“Yo… yo no soy tu tesoro… YO NO SOY TU TESORO! No me digas
así, yo no soy tu amor, ni tu tesoro! No, no, no! – todo estaba
mal. Su mamá estaba muerta y el estaba en un infierno. No quería
ni siquiera estar muerto y seguir de esta manera, solo quería estar
solo. Todos mis sueños se fueron por el desague.
-“Ocurre algo malo?” – esa voz… yo conocía esa voz. No la escuchaba desde hacía tiempo… era la voz de Takuya… el también estaba muerto? – “Kouji! Al fin reaccionaste! Te estábamos esperando… Por que estas llorando?”
-“También estas muerto Takuya?”
-“Que gracioso eres Kouji, no has cambiado nada! Bueno ya que no sabes
nada yo te contaré. Seguro no recuerdas lo que te dije hace rato”
– recordar? Hace rato? Ahora si no entendía nada en lo absoluto.
Si nadie de aquí estaba muerto entonces… esta mujer… no,
eso sería imposible, ella no podría estar viva… o si?
– “Kouji… de repente sería bueno que conocieras a
tu mamá y a tu hermano. Tu mamá nunca estuvo muerta, fue lo
que te hizo creer tu papá y mira tienes un gemelo!… Kouji? Estas
ahí?”
No podía creer lo que me decía Takuya. Su mamá estaba
viva pero… por que recién aparecía ahora? Por que no se
digno a mover un dedo para ayudarlo en todos estos años? Por que? Se
olvido acaso que tenía otro hijo? O ella también al igual que
papá me odiaba? Ella sabría por todas las cosas que había
pasado en mi corta existencia?
Parecía como si pudiera leer mi mente por que se me acerco más,
tomo mi cabeza con sus manos y me miro fijamente a los ojos. – “Siempre
te busqué pero tu ya sabes que a tu padre le gusta moverse con frecuencia
y así era más difícil dar contigo, en verdad traté.
Cuando por fin tenía una pista sobre tu paradero e iba a verte tu ya
no estabas ahí. Siempre tuve la esperanza de verte otra vez pero nunca
me imagine que tu hermano te encontraría antes. Ahora… estamos
todos aquí. Tenemos que dar parte a la policía, tenemos que
meter a tu papá a la cárcel para poder vivir todos en paz. Te
quiero y todos los días sin ti fueron feos. Te recordaba en cada cumpleaños”
Lágrimas caían de sus ojos. Me dio pena… tenía que hacer algo para calmarla, para demostrar que la comprendía… mi corazón me decía algo, era casi una necesidad, no iba a llorar, no podía hacerlo, no enfrete de Takuya y su hermano. No, había algo que siempre había querido hacer, la abracé. Me sentí bien, me sentí protegido, nadie me había abrazado de esa manera. Me dolía un poco pero era por los golpes, no dije nada, no quería cortar el momento. Mi hermano también me abrazó, sentí como si hubiese querido hacerlo desde hacía tiempo… esto se sentía tener una familia?
Cuando rompimos el abrazo el dolor llego de nuevo. Mamá noto mi dolor
y me curo lo mejor que pudo. Lo que tenía más eran los moretones,
tenía tantos que podía empezar a coleccionarlos. Ella me dio
una pastillas para el dolor pero no me las podía tomar sin algo en
el estómago.
-“Bueno chicos que desean comer?”
-“Pollo frito”
-“Eso suena bien mamá, por que no lo haces con esa salsa tan
rica!” – kouichi se le hacía agua a la boca, se veía
tan hab¡mbriento como Takuya.
-“Tu que prefieres Kouji?” No sabía con exactitud que quería, no tenía hambre aunque… había algo que siempre había querido probar… - “Podría tomar chocolate caliente? Por favor.. sra… mamá?”
-“Solo eso? Pero si estas muy flaco, tienes que comer algo más
pero si no tienes hambre… entonces esta bien”.
Una hora mas tarde estaba sentado en una mesa llena de comida. Tome chocolate
caliente con unos sandwichs mientras que takuya y mi hermano Kouichi limpiaban
la mesa devorando todo a su paso. Podía sentir los ojos de mamá
en mi, me miraban sin parar. Durante la comida Kouichi nos conto como conoció
a Takuya y como se hicieron amigos. Me empezaban a dar sueño las pastillas
asi que mamá nos mando a dormir. Takuya pidio permiso a su casa para
quedarse también, ya era tarde como para que regresara a su casa. Los
tres nos acomodamos en el cuarto de Kouichi. Su cama era mucho más
grande que la mia y por supuesto mucho más mullida.
-“Hagamos esto” – dijo Kouichi mientra trataba de poner algo de orden. – “Takuya tu duermes en la bolsa de dormir y Kouji y yo dormiremos en mi cama. Que te parece Kouji?”
