En
este artículo
Cierre
de empresas hasta en el Libertador
Una
realidad a cuestas
Municipio
Michelena
Santa
Ana,
municipio Córdoba
Es
cada vez más preocupante la situación de las empresas en
la región , día tras día se incrementa el número de
las empresas que cierran o tienen que reducir personal porque la
demanda de bienes y servicios es menor desde que este gobierno
impulso una política estadista que atenta contra la libre
empresa.
En un recorrido por distintos municipios del estado comprobamos
esta grave situación que arroja sombras sobre la paz social que
necesita el país en estos
difíciles momentos.
El
municipio Libertador, situado al este del estado Táchira, cuenta
con unos 17.744 habitantes –según censo del 2001-,
distribuidos en su capital Abejales y en sus dos parroquias Don
Emeterio Ochoa (San Antonio) y Doradas (El Milagro); este
municipio - a diferencia del Fernández Feo- cuenta con una
economía representada en un 70% agrícola, lo cual ha retardado
la reaparición de industrias fructíferas. Según cifras
suministradas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE),
sólo existen unas 25 industrias en este municipio distribuidas
en un 20% carpinterías, un 16% fábricas de bloques, 16% metalúrgica,
16% sastrerías y taller de costura, 12% Fabricas de alimentos,
8% aserraderos, 8% fabricas de guacales y alpargatas y por último
un 4% Panaderías.
En
el municipio Libertador también se puede observar una disminución
de industrias entre 2001 y 2003. Sin duda se han reducido un 20%
del total, siendo el más afectado el sector de metalúrgica con
un 6% de estas cerradas, en parte debido a la escasez de
repuestos para abastecer el negocio, además, la inflación de
estos han ocasionado que estas industrias terminen con la santa
maría abajo. Mientras otras se mantienen a flote gracias a las
drásticas medidas que se comienzan a tomar, siendo una de las
principales la reducción en la nómina y trabajar sólo con
empleados eventuales.
Conindustria
estimó, que el sector empresarial requiere para este año de
7mil millones de dólares para cubrir sus necesidades, lo que ni
siquiera actualmente abarca el 40% de estos gastos los
otorgamientos –selección subjetiva por parte del gobierno- de
divisas a los empresarios. Es por esta razón, que en lo que va
del 2003 se ha tenido que prever cierres parciales o totales de
industrias en todo el país mediante estrategias, aunque drásticas,
necesarias para evitar el cierre de más santa marías.
Sin
duda, los Municipio Fernández Feo y Libertador no escapan de
estas medidas, las cuales han determinado la reducción en las nóminas
de empleados, la paralización de las inversiones -puesto que en
este momento pueden resultar riesgosas-, la contratación de
empleados eventuales, trabajar en base de inventarios, reducir
los créditos a los compradores, disminuir las cargas horarias y,
en algunos casos, trabajar sólo con los empleados
indispensables para ejercer cada cargo en las industrias. Todo
esto con el fin de mantenerse en el mercado, aún cuando se
luche con una escasez del 75% en cuanto a proveedores de
materiales ya sea de construcción, de consumo o productos de
uso diario, repuestos mecánicos, entre otros; al igual que se
han visto mermadas las ventas en los últimos meses, debido a la
fuerte caída de la demanda que es ahora el principal problema
seguido por la falta de dólares para invertir.
No
hay que olvidar que en la mayoría de los estados del país y
sobre todo en los llanos, las empresas que existen son pequeñas
y medianas industrias, las cuales carecen de un músculo
financiero fuerte que les permita sobrevivir ante la actual
crisis económica, social y política. Dejando con un hilo de
incertidumbre el futuro de las empresas sobrevivientes al
recordar las palabras de Lope Mendoza, cuando pronostica más
cierre de estas empresas antes de culminar este año si la
situación en el país no mejora, trayendo consigo más
despidos, más desempleos y sin duda más pobreza. De seguir
esta política económica tal cual, lo más probable es que en
lugar de consolidar grandes empresas, Venezuela pasará a ser el
país con un elevado índice de personas dedicadas al comercio
informal, la inestable suerte de una remuneración inconstante,
injusta y sacrificada.
Para
1998 en el municipio Michelena funcionaban un total de 11 fábricas
de caramelos y confitería, ahora en el 2003 - aún cuando su
población sigue en franco ascenso- sólo se encuentran
laborando 4, que al igual que las extintas, no cumplen con todos
los requisitos legales, pero representan una de las mejores
opciones en un pueblo hasta donde no han llegado, a más de tres
años de haber sido anunciados, los tan urgidos planes de
desarrollo industrial de la actual administración.
Para
Luis Jaimes, propietario de las fábricas que aún se encuentra
laborando, el cierre de la mayoría de las dulcerías obedece a
la “normal competencia” en la cual sobreviven sólo los más
aptos. No obstante, Jaimes esconde su preocupación porque ante
el descenso de las ventas, ha tenido que reducir su personal a
menos de dos tercios de lo que para 1999 laboraba en su empresa.
