Capítulo 8: Stop the
noise
Kouichi
Baje por las escaleras acompañado siempre por Takuya, había
resultado muy buen amigo y le estaba agradecido por eso. Algo en mi corazón
me decía que este día se definiría todo, hoy iba a haber
un final para esa persona que había maltratado por tanto tiempo a mi
hermano. Sentía como mis pasos me acercaban más a mi hermano,
estaba a solo un trecho de escalera de ellos ahora. Desde el descanso mire
la escena, él sostenía a Kouji del cuello mientras miraba para
afuera, por lo menos habían tres carros de policía esperándolo,
las luces iluminaban su cruel rostro, él mismo sabía que estaba
acorralado.
“Vamos, muévete!” – empujaba a Kouji de nuevo hacia las escaleras ya que no podía salir por la puerta principal, no tenían salida alguna ya que mi edificio solo tenía esa puerta. Se acercaron a la escalera y nos vieron a Takuya y a mí. – “Ustedes pequeños demonios! Ya verán cuando salga de esto! Ahora aléjense de mi!”
“Deja a mi hermano primero! Si lo dejas será mejor para ti” – no le importó mi consejo y siguió empujándolo hacia los pisos superiores. Cuando pasaron a nuestro lado podía ver la cara de dolor de mi hermano pero él no decía nada, tampoco se resistía… se habría dado por vencido tan pronto? Tan rápido habían muerto sus esperanzas? – “No te preocupes Kouji, todo estará bien! Te liberaré!” – no sabía muy bien como lo haría pero sabía que podría hacerlo, lo haría así fuera lo último que hiciera.
Nosotros los seguimos en el camino hacia el techo, los vecinos se asomaban por las puertas pero ninguno hacía nada por ayudar a mi hermano. Sabía que el aspecto de mi papá daba miedo pero era solo un hombre, no podía hacer nada contra varias personas, tranquilamente los vecinos pudieron ayudarnos en ese momento. En el camino hacia el techo también vi como mi mamá se reincorporaba lentamente y nos veía por la puerta, su cara expresaba más que miedo. En ese momento me distraje y cuando volví a ver mi ese hombre que se suponía era mi padre había cargado a Kouji y corría hacia el techo… que pretendía?
Takuya y yo aceleramos el paso también y logramos entrar pero no los vimos, el piso estaba resbaloso por la nieve y nos costaba mantenernos en pie hasta que un sonido fuerte nos hizo voltear. Mamá acababa llegar a la puerta pero él la había empujado hacia las escaleras. En cámara lenta veía como ella caía mientras el trancaba la puerta, nuestra única salida.
“Muy bien enanos estúpidos esto ya ha sido demasiado. Lo único que hacen en malograrme el día y eso no lo voy a permitir” – Mi papá estaba enfrente de nosotros pero no veía por ninguna parte a Kouji, solo esperaba que estuviera bien. Pero eso no me debía preocupar ahora mucho ya que él estaba armado. Un tubo de metal se acercaba a nosotros peligrosamente, fue necesario tirarnos de lleno a la nieve para esquivarlo. Nos separamos para que mientras perseguía a uno el otro se encargaría de buscar a Kouji, el plan parecía funcionar bien. Para él Takuya era mejor blanco por que había pasado por su costado, yo corrí hacia la puerta para ver si estaba por ahí. Detrás de unas cajas vi un río de sangre… me acerque con miedo de ver algo malo. Kouji estaba ahí tirado como un trapo viejo, su cabello estaba esparcido sobre la nieve y su brazo estaba en un ángulo bastante raro. La sangre salía básicamente de alguna herida cerca de la cabeza, lo voltee para verlo mejor y me di cuenta que lo que sangraba era su nariz.
“Koui! Contéstame! Estas bien? Dime algo!” – Kouji se incorporaba lentamente pero por fin abrio los ojos. Trate de ponerlo de pie pero era un peso muerto. – “Quádate aquí Kouji. Ahora vengo voy a abrir la puerta” – lo deje a pesar que me dijo que no lo dejara solo, no podía quedarme con el todo el rato por que tenía que ver la manera de salir de ahí.