-“Gracias por todo lo que han hecho por mi chicos, en verdad no sabía
que…”
-“No te preocupes, para eso somos hermano! Recuerda eso siempre” – Kouichi se dio la vuelta y fue atacado por una almohada voladora. Takuya acababa de iniciar una pelea. – “Takuya, Me las vas a pagar! – y asi comenzo, la guerra se inicio con almohadas pero después usan lo que tanían a la mano como las medias, los zapatos, los libros… Yo no hacía más que reirme pero pague caro mi error cuando un diccionario me tiro al piso. No tuve fuerzas como para pararme de inmediato, es que aún no podía reaccionar.
-“Ups! Lo siento… estas bien?” – Takuya se sentía apensado por lo sucedido
-“Si, no es nada. Estoy bien!”
-“Mira lo que hiciste! Tienes que tener más cuidado con él!”
-“Que quieres decir con eso? Que piensas? Que lo hice a propósito?”
– podía ver que takuya se estaba empezando a enojar, en verdad
no había sido su culpa.
-“Onichan, en verdad… no me dolio. No fue su culpa. Yo debí moverme cuando empezaron a jugar… lo siento”
-“De que hablas? Mira, esto no fue tu culpa, fue nuestra. No podemos
jugar tan brusco, por eso sin querer te lastimamos. Nosotros somos los que
debemos disculparnos contigo”
-“No, no lo hagan! No fue nada”
-“Chicos a dormir! Ya es tarde” – mamá entró
al cuarto solo para ver el desorden que habíamos armado, esperó
a que nos acostáramos y nos deseo las buenas noches. Antes de salir
del cuarto nos apagó la luz del cuarto y cerró la puerta.
Todo estaba oscuro ahora. Traté de dormir pero no podía. Aún
cerrando mis ojos podía ver cosas, cosas no tan buenas pero por lo
menos ya tenía la promesa que ahora si mejorarían… todo
estaría bien ahora. Recordé a papá… que sería
de él ahora? Que estaría haciendo? Ya se habría dado
cuenta que ya no estaba en casa? Se daría cuenta tarde o temprano y
entonces… no, no quería ni pensarlo. Tenía que dormir.
Mañana sería un nuevo día, tenía que dormir bien
para que poder verlo. Cerré mis ojos una vez más pero se me
vino a la mente algo que me estremeció por completo. Kouichi había
visto ciertas cosas… cosas que me pasaron en la cocina… con papá.
Eso no estaba bien… ahora el sabía ese secreto igual que Takuya…
Ahora si no podía dormir, solo veía como Takuya y mi hermano dormían tranquilamente así como tenía que dormir yo pero… preferí salir a caminar un poco por la casa. Me senté en el sillón de la sala un rato, me puse a mirar algunas de las fotos que decoraban el lugar, en la mayoría de ellas aparecía Kouichi, yo no, pero estaba mamá. Se veían muy felices. Preferí volver a dormir antes de seguir imaginándome todo lo que me había perdido. En el medio del pasillo vi la puerta del cuarto de mamá entreabierta. Su cama era como la de Kouichi, pero su cuarto guardaba más el orden. Me mire al espejo… mi cara se veía rara, mi reflejo se veía mejor a como yo me sentía, podría ser eso posible? Debajo del espejo de mamá había un joyero y a su costado una cinta azul. La cogí… añun olía a shampoo. Me asusté cuando mamá se empezó a mover un poco en su cama y sin querer deslize mi mano con la cinta al bolsillo – “Kouji? Eres tu?”
-“Si mamá, yo… no podía dormir”
-“Ven aquí, durmamos juntos” – Dormir con mamá?
No estaba seguro si estaba preparado para eso, no tenía buenos recuerdos
de dormir con papá. Fui a su encuentro, me eché a su lado en
una esquina de la cama. – “No te preocupes, no soy como tu papá,
no muerdo” – Tenía razón, me acerqué más
a ella y cerré mis ojos. Podía sentir sus dedos deslizándose
por mi cabello pero era diferente a como lo hacía papá –
“Kouichi siempre venía a dormir conmigo cuando era chiquito para
que le contara historias” – Mamá me comenzó a contar
varias cosas de mi hermano. Yo me imaginaba las escenas en mi cabeza, por
momentos me olvidaba que eran cosas que le habían pasado a mi hermano
y me imaginaba a mi mismo en el contexto. Mis ojos se cerraban lentamente
y quedaban sellados… me estaba quedando dormido… hasta que olí
algo desagradable… tan profundo el olor que me levantó otra vez…
Capítulo 7: Nowhere else
El olor era muy intenso, algo como… no, era algo que no había olido antes. Abrí mis ojos pero no vi nada fuera de lo común, además todo estaba demasiado oscuro. Me dieron ganas de ir al baño, lo más probable era que ese olor provenía de un mal sueño, me mire al espejo, mis ojos se veían cansados, mi cara seguía hinchada. Trate de lavarme la cara, me refresque la frente… me sentí raro, no pasaba algo muy raro en este lugar, ya no se sentía como antes… busqué a tientas la toalla pero encontré otra cosa, una no tan suave y limpia como la toalla que tenía en mente.
