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Los Chamanes del México Antiguo
La Humanidad tiene un legado desconocido y
asombroso dejado por los nativos indígenas del México Prehispánico. El hombre
moderno del siglo XXI no puede siquiera imaginar el alto grado de sabiduría que
tenían esos hombres de la antigüedad.
Solo ahora es tiempo de que esos conocimientos
salgan a la luz y tomen el vital papel que deben jugar en la evolución del
Hombre. Según este Conocimiento, la evolución biológica del ser humano ha
llegado a su máximo, es hora del próximo paso, la evolución de la conciencia.
Esos antiguos hombres de Conocimiento, sabían que todo en el Universo tiene una
composición básicamente energética. Esto es que Todo lo que existe antes de ser
un mundo material y solido como aparentemente todos podemos percibir, es un
conjunto de campos y configuraciones energéticas, donde incluso la conciencia
tiene un ámbito energético que puede ser usado para viajar por esta y otras
realidades omnipresentes. Es común observar en las figuras rescatadas de ese
pasado, rostros con facciones de relajamiento, de adormecimiento, son señas de
sus viajes por medio de la consciencia a otros planos posibles de alcanzar.
Este Conocimiento incluye entre otros, la
Practica de una serie de Movimientos llamados Pases Mágicos, aglutinados en la
disciplina denominada Tensegridad Por Don Carlos Castaneda,
mismos que son parte del legado de esos hombres Antiguos, depositados en el y
su Grupo y ahora abiertos por ellos para beneficio de Todos.
Nuestro Legado
Existió un encuentro del Antropólogo-Escritor
Carlos Castaneda y el Físico Carl Sagan.
En ese encuentro, Sagan Descartaba alguna
posibilidad
de realidad del Conocimiento de Don Juan, o por
lo
menos pedía pruebas de su existencia, como
aquellas
que se pueden realizar en la física.
Castaneda le decía que en el chamanismo también
se
podían realizar comprobaciones, pero para eso se
debía
estudiar, al igual que uno estudia física I, II Y
III
así mismo había que estudiar y avanzar los
diferentes
niveles del conocimiento de Don Juan.
El Nagual le decía que si quería comprobar este
Conocimiento, primero era necesario estudiarlo,
igual
que cualquier otra materia.
La reunión de esos dos personajes, nos parece el
encuentro entre las dos caras de la moneda.
Por un lado la razón de Sagan y por el otro el
conocimiento silencioso de Castaneda.
Sagan anclaba su razón en los prejuicios de la
Física.
Por ejemplo, el creía y defendía la premisa
física de que
el límite máximo posible de aceleración de la
materia
es el de la velocidad de la luz.
Para el no era posible otra alternativa.
Si viviera hoy en día, sabría que científicos
actuales, han descubierto que ese supuesto limite
no
es tal.
En nuevos experimentos de física,
han logrado superar 300 veces ese límite
Esos descubrimientos echan por tierra las
premisas
básicas de la relatividad de Einstein,
el mayor científico físico de nuestra era.
Ahora, los nuevos descubrimientos suplantaran a
los
Viejos.
Pero seguirán en las mismas, seguirán siendo
prejuicios
que alguien defenderá a capa y espada
como verdades supremas y únicas, as como Sagan
defendía
los anteriores prejuicios.
Tal vez algún día, con humildad, el hombre
entienda
que la mente humana no es la unidad de medida
capaz de
permitir la comprensión de la totalidad del
universo y
sus misterios. No es que desacreditemos el
esfuerzo
humano para comprender mentalmente el cosmos.
La que nos parece absurda, es la idea, de que la
mente
humana es la única entidad posible que nos puede
permitir esa comprensión.
La mente humana es solo un grano de arena en esa
gigantesca playa que es la totalidad del
universo.
Para quienes nunca han oído el nombre de Carlos
Castaneda, les diremos que el fue quien decidió
revelar un conocimiento secreto, guardado durante
milenios por cientos de guerreros.
Parte de las premisas básicas de este
conocimiento, es
que antes de ser este, un universo de objetos
materiales como aparentemente todos podemos
percibir,
Este es primero, un universo de energía en
incesante
fluir.
Incluidos nosotros.
Que esa energía, puede ser vista por nosotros en
cualquier horizonte dado.
Que es parte de nuestro legado.
Que lo único que impide tomar posesión de ese
legado,
son los actuales usos que damos a nuestra
energía.
Amigo lector, quien escribe, esta inmerso en este
viaje de descubrimiento.
He podido realizar una parte
de las comprobaciones del Conocimiento de Don
Juan,
que Sagan pedía.
Pero para validar
este conocimiento,
Primero hay que seguir sus premisas
Para después, ponderar los resultados.
Centro de Estudios e Investigación de la Percepción la Conciencia y
la Energía