Abandone su lado camino hacia la puerta cuando escuche a Takuya que gritaba. No me podría perdonar si le pasaba algo a él, la puerta podría esperar un poco más. Corrí a buscar a mi amigo, seguir los rastros de sangre era de bastante ayuda. Lo vi sentado sangrando por una herida acurrucado en una esquina del techo. – “Takuya, que paso?”
“Cuidado!” – los ojos de takuya me advirtieron lo que pasaría pero mi reacción fue demasiado lenta. Algo, con la dureza de una piedra había chocado contra mi espalda… me desvanecía… se me apagaban las luces… ya tenía ganas de estar con mi hermano.
Takuya
“Cuidado!” – si bien casi no podía ver por la falta de luz los ojos del señor me permitían saber por donde iba y en ese momento estaba detrás de Kouichi. Grite para advertirle y que se fuera pero o yo avise muy tarde o él reaccionó muy lento. El papá de Kouji ya le había pegado con un palo, el mismo que había utilizado para partirme la pierna. Me hubiera gustado correr hacia Kouichi para evitar que el segundo golpe le diera en la espalda. Con la pierna en este estado no podía hacer gran cosa más que gritar y rezar por que todo esto terminara pronto pero no me podía quedar ahí esperando que nos matara a todos. Agarré lo que tenía a la mano que en ese momento eran piedras de alguna construcción antigua y se las empecé a lanzar. Varias llegaron a pegarle a la cara, otras a la espalda pero funciono en algo… el problema era que ahora venía hacia mí.
“Veo que quieres morir Takuya. Tu mamá se va a enojar contigo si se entera lo que has hecho hoy”
“Si se va a enojar pero por lo menos dormiré tranquilo cuando estes en la cárcel viejo degenerado!”
“Vaya que tenmos valor la noche de hoy. Demasiado arriesgado para mi gusto pero no importa, solo dime… quieres que te mate ahora o después que a mis hijos?” – en verdad nos quería matar a todos?
“No esta entre mis planes morir hoy. Yo voy a vivir para mañana, lo sé! Pero también algo me dice que esta noche vas a recibir tu merecido, viejo podrido!” – en verdad sentía eso, sentía que si había un mañana para mí aunque no estaba muy seguro del futuro de mis amigos. Sin hacer mucho movimiento llene mis manos con todas las piedras a mi alrededor para atacarlo tan pronto estuviera cerca de mi, así no tendría manera de esquivar… estando a solo dos pasos se las lancé, le cayeron directo a la cara. Con lo que me quedaba de fuerzas me arrastre hasta Kouichi y traté de hacerlo reaccionar. – “Kouichi! Reacciona! Tenemos que salir de aquí ya!” – Kouichi se movía poco a poco pero no lograba despertar por completo, voltee a ver al papá de los chicos que trataba de ponerse de pie después de una caída, estaría sobre nosotros en cualquier momento.
Me senté a la cabeza de Kouichi y con mis piernas adoloridas lo atrapé de los brazos, con los mios empecé a empujar hacia atrás, fue lo único que se me ocurrió pero me funcionó bien por que el piso era resbaloso y hacía que nos deslizáramos bastante rápido… ahora poco a poco perdía la sensibilidad en las manos por el frío pero eso no era importante ahora. Ya estábamos llegando a la puerta cuando se me ocurre ver al frente. El viejo degenerado corría sin control sobre nosotros, no lograría esquivarlos… nos aplastaría contra la pared… me iban aplastar contra la pared… cerré mis ojos esperando el impacto pero me llegó otro antes de lo esperado…
Kouji se lanzó contra empujándonos hacia un lado justo antes que su papá nos golpeara… a cambio el recibió el golpe y los dos se estrellaron contra la pared. Mire a Kouichi que poco a poco recobraba la conciencia aunque yo todavía lo veía medio desubicado.
