Unos hombres persiguen a un tipo que tiene un
fragmento de la perla en un estuche de bambú, de repente
unos monstruos aparecen de la nada y atacan a los hombres. Estos
monstruos extraen la sangre de los hombres. Mas tarde Inu Yasha
y compañía pasan por ese lugar.
- ¿Qué sucedió en este sitio? - pregunta
Shippo.
- Sólo se propagan las guerras en esta región
- le dice Aome.
- No fue por eso - contesta Inu Yasha - no hay sangre, no
fue un monstruo cualquiera. Luego ve a Miroku con cara de
pocos amigos y le advierte que no tiene intención de
unir fuerzas con él Miroku y este sin más se
retira.
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Los soldados son atacados
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Aome ve a Miroku retirarse cuando se escucha un grito. "Ayúdenme"
grita un aldeano el cual había sido tomado por sorpresa
por Inu Yasha. Cuando Aome llega al sitio en donde se encuentra
Inu Yasha y el aldeano grita "¡Abajo!" y regaña
a Inu Yasha pues le dice que ese hombre no era ningún
sospechoso. Inu Yasha le explica que había percibido
un olor de tinta en el lugar de los cadáveres. Aome
se sorprende y le pregunta que por qué esa información
tan importante no se la había dado al monje Miroku.
- No me digas que te gustan los hombres como él -
le dice Inu Yasha a Aome.
- Uy si, me encantan - contesta ella en tono de broma.
- Ya entiendo... ¡le gustan ese tipo de hombres! - se
queda petrificado Inu Yasha.
- ¿Qué no oíste que era broma? - grita
ella.
El tipo con el fragmento de la perla va a una especie de
palacio a ofrecer sus servicios como pintor pero no es bien
recibido por los guardias de la puerta, los cuales comienzan
a golpearlo. La princesa del lugar iba pasando por ahí
y se percata del incidente, por lo cual le dice a los guardias
que lo dejen. Los guardias ponen al pintor en un barril y
lo lanzan al río amenazándolo de que no se volviera
a acercar al palacio.
- Demonios, son unos malditos, yo soy capaz de derrotar a
cualquier enemigo- grita el pintor. En eso el pintor se encuentra
con Inu Yasha.
- ¿Qué estas escondiendo ahí? - le pregunta
Inu Yasha al pintor. Este no contesta.
- Puedo percibir el olor de tinta con sangre - toma al pintor.
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Encuentran el
campo de batalla
El pintor no es bien recibido
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En eso se escucha a Aome gritar "¡Abajo!",
quien pide disculpas por el comportamiento de Inu Yasha y
esto le da la oportunidad al pintor de escapar. De repente,
aparece un ogro al cual Inu Yasha corta a la mitad con el
Colmillo de Acero. Al hacer esto, salta mucha sangre mezclada
con tinta. Inu Yasha cae al suelo. "Es tan sensible del
olfato que este olor lo mareo" explica Shippo a Aome.
Mientras tanto Miroku va al mismo castillo de donde el pintor
fue corrido, pero al igual que con este no es bien recibido.
De repente aparecen unos ogros. "¡Huyan!"
dice Miroku a los guardias de la puerta, pero los ogros matan
a los guardias. Miroku escucha el grito de la princesa y va
corriendo en busca de ella. "Tranquila, estoy aquí"
Le dice Miroku a la princesa. Terminando de pronunciar estas
palabras los monstruos de tinta que estaban frente a la princesa
se desvanecen. Afuera comienza a llover tinta, la cual regresa
al bote del pintor. El terrateniente del castillo se disculpa
con Miroku.
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Inu Yasha queda desmayado por
el olor de la tinta
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- Monje, disculpe la insolencia con la que fue tratado.
- No fue nada, pero creo que debería de quedarme a solas
con la princesa para protegerla.
- ¿Para que quieres quedarte a solas con esa princesa?
- grita Inu Yasha ya que casualmente pasaban por ahí.
Inu Yasha, Aome, Shippo y Miroku se quedan en el castillo como
invitados y ahí Aome le dice a Miroku que hay un pintor
que manipula a unos ogros.
- Las criaturas que atacaron aquí son las mismas - le
comenta Aome a Miroku mientras que Shippo e Inu Yasha conversan.
- Oye Inu Yasha, ¿No crees que deberías de involucrarte
en la conversación?
