I. CASCO ANTIGUO
El casco antiguo (llamado de una forma un tanto
hortera "City" en los planos del metro) queda enmarcado (desde
el edificio Urania y en sentido contrario a las agujas del reloj) por el
antiguo cauce del Danubio, la línea 2 de metro y la línea 3 (aunque
ésta incluye una parte del "parque de la ciudad, Stadtpark, que
está en el distrito 3) hasta volver al antiguo cauce.
La calle que forma un "anillo" dentro
del casco viejo es la que lleva ese nombre, el Ring, y que se construyó
a fines del siglo XIX sobre el solar de las antiguas murallas. Aquí
puede verse el distrito uno en el marco de las líneas de metro,
tranvía y autobús:
Entre
los edificios más importantes del distrito uno hay que citar en primer
lugar la catedral de San Esteban, y entre las calles el Graben y la
calle de Carintia, que sale del Graben junto a la catedral hasta llegar
al Ring a la altura de la Ópera. Se dice que, antes, los tranvías al
parar allí decían: Kärntner Ring-Oper, Mittelpunkt Europas (calle de
Carintia, Ópera, centro de Europa, en austriaco rima, ya que Oper se
dice "Opa").
La
Kärntner Straße es la típica calle de compras caras para turistas. En
medio del Graben está la columna en honor a la Santísima Trinidad
habitual en las ciudades centroeuropeas (llamada columna de la peste,
por haberse erigido en agradecimiento después de librarse la ciudad de
una de ellas), y al fondo la iglesia de San Pedro: en la cúpula puede
verse, en el extremo que da hacia el presbiterio (en la iglesia de San
Carlos está en el extremo opuesto) un escudo que contiene los de
España, país que por entonces
estaba enfrascado en la guerra de sucesión, donde uno de los
pretendientes era el monarca austríaco (aunque perdió la guerra,
siguió usando ese escudo el resto de su vida, como se ve en San Carlos,
en San Pedro por la fecha que lleva, 1702, aún podía considerarse con
derecho a usarlos).
Un elemento del paisaje urbano en el distrito uno
son los cocheros (llamados Fiaker, palabra que los alemanes no conocen,
o todo lo más anotan sin más que procede del
francés, en cambio no dicen de dónde viene la que ellos usan,
Kutscher, pero para saberlo a un castellanohablante le basta con
consultar el diccionario de la RAE y ver que coche procede del húngaro
kocsi, carruaje. La empresa más importante de cocheros
ofrece explicaciones en inglés, italiano o francés; una vez más, el
castellano queda marginado. Los precios
son a partir de 40 euros el
viaje más corto, 95 por una hora dando la vuelta al Ring y casco viejo,
145 por hora y media hasta Schönbrunn.
Hablando de idiomas hay que decir que la cosa es más favorable al de
Cervantes en la empresa Wiener
Spaziergänge, donde sobre 20 guías, dos hablan castellano, cinco
francés y doce inglés, pero ninguno italiano. Cualquier ocasión es
buena para aprender algo, y aquí vemos a una madre que no suelta de la
mano la guía turística mientras acarrea a su chavalillo (que por
cierto parece tener ya edad para poder andar) por la plaza de San
Esteban.
En
la catedral de San Esteban, entrando a la derecha, junto a la capilla
del Santísimo, se venera el icono de María Potsch, procedente de la
localidad de dicho nombre en Hungría.
Si en lugar de ir hacia el Graben vamos en
dirección contraria a la de la calle de Carintia (es decir, mirando la
fachada de la catedral a la izquierda, llegamos a la calle del mercado
de carnes (Fleischmarkt), y tomándola a la derecha llegamos hasta una
iglesia griega, a la izquierda de la cual está la "casa con la
imagen de la Virgen" (del siglo XVII) y entre ambas un callejón
que nos lleva hacia la plaza de Suecia (muelle de Francisco José). Este
callejón se
llama en su primer tramo calleja de los griegos (Griechengasse) y en el
segundo bajada del puerto (Hafnersteig, por cierto que en ella hay un
restaurante español que se llama "El pulpo"), ya que la
Griechengasse tuerce a la izquierda. Pues bien, en este quiebro se
encuentra una placa que una buena conocedora de Viena me señaló como
curiosidad poco conocida, e interesante por el lenguaje y la forma en
que se expresa la orden que contiene.
Aquí puede verse la imagen de la Virgen de la
casa frente a la iglesia ortodoxa griega.
La placa de la Griechegasse data de 1912, reinado
de Francisco José y vísperas de la primera
guerra mundial. Advierte a los peatones (llamados primero Fussgeher y
luego con el más habitual Fussgänger) que tengan cuidado con "el
carro" (de carga, Fuhrwerk) y a los conductores de que circulen con
precaución: los conductores (aquí llamados Kutscher) de carros de
carga pesados deben conducir al paso. Schrittfahren aparece tanto en el
Wahrig como en el Österreichisches Wörterbuch (33a ed., 1972) como
circular muy despacio (para caballos tenemos en castellano la expresión
"ir al paso"). Se debe llevar a los
caballos de las riendaso enviar por delante a alguien para que avise a
los peatones. Tampoco parece que "haber de conducir" sea un
austracismo (aunque en la web sólo he encontrado el verbo haber como
modal de obligación en lugar de müssen en una página
de la Universidad de Viena, donde se habla de "Personen, die
Ferngespräche zu führen haben"). Total, que la placa es curiosa,
aunque quizá no rarísima en cuanto a sus peculiaridades lingüísticas.
El distrito 1 deja ver que Viena está
planificada con un sistema circular o concéntrico, que a algunos
como el arquitecto Christian
Kühn no les gusta en absoluto. Claro que muchos de los distritos
que ha ido absorviendo son antiguos pueblos que dan a la ciudad-estado (federado)
una gran variedad. Kühn se extraña por el eufemismo que ha llevado a
cambiar de nombre al antiguo cauce del Danubio, que se llama Donaukanal
(Canal del Danubio), ya que no es más que un ramal "muerto"
después de haberse desviado el cauce.
Ahora es habitual referirse a él como Innere
Donau (Danubio interior), como si quedara dignificado por pasar más
cerca del centro de la ciudad: la palabra canal resulta para muchos
vieneses indigna de un ramal que linda con la "ciudad interior"
(nombre que oficialmente sigue llevando el distrito uno: la expresión
castellana "casco viejo" seguramente tampoco sería del agrado
de muchos vieneses). El edificio Urania (con
su cúpula redondeada), marca la linde del casco viejo, mientras que los
puentes (el que está justo delante de Urania, que se ve en la foto
aérea, es la Aspernbrücke) pertenecen ya al distrito dos
(Leopoldstadt).
Por si a alguno le quedara la duda, está claro
que el Danubio (al menos el Donaukanal)
no es azul. En esta foto, tomada desde el mismo puente de Santa María,
pero hacia el noroeste (río arriba) vemos de nuevo el muelle (escrito
Kai, pero no pronunciado como el francés Quai, qué, sino "quei").
Y por último, abajo, la imagen de la Virgen en el puente desde el que
están hechas las fotos.
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