Kouichi
No entendía como había llegado hasta ahí, enfoque mejor
y vi a Takuya, su piernas estaba sangrando, él me había salvado
de mi papá… Mi papá… lo busqué con la mirada
hasta que di con él. Otra vez estaba encima de mi hermano, al parecer
se había chocado contra él por que los dos estaban tratando
de ponerse de pie, uno con más dificultad que el otro. Traté
de ponerme de pie para ayudar a mi hermano pero no tenía muchas fuerzas,
me dolía la espalda, mi cuellos estaba bañado en sangre pero
no estaba segura si era mia o de Takuya.
“Ayúdame a pararme!”
“Espera Kouichi! Primero dejemos un rato a Kouji con tu papá. Primero intentemos abrir la puerta para salir más rápido. Tan pronto este abierta agarramos a Kouji y saldremos de aquí como podamos. Si salvas a Kouji ahora yo no podré abrir solo esa puerta”. – tenía razón, de los dos era el único que podía mantenerme de pie más tiempo… eso siempre y cuando pudiera ponerme de pie. Acepte lo que me dijo takuya y entre los dos tratamos de llegar a la puerta. Al parecer la tranca de papá era una madera vieja pero esta estaba atorada, no la podíamos mover. Pegué mi oreja contra la puerta… podía oír pisadas, habían policías al otro lado intentando abrir la puerta.
“La puerta esta atracada! No podemos quitar la tranca que hay aquí por fuera. Ayúdenos!” – Takuya se encargo de gritar esto para que la policía supiera algo pero no pudo seguir gritando. El gritar había tenido el efecto contrario de atraer a papá, ahora estaba tratando de ahorcar a Takuya.
Salté encima de él para evitar que matara a Takuya, me prendí a su espalda mordiéndole el cuello, tratando de arañarlo con lo poco de uñas que tenía, había sido mala idea haberlas cortado dos noches atrás. Papá se movía como loco pero soltó a Takuya eso era bueno por que ahora podía respirar tranquilo, ahora solo teníamos que hacer tiempo para que la policía entrara y se lo llevaran a la cárcel.
Pero estaba soñando despierto papá había logrado botarme de su espalda ahora estaba tendido sobre la nieve mirando como un palo se acercaba a mi cabeza… era el fin…
Kouji
Abrí los ojos… lo único que podía oír eran
ruidos, estaba cansado de los ruidos, de los gritos, de sufrir. Ya quería
tener un vida decente, quería estar con mamá y mi hermano…
mi hermano…
Miré a todos lados buscándolo… desde donde estaba tirado pude ver una sombra que levantaba una madera gigante… poco después un grito de desesperación… mi hermano estaba en peligro… mi corazón se contraía, sentía como un dolor grande en el, se movía más rápido de lo usual… algo no estaba bien. Me pare con dificultad y agarré un tubo que era lo único que tenía a la mano. Corrí hacia la escena como pude. Mi hermano estaba bañado en sangre… si seguí así se iba a morir…
Me avalance sobre papá, no me importaba si me mataba o no, no me importaba que el fuera más fuerte y yo estuviera herido y sangrando, no podía permitir que matara a mi hermano. Le pegue con las fuerzas que jamás me hubiera creído poseer, era la primera vez que lo tiraba al piso y lo hacía retroceder, le pegue varias veces hasta que lo dejé casi inconsciente. Corrí hacia mi hermano aunque Takuya ya estaba con él pero por que lloraba?
“Kouichi? Onichan… respóndeme! Kouchi! Hablame, mirame! Kouichi!” – por que no me respondía mi hermano?
“Kouji… dejalo… no te va a responder. Déjalo ya!” – por que no me iba a responder?
“Kouichi! Hablame!” – me estaba empezando a desesperar el hecho que Kouichi no abriera los ojos – “Ya acabo todo Kouichi! Levántate tenemos que ver a mamá!” – lo estaba zamaqueando a este punto, ya no me importaba si le hacía daño, solo quería que abriera los ojos.