- ¡Ja!, no molestes.
- Eres un chico celoso - le dice Aome.
- Tonta, no estoy celoso - le contesta Inu Yasha.
- Miroku, ¿por qué tienes tres fragmentos de la
perla? - dice Inu Yasha mientras se aproxima sigilosamente a
Miroku.
- ¡Abajo! - exclama Aome.
- Si me quitas los fragmentos te convertirás en ladrón
- le dice Miroku a Inu Yasha.
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Miroku disfruta de una opulenta cena
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Mientras tanto, afuera de la habitación unos empleados
del castillo escucharon todo y le contaron esto al terrateniente,
el cual ordenó que los mataran e hicieran lo mismo
con el pintor para quitarle el fragmento de la perla.
Entrada la noche los sirvientes del palacio van a atacar
a Miroku. Entran a la habitación y con una espada golpean
en el lugar en donde se supone que descansa Miroku, pero no
había nadie.
- No sabia que en esta casa se dedicaban a matar- dice Miroku
a los hombres del terrateniente.
- Miserable, te diste cuenta.
- ¿Qué ocurre? - pregunta Aome.
- Confiesen lo que saben - les dice Miroku a los hombres del
terrateniente.
- El señor terrateniente fue a robar al pintor - dicen
ellos.
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Inu Yasha combate
contra los monstruos
creados por la tinta
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Inu Yasha lleva en su espalda a Shippo y a
Aome mientras que Miroku va a pie. Todos se dirigen al hogar
del pintor. Mientras tanto en el hogar del pintor el terrateniente
da las ordenes de que ataquen mientras el pintor exclama "esos
tontos no saben que mi ejercito es interminable mientras posea
tinta". Los ogros matan al ejercito del terrateniente.
Después de la masacre llegan Inu Yasha. Miroku comienza
a absorber a los monstruos con el agujero negro. "No
puedo permitir que este tonto me ayude" piensa Inu Yasha.
De repente, una especie de serpiente es convocada por el pintor,
el cual sube en ella e intenta escapar.
- ¡No escaparas! - le grita Inu Yasha
Al pintor.
- Aome, ¿en donde se encuentra el fragmento de la perla?
- le pregunta Inu Yasha a Aome.
- Esta en el estuche de bambú- le dice Aome.
- ¡Miroku, no creas que puedes hacer todo tu solo! -
le dice Inu Yasha.
Inu Yasha se monta en la mega serpiente y comienza
a acercarse al pintor. Cuando esta lo suficientemente cerca
comienza a pelear con él a mano limpia.
- Malvado, déjate de juegos tontos -
le dice Inu Yasha al pintor.
- Te matare - le contesta.
- Un humano jamas tendrá el honor de matarme, ¡Hasta
aquí llegaste! - y corta con colmillo de acero el estuche
de bambú.
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Inu Yasha parte
en dos el bambú
que contenía a
la tinta.
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Al cortar el estuche todos los ogros y monstruos desaparecen.
El pintor enloquece y se provoca una herida en el brazo al
mismo tiempo que pronuncia "querida tinta, te ofrezco
mi sangre". La tinta se junta y entra al cuerpo del pintor.
En unos instantes, el cuerpo del pintor queda seco sin una
gota de sangre. Inu Yasha se queda paralizado ante tal escena.
Aome ve el fragmento de la perla y lo recoge de entre la tinta
y pregunta quien se quedara con el fragmento.
- ¿Cómo que quien se lo quedará? ¡Pues
nosotros!- le dice Inu Yasha.
- Pero el monje Miroku también ayudo.
- Opino que usted se quede con el fragmento- dice Miroku mientras
piensa "por un instante vi como se purifico el fragmento".
- ¿No te da gusto escuchar eso Inu Yasha?- pregunta
Aome a Inu Yasha.
A la mañana siguiente el monje Miroku le dice a Aome
que los va a acompañar en su búsqueda.
- Además, el joven Inu Yasha es una buena persona-
agrega Miroku
- Es verdad, en realidad es una persona bondadosa, aunque
no se haya dado cuenta. Si hubiera querido al matar al pintor
hubiera terminado todo, pero en lugar de eso, solo corto el
estuche de Bambú.
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Miroku observa
cómo Aome
purifica el
fragmento de
la perla
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Fin del episodio
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