“Tratando de escapar? Tut tut tut… Yp no te enseñe eso. Creo que te enseñe otras cosas como no ser tan mal agradecido y afrontar tus problemas. Regresemos a la casa y ni se te ocurra hacer algún tipo de ruido, si oigo algo vas a estar tan muerto como tu mama si se atreve a ir a denunciarme mañana. Camina!”
Papá me empujó afuera del baño. No me atreví a hacer ruidos pero después que pensarían de mí? Caminé de puntitas hasta la puerta principal pensando que hacer… hasta que la luz del pasadizo se prendió…
“Kouji, eres tu? Necesitas algo?” – Mamá había
sentido algo y ahora estaba despierta ahí acercándose a ellos…
Ví como papá se escondía detrás de un muro y me
hacía señas, me quedé parado al costado de la puerta
sin saber como decirle a mamá que se fuera. - “Kouji, te sientes
bien? Te ves un poco pálido… estas enfermo?”
-“Si, estoy bien… solo quería salir a tomar un poco de aire… no podía respirar”.
-“Oh, esta bien pero no demores, tienes que descansar, mañana
será un gran día” – mama siguió caminando
hacía mi… de repente me quería abrazar o algo así….
Por favor que regrese a su cuarto… pero ya era muy tarde, papa le había
pegado con la escoba directo al estómago y la había tirado al
suelo.
-“MAMÁ! QUE LE HAS HECHO? DÉJALA EN PAZ!” – no me controle más y grite. Corrí hacia ella pero papa me detuvo con un golpe en el pecho. Con todo el escándalo podia escuchar los pasos de Kouichi y Takuya acercándose también. Ahora todos estábamos en la sala, Kouichi se había armado con un bate y Takuya no encontró nada mejor que una lámpara.
“Ok chicos… todos ustedes, hagámos algo ya? Si se mueven
la mato… comprendieron todos? Takuya… como estas? Creo que te
dije algo como… sit e volvía a ver te podía pasar algo
malo no?” – Takuya retrocedió un poco, tenía que
tener esas palabras grabadas en esa cabeza – “No intentes nada
si no quieres morir entonces. Tu, Kouichi no? No te veía desde…
desde que eras un bebe. Eres el retrato de tu hermano. Espero que tu hermano
te haya contado que me gusta cumplir mis promesas, pon el bate en el piso”.
– Kouichi dejo el bate en el piso así como se lo había
dicho – “Buen chico! Tu!” – se refería a mí.
– “Muévete, tenemos que irons!” – traté
de pararme pero papa con sus botas se encargaba de empujarme hacia las escaleras.
“No lo trates así! Es mi hermano!” - Kouichi tomo la oportunidad y cogió el bate mientras papa estaba distraído conmigo… de lejos vi como le pegaba a papá en la espalda… nunca me hubiese atrevido a hacer eso pero a papá no le gusto mucho ese golpe. Se volteo y le quito el bate, le iba a pegar a su hermano, tenía que ayudarlo pero mamá ya estaba despierta mordiéndole la pierna. Takuya aprovecho el momento y cogió el teléfono, Kouichi agarró el bate nuevamente y le volvió a pegar a papá. De lejos escuchaba a Takuya dando la dirección de la casa, al fin esto podría acabar para bien? Mamá se paraba resguardad por mi hermano para que nada le pasara.
Papá se sentó a un lado como para evaluar la situación. – “Rste es el trato. Los dejaré vivir en paz… a todos ustedes… me ire y nunca regresaré pero déjenme ir.”
“Qur te hace pensar que aceptaremos eso? Te mereces estar en la cárcel.”
– Kouichi agarraba firmemente el bate a pesar de todo. - “Que
ganamos sit e dejamos ir?”
Papá lo miro y luego vio la puerta. – “bueno… tu
de repente no ganas nada pero…” – Papá dio una salto
felino hasta mi. – “Puedes ganar algo de tiempo de vida para tu
hermano. Noss vamos!” – Mr puso el brazo alrededor de mi cuello…
pero ya era tarde… las sirenas de la policía ya estaban afuera
del edificio… acercándose.
“Ves… estas perdido! Déjalo ir!”.
-“Ya quisieras”. – Papá me jalaba a la puerta del
departamento. Me aventó por las escaleras para que bajara más
rápido, con todo el escándalo los vecinos empezaban a salir
a sus puertas y se volvían a meter a sus casas muertos de miedo al
ver las escenas que hacían, nadie fue capaz de detener a papá.
Cuando por fin llegamos al primer piso papa me cogió y me pego a él.
Nos quedamos recostados a la puerta mientras llamaban de afuera a papa para
que me entregará entero…
TBC