“No se va a levantar Kouji… ya deja que descanse”
“No! Esta vivo! Kouichi, estas vivo verdad? Abre los ojos! Onichaaaan!”
“No tiene caso Kouji” – todo esto era culpa de papá, si papá… de repente Kouichi despertaba…
Me paré y corrí hacia papá… yo sabía que siempre guardaba un cuchillo en su media… ahí estaba! Agarré el cuchillo, siempre lo mantenía filoso…
“Deja mi cuchillo o quiere que te mate igual que a tu hermano!” – no, mi hermano no estaba muerto, yo lo sabía… o no? Por algo no me contestaba… eso era lo que takuya me había querido decir? Pero no… no… NOOOO!
“NOOOOO!”
Takuya
“NOOOOO!” – Kouji se volvió loco. Vi como saltaba encima de su papá, nunca lo hubiera creido capaz de cometer semejante locura… lo único que no me había dado cuenta era el cuchillo que tenía en la mano. No me di cuenta de eso hasta que la sangre empezó a llegar hasta mis piernas… no era un hilo de sangre… parecí como si se hubiera salido un mar… Traté de acercarme a Kouji pero mi estómago no me permitió ver todo por completo. Sabía que la gente se podía volver loca pero nunca pense que uno de mis conocidos llegaría a ese punto. Me era difícil admitirlo pero mi amigo no estaba bien… el vengarse es una cosa pero el convertirse en un asesino a los diez años sobrepasaba los límites…
Kouji no parecía haberse dado cuenta de lo que hacía pero no había manera de detenerlo. El continuaba clavándole cuchillazos a su papá, tenía la seguridad que habían sido más de cincuenta pero no me atrevía a contarlos. Tenía ganas de vomitar, nunca había tenido tanta resistencia a la sangre pero Kouji… el parecía feliz haciendo eso… Me acerque a Kouichi, ya no quería ver más ese espectáculo… no podía aguantarlo más…
Un portazo me asustó y me trajo de vuelta a la realidad… Los policías se acercaban a nosotros… por primera vez tenía conciencia de los ruidos de la calle. Podía oír sirenas de ambulancia y policía. Una oficial se acerco a mi u a Kouichi.
“Que suban las camillas… hasta ahora solo veo a dos niños” – ella hablaba por un teléfono. – Hay un niño mal herido, el otro se ve muy mal” – La oficial toco a Kouichi – “Si, esta vivo! Que se apuren esas camillas!”
“Mi otro amigo esta por allá… pero le recomiendo que mande a alguien con resistencia a cosas feas… no es nada bonito” – la oficial me miro extrañada pero me hizo caso y mando a uno de sus subalternos. No tardo mucho en volver el chico vomitando por lo que había visto. La oficial se extraño más, me parecía ver que se trataba de dar ánimos y fu a donde Kouji pero Kouji ya venía hacia nosotros… estaba bañado en sangre…
“Kouichi… ya vas a abrir los ojos? Dime algo… tenemos que ver a mamá… ya acabo todo… Kouichi…” – Kouji paso a nuestro lado pero no nos hizo el menor caso, era como si no existiéramos para él en ese momento. La oficial fue al lugar donde estaba el cuerpo del papá de Kouji
“Oh por Dios!” – agarró su teléfono y se comunico con alguien – “Traigan una bolsa y un forense… hay un niño que destripo a su padre!” – la oficial estaba sorprendida con Kouji, por otra parte él estaba arrodillado al lado de su hermano esperando a que viniera la camilla supongo.
Cuando las camillas llegaron fue un problema separarlo de Kouichi, no se quería despegar de su hermano, la oficial lo tuvo que agarrar pero frenó cuando vio el cuchillo en manos de Kouji.
