Los vertebrados extintos y fósiles de Tagua-Tagua. (*)El sitio de Tagua-Tagua se ha hecho célebre en los ámbitos de la investigación arqueológica sudamericana, y americana en general. Está ubicada en la provincia de Cachapoal, Región de O'higgins, Chile Central, hacia los 34°, 30' de latitud sur; y los 71°, 06' de longitud oeste. Su interés principal radica en el descubrimiento de acción fehaciente de actividad humana y fauna extinguida (pleistocena), en un momento que se calcula aproximadamente hace 10 o 12 mil años atrás. La laguna de Tagua-Tagua se encuentra a una distancia de 10 kilómetros de la ciudad de San Vicente de Tagua-Tagua, provincia de Cachapoal. Ocupaba una cuenca de alturas medianas, correspondientes a ramificaciones de la cordillera de los Andes que corren hasta el oeste, produciendo irregularidades en la configuración de la depresión que constituye el llano central de Chile. Estas alturas se desprenden del extremo occidental de los cerros del Tambo (Cordillera el Tambo), yendo hacia el norte hasta unirse con los cerros de Tagua-Tagua que encierran por el oeste la hoya de la antigua laguna (Cordillera de Yáquil). La laguna se extendía de este a oeste, formando una figura elíptica, y su hoya medía unos 13 kilómetros de large, de este a oeste, y 9 a 10 kilómetros de sur a norte. Con las lluvias de invierno, las aguas llegaban a abarcar hasta 31 kilómetros cuadrados de superficie, es de cir, más de 3.100 hectáreas. Su profundidad promedio era de 5 metros, y en condiciones normales, cerca de sus orillas formaba playas de suaves pendientes. Alrededor del año 1833, don Javier Errazuriz Sotomayor concibió un proyecto de desague parcial de la laguna, la que no tenía desague natural, provocando inundaciones durante los años especialmente lluviosos. Los trabajos duraron cerca de 10 años. Es posible que un súbito aumento del nivel de las aguas habría hecho que éstas irrumpieran con fuerza en el tunel que se estaba construyendo para tal efecto, el que incapaz de contener la crecida, fue desecho por ella dejando libre paso a sus aguas y desecando la laguna. En el curso de los trabajos de desague aparecieron restos de fauna pleistocénica, especialmente de mastodonte (Cuvieronius humboldti), los que fueron enviados al Museo de Historia Natural de París, y se ilustran en el Atlas de Gay de 1844. En 1868 Ignacio Domeyko hace una extensa descripción geológica del lugar, pues estima que la antigua laguna de Tagua-Tagua es la localidad donde hasta ese momento, con mayor abundancia se habían encontrado huesos de Mastodonte en Chile. Aseveración que se confirma años después.
Existen antecedentes de la presencia de Caballos Americanos (Equus sp.) para la zona de la laguna. Esta evidencia viene aportada por los trabajos de Gay (1848), quien describe e ilustra un molar inferior, obtenido a raiz de la apertura del socavón que permitió desaguarse a la laguna. También estan las evidencias de artefactos de hueso (retocadores, compresores), elaborados en huesos de caballo. Se han encontrado además restos escasos de un cérvido, con pequeñas porciones de maxilar y mandíbula, y otros fragmentos craneanos. Los restos conservados de este la dentadura son suficientemente claros para demostrar su asignación a Hippocamelus sp., es decir el huemul actual de Chile cordillerano. Una pequeña porción proximal de rama mandibular derecha encontrada en las excavaciones realizadas en el sector denominado "El Socavón" en 1968, infieren que se trate probablemente de un pequeño cánido. por su morfología general y tamaño podría corresponder a un zorro culpeo (Pseudalopex culpaeus), o tal vez un representante del género Canis; Perro quizás traido por los mismos indígenas. Se han encontrado además en las mismas excavaciones, pequeñas porciones mandibulares y maxilares de Octodóntidos y Cricétidos (Roedores), junto a algunos elementos aislados como incisivos y una porción de maxilar de Caprómidos (ovinos). Han sido abundantes los restos de otros vertebrados, como aves, anfibios y peces (escamas, vértebras y huesos chatos). La mayoría de los huesos corresponderían a formas acuáticas. Entre los anfibios predomina el leptodactílido Caudiverbera caudiverbera, algunos ejemplares con tamaños gigantescos.
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