Citas de Groucho Marx Pág 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8
A medida que gano en experiencia, pierdo en pelo.
¿A quién va usted a creer, a mí o a sus ojos?
Arthur, hijo menor de Groucho le espeta: "Papá, el hombre de la basura está
aquí". A lo que él responde: "Dile que hoy no queremos".
Cásate conmigo y nunca más miraré a otro caballo. (Un Día en las Carreras)
Coincidí en un ascensor con la Garbo, tocada con uno de sus famosos sombreros
masculinos. Le dije: "Hola", y comoquiera que no respondió, me disculpé: "Oh,
perdón, creí que era usted un conocido".
Con el paso de los años he ido simplificando mi vida hasta lo único que tiene
una importancia capital: el juego y el sexo.
Cortejé a una dama durante casi dos años, hasta que descubrí que sus gustos
eran idénticos a los míos: ella también estaba loca por las mujeres.
Cuando empecé en el teatro de variedades todos los actores robábamos un poco,
cosillas sin importancia como toallas de hotel y pequeñas alfombras. Había
unos cuantos actores que arremetían contra cualquier cosa que pudieran meter
en su baúl. Un actor fue sorprendido tratando de escapar con un enano que
formaba parte de otro número.
Cuantas más faltas de ortografía hay en la carta de una admiradora más hermosa
sé que es.
De todas mis admiradoras, mi ex-mujer es la más exigente: no sólo quiere mi
autógrafo, lo quiere sobre un cheque en blanco.
Debo confesar que nací a una edad muy temprana.
Decidme, os lo ruego, ¿qué personas se levantan con el alba? Policías,
bomberos, basureros, conductores de autobús, dependientes y otros de las
clases más humildes. No ves a Marilyn Monroe levantándose a las seis de la
mañana... la verdad es que yo no veo a Marilyn levantándose a ninguna hora, lo
cual es una lástima.
Dejé de frecuentar el hogar de los Bogart porque estaba sobre una colina, y
cuando Humphrey abusaba de la bebida, cosa que sucedía a diario, se entretenía
despeñando a algún invitado ladera abajo.
Desde que en una velada literaria aseguré que la metáfora es un caballo, no
soy muy bien recibido por los intelectuales.
Detrás de un gran hombre hay una gran mujer y detrás de ésta su esposa.
Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no los conozco muy bien.
Durante un tiempo fui socio de un club en el que mujeres y hombres comían en
salones separados. De entonces proviene seguramente mi afición a travestirme y
a visitar los servicios cada diez minutos.
Un redactor de la revista 'Variety' pregunta a
Groucho qué le enamoró de su última esposa: "Se parece a un ascensorista que
conocí en Lima, Ohio, hace quince años".
El doctor me ha recetado contra el insomnio unos supositorios tan efectivos
que el otro día pisé uno y se me durmió un pie.
En Hollywood nadie escribe su propio correo. La correspondencia es siempre
enviada al abogado, al médico, al agente. Si uno recibe una carta de su
dentista, nunca le contesta. Se limita a enviarle las pocas caries que le
queden, y él las empasta y se las remite a su abogado.
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