“Me das el cuchillo por favor? Yo te lo guardo” – Kouji no quería soltar nada
“Kouji… dale el cuchillo a la oficial… ya todo termino, tu papá no te fastidiara más, todo va a estar bien… dale el cuchillo para que te lleven a ver a Kouichi” – Kouji me miraba como si no supiera de que hacer…
“No me mientas Takuya. No voy a ver a mi hermano… él ya se murió… esta ahí no lo ves?” – me señalaba la puerta pero no veía nada más que la camilla. Volví a verlo pero se había desplomado en la nieve…
Capítulo 9
Takuya
No recuerdo bien que fue lo que paso después, eso incluso me resulta
confuso, no me acuerdo bien. Nos llevaron a todos al hospital para curarnos
en mi caso y tratar de mantenernos vivos en el caso de Kouichi y tratar de
calmarnos en el caso de Kouji… creo.
Lo que más me acuerdo son los llantos de mi madre en mi oreja, sabía que se pondría así. A mi también me daba pena todo lo que había pasado pero ya no nos quedaba más que esperar. El doctor que me atendía me ayudo a salir de esto y me dio tranquilizantes… en verdad se sentían muy bien…
No desperté hasta un día después, mi mamá siempre estaba ahí. Ella estaba leyendo tarjetas que me habían llegado a mi habitación y por alguna razón se puso nerviosa al verme despierto… que habría pasado?
“Hola mamá!” – ella puso la tarjeta que leía a un lado – “Paso algo?” – no fue una buena pregunta por que se puso a llorar… eso significaba que era algo malo. – “Paso algo malo verdad? Tiene que ver con Kouji? Kouichi?” – eso era más que obvio pero de todas formas tenía que estar seguro.
“Tu amigo no resistió. No pudo pasar la noche… falleció hoy en la mañana. Su hermano aún no sabe nada, la gente tiene miedo de darle la noticia” – me sentí mal… pero su mamá… ella debía estar destrozada…
“y la señora Kimura? Como esta?” – mis preguntas eran obvias y razonables para haber estado durmiendo por un buen tiempo pero por alguna extraña razón solo obtenía respuestas negativas.
“La señora Kimura no esta nada bien. Ella cayó por las escaleras esa noche… ella esta en estado de coma… no se sabe cuando despertará” – eso era más que trágico… eso dejaba a Kouji como el único sobreviviente de esa familia.
“Y Kouji… como esta Kouji? Sabe lo de su mamá?”
“Kouji no esta muy al tanto de eso. Sabe que los todos estan mal pero no sabe en que estado se encuentran, nadie le quiere contar los detalles, todos temen su reacción”
“Me puedes llevar a ver a la mamá de Kouji y Kouichi? Después quiero ver a Kouji” – mi mamá se escandalizó con mi petición pero si nadie se atrevía a decirle algo a Kouji quien lo iba a hacer? Al final y después de muchas insistencias mi mamá me llevo al cuarto de la señora Kimura. Le pedi que me dejara solo un rato.
Era una lástima que si ella se lograba despertar se enterara de lo que había pasado esa noche. No iba a resistirlo pero por lo menos le quedaba Kouji… eso era mejor que nada. Me puse a su lado y traté de pararme para verle la cara. Ella se veía dormida y tranquila… era bonito ver a las personas así de pacíficas…
“Hola señora Kimura… es una pena verla así y peor es ser portador de tan malas noticias. No creo que nadie le hay dicho esto pero creo que es mejor irse de frente con la verdad. Creo que ese fue el error de Kouichi no contarle las cosas desde el principio, de repente así nos hubiéramos ahorrado estos malos ratos… Señora recién hoy me he enterado que Kouichi ya no esta… se que debe estar bien… el la quería mucho y siempre pensaba en usted… él era mi mejor amigo…” – ya no pude seguir hablando… se me hacía un nudo en la garganta pensar en eso… no me gustaba que las cosas hubieran resultado de este modo… tendría que haber habido otra solución… esta familia no había durado junta ni siquiera una noche entera! Salí del cuarto como pude… Mi mamá estaba ahí para recibirme, lo malo fue que ya no me dejo ir a ver a Kouji.
