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Sentir al Líbano Escribir sobre lo que uno no conoce es inapropiado, pero sí es coherente hacerlo cuando existen sentimientos muy fuertes hacia lo que me voy a referir. Voy a escribir sobre el Líbano ,no lo conozco físicamente , pero lo siento, es como esas cosas que uno lleva desde siempre , pero dormida, hasta que despierta y es ahí cuando uno toma conciencia. La década del 1900 quedó muy lejana ,pero es en ese tiempo donde comienza este sentir ,en esa década llegó mi abuelo desde una tierra muy lejana ,siendo un adolescente de 18 años ,y como muchos otros o mejor dicho como casi todos ,sin nada ,a tratar de forjarse un porvenir venturoso en esta tierra generosa. Con el paso de los años formó su familia ,de la cual es natural ,soy uno de esos retoños. La identidad queramos o no está en nosotros ,en nuestra sangre ,en nuestros gestos ,en las miradas ,en nuestra voz, cómo renegar de ella que aunque callada ,nos llama. Yo quiero volver a Líbano ,usted dirá si no lo conoce- , pero yo lo conozco de otra forma ,lo conozco desde el corazón y el término volver lo utilizo porque el día que pise esa tierra ,mi abuelo va conmigo. Los cedros , las montañas ,los arroyos cristalinos ,el mediterráneo besando sus costas ,todo eso ya lo sé, voy a otra cosa ,voy a su gente ,mi gente ,al pueblo , mi pueblo, a sus costumbres ,mis costumbres y a su historia, que es la mía . Esa historia que habla de la perla de medio oriente , de sus paisajes maravillosos ,de su gente generosa, hospitalaria ,y el presente que lastima ,hiere ,al ver tanta maravilla destruida. Este presente es el que me hace tomar conciencia de cuan lejos y cuan cerca está mi patria de origen ,lejos en los kilómetros y cerca en el sentimiento ,que se traduce en bronca y en esperanza ,bronca por la destrucción y esperanza en que todo vuelva a ser como me contaron . El anhelo por el Líbano siempre está presente , en mi mente se dibujan las vivencias de los que fueron ,como si me hubieran ocurrido a mí ,o sea tratando de imaginarme caminando por Beirut ,o por mi pueblo, disfrutando de rondas de arguille y comidas bajo las sombras de las parras que hay por doquier, mirando como hacen el pan ,ese pan tan fino que se deshace solo en la boca , hay tantas cosas que uno haría que no me alcanzarían mil hojas para describirlo todo. A veces sueño que estoy viajando hacia allá ,llegar , besar su suelo ,emocionarme ,sentir sus aromas y sus voces en la lengua del paraíso ,abrazar a mis parientes y llorar, regar los cedros con mis lágrimas de felicidad y luego, luego no hay más . Galib Moussa |