El musulmán (del árabe muslim) es
quien vive según el Islam es decir quien se ha sometido a la Voluntad divina expresada en
la Revelación y actúa según lo que ésta dispone.
En lo cotidiano la condición de
musulmán implica una serie de actos obligatorios:
- Las oraciones diarias prescriptas,
- El ayuno del mes de Ramadán,
- El pago de una contribución sobre la
riqueza
- La peregrinación a los lugares santos
donde transcurrieron los capítulos más importantes de la historia sagrada de la
humanidad
- El combate en defensa de la fe.
La oración prescripta se realiza
cinco veces al día y es, como dijo el Profeta, el pilar del modo de vida islámico. A
través de ella el musulmán se dirige a su Señor sin intermediarios, desde cualquier
lugar limpio y tranquilo, en momentos claves de su jornada; y esta incesante renovación
del vínculo que lo une al Creador lo mantiene limpio, lo aleja del error, como dice el
Generoso Corán: «Por cierto que la oración preserva de la iniquidad y la obscenidad»
(29:45).
El ayuno obligatorio se realiza
durante todo el mes de Ramadán, noveno del calendario lunar islámico. Consiste en la
abstención rigurosa de comida, bebida y otras satisfacciones sensuales durante las horas
de luz diurna. Esta práctica, que siempre formó parte de la enseñanza divina («Se os
ha prescripto el ayuno como fue prescripto a quienes os precedieron ... », 2:183), tiene
enormes beneficios para el alma y el cuerpo. Educa al hombre en la paciencia y el
sacrificio, equipara a ricos y pobres en el hambre y la sed y, sobre todo, apartando al
alma de sus apetencias cotidianas y automáticas, la hace volverse hacia lo sublime y la
vuelve humilde y agradecida.
La contribución o caridad (zakat) es
un reconocimiento de que toda riqueza y provisión emana de Dios, y de que somos
responsables ante El por el uso que hacemos de aquello que nos dio. La caridad purifica la
riqueza y es para los pobres, los necesitados, y para las obras de bien y la causa de la
fe.
La peregrinación es para el musulmán
como un retomo al origen, una recreación de la historia sagrada, una anticipación del
Día del Juicio, un sacrificio en procura de la indulgencia divina. La historia de Adán y
Eva ,de Abraham e Ismael, y del Profeta Muhammad, con todos ellos sea la bendición de
Dios, conoció hitos fundamentales en la sagrada ciudad de La Meca. Hacia allí se dirige
el creyente a buscar el significado último de su existencia y del género humano y en
procura del perdón de Dios.
El combate o esfuerzo por la causa de
Dios ,es la defensa activa de la fe ,de su modo de vida ,y de la justicia que dispone.
Y esta combate (Yihad) solo es lícito
en legítima defensa de estos valores fundamentales para el individuo y la comunidad .Todo
verdadero musulmanes entonces un muyáhid , un combatiente, alguien que se esfuerza por
el bien y la justicia ,con la palabra o con los hechos ,tanto en su sociedad como en la
intimidad de su alma .
A estos pilares básicos de la
conducta islámica se suman muchos otros , pues el Islam propone una ética ,una conducta
integral y perfecta derivada del ejemplo de los Profetas ,a la cual no escapan ni los
actos mas pequeños .

Posición de
Suyud-(prosternación)

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