“Pero mamá! Me prometiste que podría verlo hoy!”
“Si lo sé. Pero por lo menos descansa un rato más, te llevaré más tarde”
“Más tarde no lo harás, lo sé!” – si había algo que lograba que mamá cumpliera era fastidiándola hasta el cansancio y yo era el único que podía lograr eso. Por fin después de media hora pude ir a ver a Kouji. Su cuarto estaba al final de un pasadizo largo. En su habitación moría el sol de la tarde, su habitación se empezaba a poner de colores anaranjados. Entré solo…
“Kouji? Como estas?” – Kouji parecía no escucharme, estaba sentado en su cama mirando a la pared mientras los cables que tenía conectado en los brazos goteaban de manera desesperante. – “Kouji… me oyes?”
“Ya se lo que me vienes a decir. Pero no te preocupes… yo ya lo sabía, el se despidió de mi sabes?” – no entendí mucho a la primera, es más me costo trabajo juntar las ideas
“No te entiendo… “
“Es que no lo viste esa noche?” – ver que… lo único que vi en ese momento era la camilla – “El estaba parado junto a la puerta… se estaba despidiendo de mi. Hoy también vino a verme… hablamos un rato… me dijo que estabas dormido. Dice que no le digas nada a mamá pero creo que ya le fuiste con el chisme… verdad?”
Como era posible que Kouji supiera todas esas cosas si él no había recibido nada de información. En verdad Kouichi le había dicho esas cosas?
“Por que…” – después de tiempo lo veía llorar de ese modo – “no era justo… yo debí morir también!”
“Pero que dices Kouji! Suficientes tonterías he escuchado! No te puedes morir… tienes que ver a tu mamá… eso hacía Kouichi!”
“Si, es verdad, eso me dijo él también pero… ya no sirve de nada. Me quiero morir de una vez, ya no tengo motivos para seguir vivo” – me daba lástima que pensara así. Me dio cólera y me fui de su cuarto, ahora sí quería descansar.
El entierro de Kouichi fue a los dos días. Fue todo el colegio, Kouichi siempre había sido un buen chico y era lógico que todos lo quisieran de ese modo. Todos miraban a Kouji al costado de la tumba de Kouichi, nadie se había imaginado eso de que tenía un hermano gemelo aunque pensaron que era una broma.
Después del entierro me fui a mi casa, mi pierna aún no podía hacer mucho ejercicio. Pensé en invitar a Kouji a mi casa pero no aceptó. El no se quería mover de ahí además tenía policías escoltándolo. Según mi mamá Kouji aún no había dado su versión de los hechos y todavía tenía que volver al hospital, solo le habían dado permiso para que asistiera al entierro.
Yo por mi parte me tuve que alejar de eso por un tiempo. Apenas recupere mis movimientos comencé a ir todos los días al hospital para ver a la mamá de Kouichi. La enfermeras me decían que Kouji también la iba a visitar pero mientras estaba con ella hablaba con su hermano. Para ella Kouji era un caso perdido por que había perdido el juicio pero yo sentía que había algo más. Me encamine a su cuarto para ver como iba cuando la oficial de ese día salió del cuarto.
“Justo te iba a ir a buscar. Kouji no parece cooperar. Me gustaría oír tu versión de los hechos. Cuéntame todo lo que sepas de ellos” – no tuve opción más que contarle todo lo que sabía. Le conté incluso de donde sacamos a Kouji y bajo que circunstancias había vivido, la oficial se veía destrozada por la historia. Me comentó que tan pronto Kouji se recuperara lo mandarían a un centro de readaptación y luego a un hogar adoptivo. Supuse que estaría bien eso para él ya que ahora si no tenía una familia… de repente podría pedirle a mamá para que viniera a vivir con nosotros… pero eso iba a estar difícil.