Otro
ramo importante en la producción interna de Michelena es el
ensamblaje de carrocerías. En este, Carrocerías Michelena, del
señor Armando Torres, produce y distribuye a nivel regional,
nacional y hasta internacional, pues confiesa el mismo Torres
que sus cavas han sido encargadas desde Brasil. Esta empresa, al
igual que las obras tres del mismo ramo se encuentra funcionando
a media marcha, pues los altos precios y la dificultad para
importar algunos insumos y equipos han puesto a la empresa en el
dilema de producir cuanto se pueda o, simplemente, no producir.
Belkis
Moncada, administradora de la alcaldía del municipio Michelena,
confiesa que si bien en la entidad ha descendido la producción
interna, el gobierno municipal ha tratado también de apaliar
esta situación, pero de una forma bastante clásica y para nada
revolucionaria, agrandando la nómina de pagos de un municipio
con unos ingresos escasos y cuya disposición depende en sumo
grado del gobierno regional y nacional.
“Seguimos
dependiendo económicamente del gobierno central debido a que no
producimos, nunca hemos producido riqueza en este municipio”.
Moncada confiesa así el gran parecido entre ésta administración
y las anteriores, aunque en el aviso sobre el escritorio donde
destaca su nombre, se puede leer: “Administradora de la Alcaldía
REVOLUCIONARIA de Michelena". Es acá donde cabe
preguntarse la concepción del término “revolución” que
manejan los adeptos al actual gobierno.
El
municipio Michelena es un caso más de los que engrosan la lista
de entidades en crisis del estado Táchira, por no mencionar la
del país entero, en donde cada día se nota más el descalabro
de una economía que va directo a la quiebra y sin rumbo, porque
sus autoridades no llevan siquiera cuenta de su mermada producción,
o por lo menos así lo declaran Quizá sea mejor para ellos, y
hasta para la salud síquica de los ciudadanos, no tomarlas en
cuenta.
Santa
Ana,
municipio Córdoba
Santa
Ana es un pueblo que ha crecido en los últimos años como un
suburbio de San Cristóbal. El censo del año 2000 (O.C.E.I), señala
que tiene una población de 24.398 personas, que trabajan y
estudian en su mayoría en la ciudad de San Cristóbal y que
todas las tardes regresan a aquello que los sociólogos llaman,
ciudad-dormitorio.
Comercial
e industrialmente, Santa Ana es totalmente dependiente de San
Cristóbal, así que cuando el desempeño económico no es
favorable en la ciudad los municipios cercanos son fuertemente
afectados. Siendo Santa Ana un pueblo, tiene algunos comercios
que suplen las necesidades locales generalmente constantes y que
no se afectan por la crisis económica actual. Existen además
varias industrias relacionadas con el sector agrícola,
principalmente trapiches y beneficiaderos de café. Y unas pocas
industrias relacionadas a la construcción.
De
manera que Santa Ana no escapa de la recesión que vive el país
y que afecta a un 25 por ciento del comercio local, según
cifras de la alcaldía. Estas cifras se refieren al número de
empresas locales, con una tasa de desocupación del 18 al 22 por
ciento. Al cerrarse las fuentes de trabajo en San Cristóbal,
las personas, además de quedar sin trabajo, llegan a competir
con el empleo local lo que termina empeorando las cosas. Y es
que vale la pena preguntarse si quienes dirigen el país,
piensan en el sufrimiento de estas personas que todos los días
despiertan con la esperanza de conseguir un empleo y sin
embargo, se acuestan todas las noches con el orgullo destrozado
por no haber conseguido un trabajo.
Santa
Ana es la capital del municipio Córdoba y asombra lo bien
conservados que se encuentran sus ecosistemas. Es un sitio que
cuenta con un clima agradable y grandes bosques encerrados en
gargantas montañosas que serían muy atractivos para el
turismo. Sin embargo, la población no cuenta con ninguna
actividad económica relacionada y francamente el desarrollo del
municipio se ha visto frenado por la exigua carretera que le
sirve.
En
una pequeña encuesta entre los comerciantes de Santa Ana, la
mayoría expreso que la condición de su compañía era regular.
Como el señor Mauricio Molina - vendedor de carne frente a la
plaza Bolívar - quien explicó que hace pocos años sacrificaba
el doble de animales que ahora.
Para
los comerciantes de la región, el paro de las cúpulas políticas
de principios de años agravó una situación que era
francamente mala desde hacía tres años. Consideran además que
las políticas del gobierno central y regional han estado
alejadas de las soluciones efectivas y se han concentrado en
soluciones demagógicas de corto plazo para ganar adeptos con
miras al referéndum.
Casi
todos los entrevistados manifestaron haber realizado reducción
de personal este año, principalmente por el paro de principios
de año que paralizó la economía. Para Francisco Mechan, dueño
de una carpintería, la baja en la demanda lo ha obligado a
despedir parte del personal que regularmente mantenía, con la
promesa - dice él- de contratarlos nuevamente apenas las
condiciones mejoren. Además pocos manifestaron estar en
condiciones de contratar personal este año por cuando las
expectativas de mejoría pronta son escasas.
En
lo que si concuerdan todos es en la salida. El referéndum es la
salida que necesita el país y ponen todas sus esperanzas en un
desenlace que traiga lo mejor para el país. Para algunos Chávez
debería salir, otros no se muestran tan afanados diciendo que,
salga o no Chávez, la situación debería estabilizarse hasta
las próximas elecciones dándole un respiro a la economía
nacional.
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