Entré a ver a Kouji. El seguía sentado en la misma posición de siempre, con la mirada perdida en alguna parte. Lo vi bastante más flaco desde el día del entierro y eso era casi imposible de lograr.
“Kouji… como estas?”
“Estoy esperando a que vengan a mí las noticias. Ya falta poco sabes? Tengo que ir a ver a mi mamá… me llevas?” – no me pude negar, salí a pedir una silla de ruedas para Kouji y lo empuje hasta el cuarto de su mamá. Ella se veía igual que siempre ahí echada, flaca, espectral… Estuvimos viéndola un buen rato hasta que el trato de pararse y tomarle la mano. – “Hola mamá… se que me estas escuchando… no esta bien que te quedes por mi… yo estaré bien. Kouichi te esta esperando… dice que vayas de una vez, yo iré después, no quiero dejarte sola”. Esta situación me desconcertaba. Sentí como pasaba un aire por entre mis piernas, me dieron escalosfríos, sentí como bajaba la temperatura del cuarto hasta que sonó la máquina. Las enfermeras entraron corriendo y nos hicieron a un lado, los doctores trataban de mantenerla con vida pero fue inútil. – “Nos vemos mamá!” – Kouji se acercó al cuerpo ya sin vida de su mamá y le dio un beso en la mejilla, yo no sabía que hacer, incluso los doctores estaban sorprendidos de la reacción tan fría de Kouji. Yo lo seguí hasta su cuarto y esperé a que se volviera a echar en su cama.
“Que fue eso?”
“Fue la muerte que vino por ella. Ya le tocaba irse… algún día me tocará a mí… a ti todavía te falta mucho, yo acorté la de papá” – me daba miedo pero a la vez me parecía bien que no lo tomara a mal, la gente del hospital se le alejaba cada vez que lo veían venir.- “Le dijiste a la oficial todo verdad? Fue lo mejor! Estaba cansado de saber esas cosas que ponían los diarios, por lo menos ahora saben que yo no era malo” – hasta ahora no había visto los periódicos de ese día. Me acerque a la mesita donde había una montaña de periódicos todos hablando del mismo tema… Kouji.
Todos lo habían pintado como un niño loco que había asesinado a su padre y a su hermano y dejado grave a su madre. Todos atribuían esto a un golpe en la cabeza… todas esas eran mentiras… de donde habían sacado eso?
“Que planeas hacer ahora?”
“Esperar… Kouichi dice que aún no puedo morir… tengo que aprender a vivir en una familia, dice que me merezco un poco de felicidad… pero así la tenga no creo que pueda ser feliz completamente”
“Planean mandarte a un hogar adoptivo… sabías eso? No quieres venir a mi casa?”
“Si lo sé pero… yo tengo otros planes… no creo poder ser feliz aquí”
“Entonces que harás?” – me quedé callado esperando una respuesta pero nunca llego. Me canse de esperar y me fui a mi casa… mamá debía estar preocupada por mi. En la noche no pude dormir bien, había algo que me incomodaba… no sabía que era… me levanté y abrí mis ojos tratando de encontrar una solución. No podía creer lo que veía… estaría soñando? Kouichi estaba sentado en mi escritorio sonriéndome…
‘Kouji es medio loco… no me hace caso! No creas todo lo que escuches… cree en lo que ves” – me volvió a sonreír y desapareció de mi vista. Me asusté y empecé a rezar en mi cama… sus palabras resonaban en mis oídos, no encontraba el significado…
A la mañana siguiente me levanté con sueño, todos estaban en la mesa tomando el desayuno con la televisión prendida. Había habido un incendio en un barrio pobre… esa barrio se me hacía conocido… era el barrio donde vivía Kouji.. Su casa estaba en llamas. La reportera decía que el incendio había sido provocado y que la única pista era una pañoleta quemada… era la que usaba Kouji… él había incendiado su casa…
Para la noche todos los noticieros habían asegurado que Kouji estaba adentro por que las personas lo habían visto… Se había suicidado… no lo podía creer.
Fui una de las pocas personas que fui al entierro de la señora Kimura. Mi familia entera fue, ví al señor Yoshima que era el dueño de la tienda… el los quería mucho tanto a ella como a Kouichi, hubieron unas cuantas personas más, supuse que debían ser compañeros de trabajo o de la infancia… todo esto era muy triste. Para Kouji no hubo entierro por que no pudieron rescatar el cuerpo aún así yo mismo le hice un pequeño altar para su alma aunque después me di cuenta que había sido algo inútil.
Yo iba constantemente a visitar las tumbas y en una de esa visitas comprendí lo que me había dicho Kouichi esa noche. ‘Kouji es medio loco, no me hace caso… no creas en todo lo que escuches… cree en lo que ves!” eso era! Kouichi me había soplado la respuesta. Kouji quemo su casa pero el no había muerto, sino quien más pondría flores a las tumbas a parte de mi? Me acerqué a él…
“Hace tiempo no te veía… gran escape”
“No te engañe a ti así que no fue tan grandioso”
“Me dirás ahora que harás con tu vida?”
“Eso aún no lo sé. Pero por ahora me llamó Kouichi… Kouji murió quemado con su pasado el otro día. Solo planeo esperar mi hora… nada más” – Me daba pena oirlo hablar así pero era algo a lo que ya me estaba acostumbrando. Me despedí de él pero no fue la última vez que lo volví a ver. Siempre que iba a ver las tumbas lo encontraba ahí echado, a veces sentado, siempre habían flores nuevas… al menos por un tiempo… Al año solo yo ponía las flores, comprendí que ya no lo vería más… por fin había llegado su hora…
Kouji
Si bien no quería vivir más esa no era excusa para no poner flores nuevas a diario. Mi único deseo por vivir era que cuanto más días pasaran más cerca estaba mí día… Kouichi me había dicho que me esperaría con mamá, yo como siempre le creí.
Durante todo un año traté de vivir olvidando mi pasado, la gente olvida rápido pero siempre dejan ciertas marcas, yo tenía millones de marcas en mi corazón pero a pesar de todo seguía. Logré trabajar en una tienda en un barrio diferente al mío, no quería que nadie supiera quien era o de donde venía. MI cabello se ocultaba debajo de una gorra azul y en mi mano siempre tenía amarrada una cinta… la única cosa que logre rescatar esa noche, siempre la tuve en mi bolsillo… nunca se cayo a pesar de los forcejeos ni de las caídas, tampoco se tiño con sangre… esa cinta era muy especial. Mi trabajo solo me daba para comer… no comía mucho tampoco así que eso no era de gran importancia, con lo poco que me sobraba compraba flores, a veces las recortaba de los jardínes, ese era mi problema.
En las noches dormía en cualquier parte, eso no me importaba hasta que llego el invierno. En invierno si me daba frío dormir en la calle así que dormía en la estación del tren o en lugares para mendigos. Al año que se cumplió fui a ver a mamá y a Kouichi. Me senté al lado de sus tumbas… a pesar de los dedos entumecidos estaba feliz. Me acomodé entre las lápidas y cerré mis ojos… estaba cansados de estar solos… mis ojos podían ver incluso cerrados y lo que veían era un cielo gris. Podía oír la voz de mi hermano que me llamaba desde lejos…
“Detesto que no me hallas hecho caso”
“No podía ir a cualquier parte. Yo nunca tuve una familia… ustedes fueron la única que tuve por una noche, no quería ir a otra parte”
“Lo sé pero al menos pudiste disfrutar un poco”
“Es inútil. Además ya espere bastante… ya nos podemos ir?”
“Eres impaciente sabes? En fin… mamá tiene pastel en casa… vamos antes que se enfrie!”
“Vamos de una vez! No me gusta hacer esperar tanto a mamá” – me alejaba del piso… era una sensación mágica… después de mucho tiempo vería a mamá… era hermoso ser feliz…
FIN