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personajes ilustres
Fray Bartolomé Anento y Peligero (1646-1679) Maestro mercedario y profesor de la Universidad de Salamanca
La vida de Fray Anento Bartolomé Anento y Peligero nació en Villanueva de Jiloca, aldea de la comunidad de Daroca (Zaragoza), el 16 de abril de 1646. Sus padres fueron Gil Anento y Ana Peligero, quienes lo bautizaron el 18 del mismo mes, educándolo cristianamente. A los 11 años le enviaron sus padres a estudiar a Zaragoza con su hermano Francisco Anento, quien más tarde se convertiría en doctor en Teología por la Universidad de Zaragoza y celoso párroco de Monreal del Campo. Bartolomé iba a estudiar Filosofía y, alejándose de su hermano carnal, entra en el convento de San Lázaro de la misma ciudad. A los 12 años toma el hábito como miembro de la real y militar orden de la Merced el 6 de marzo de 1658, profesando a partir del 22 de abril de 1662. Sus progresos en las letras eran tan asombrosos que a los once años ya era un consumado latino, humanista y poeta en latín y castellano. Siendo novicio, la comunidad mercedaria de San Lázaro acudió a recibir solemnemente al ilustre miembro de la Merced, fray Juan Cebrián quien era a su vez arzobispo de Zaragoza; cargo al que más tarde el rey Felipe IV unió el de virrey y capitán general del reino de Aragón. El novicio Anento se acercó junto a los demás clérigos a besar la mano de Su Excelencia. Le encomendaron la tarea de dar la bienvenida a Su Excelencia en verso. "Obedeció puntual y habló en verso tanto y tan bien que el Arzobispo asistió con asombro y previsión de lo que prometía el temprano anuncio del novicio", según cuenta fray Francisco de Neyla también mercedario. Bartolomé Anento, una vez profesado viaja a Salamanca, poniéndose grandes esperanzas en el joven estudiante. Ya en Salamanca en 1669 ante testigos y bajo juramento "provó haber oido en su convento de su Religión de la Ciudad de Zaragoza tres cursos de Artes, uno de Letras, otro de lógica y otro de Philisophia" describió Jerónimo Monreal otro diocesano de San Lázaro de Zaragoza. Son menos conocidos sus estudios sobre Teología en Zaragoza, pero fueron corroborados por él mismo cuando se gradúa en Teología en Salamanca, afirma que ha "aprobado sus cursos de Theología en mayo del sesenta y seis", según cuentan crónicas de la época. Se matriculó para esta disciplina en el curso 1662-1663. Al finalizar el cuarto curso se ordena sacerdote en la misma Vera Cruz de Salamanca, en el colegio correspondiente a la orden mercedaria. Cuando termina su trayectoria sacerdotal comienza la universitaria. Con 17 años y la gran fama que le precedía, llega a la Ciudad del Tormes. Aquí realizó su primera oposición a la cátedra de Prima de Humanidad que había quedado vacante. El padre Neyla nos cuenta esta parte de su vida con especial énfasis: "vacando en la Universidad el año siguiente (que era a los diez y siete de su edad) la Cátedra de prima de Humanidad, le mando el rector saliera a su oposición... Leyó con tal acierto, desembarazo, eloquencia y erudición que se celebró por assombro de la naturaleza". Fray Anento realizó un informe para captar la benevolencia de los jueces, que transcribe íntegramente el padre Neyla. Los maestros de la Universidad quedaron asombrados y varios escribieron al Consejo de Castilla que no le diesen la cátedra por razón de su edad, pero que se tomase nota de este hecho prodigioso. Efectivamente, el Consejo de Castilla escribe una carta a fray Bartolomé Anento felicitándole y pidiendo que continúe sus trabajos y estudios para poder premiarlos más tarde. La carta está firmada el 23 de junio de 1663 y la transcribe el padre Neyla. En esta primera oposición de fray Anento con 17 años a Prima de Humanidad, que realiza en abril de 1663, se le denomina simplemente colegial de la Vera Cruz porque no tenía grados ni mayores méritos académicos. Se destaca "esta es su primera oposición, leyó y actuó" según narra el padre Neyla. A él y sus coopositores se les asignó puntos de Laurencio Valla, para leer la primera hora de su lección y en las Odas de Horacio para la hora restante y acabadas las lecciones se arguyeron entre sí, promisquamente los opositores, conforme se ha estilado en otras vacantes de semejantes cátedras. Se mandaron a Madrid los informes de todos los opositores. Se provee en el Bachiller Pedro Méndez de Madrid pero se envió una carta para fray Anento con la obligación de "darla en su mano", también según el padre Neyla. Fracasado parcialmente en esta primera oposición sigue sus tareas de colegial de la Vera Cruz y de estudiante de Teología. Después de ser ordenado sacerdote es enviado como maestro de estudiantes de Valladolid por breve tiempo, porque pronto aparece en Toledo como profesor de Filosofía para prepararse para las oposiciones universitarias de Salamanca. Nos lo documenta de nuevo el padre Neyla: "prueba aver leído en su convento de la ciudad de Toledo tres años de Artes desde San Lucas de sesenta y cinco hasta San Juan de sesenta y ocho y aver presidido seis actos públicos de conclusiones de Artes en concurso de las religiones; los cinco en la ciudad de Toledo y el otro en Aragón". Como añade el padre Neyla: "concluida la lectura de Artes le mandan volver a Salamanca con el oficio de Lector de Teología y opositor a cátedras de la Universidad". De aquí en adelante, con frecuencia el padre Anento se titulará "Lector de Teología en el colegio de la Vera Cruz" de la Merced de Salamanca, como veremos a continuación. Al fallecer el titular de la cátedra de Retórica sale a oposición y se presenta el padre Anento, que, como era costumbre, exhibe una hoja impresa con sus méritos, dirigida al Rey. Se transcribe literalmente, porque ahorra noticias y comentarios: << Señor. Títulos de Fr. Bartolomé Anento y Peligero, único oppositor a la cáthedra de propiedad de Rethorica. que en esta Universidad está vaca por muerte del Mtro. D. Joseph de Puga.>> << Fr. Bartolomé Anento y Peligero de la Orden de Ntra. Señora de la Merced calzada, Bachiller en Artes y Theología por esta Universidad, fue oppositor a la cáthedra de Prima de Humanidad, que se proveyó en el Mtro.D. Pedro Méndez en julio de seiscientos y sesenta y tres. Y como tal leyó de oposición hora y media, arguyó y fue arguido por sus coopositores.>> << Por muerte del Mtro. D. Joseph de Puga se dio por vaca la cáthedra de propiedad de Rethórica en dos de septiembre de seiscientos y sesenta y nueve, con término de dos meses que corrieron desde primero de octubre. Y para descubrir sujetos que se opusiesen a la dicha cátedra, se remitieron edictos a las Universidades de Valladolid y Alcalá, y se afijaron en esta de Salamanca. Y en el dicho término se opuso a ella el dicho Fr. Bartolomé Anento y el Dr. D. Pedro de Contreras, cathedrático de Rethórica de la Universidad. Guarde Dios y prospere a V. M. para bien de la monarchia. Desde Claustro de la Universidad de Salamanca, a quatro de marzo de mil seiscientos y setenta".>> Una vez que estaba en posesión de la cátedra de Retórica desde el 2 de abril de 1670, los Estatutos y la costumbre de la Universidad le obligaban a graduarse en Artes. Por eso el miércoles 13 de agosto de 1670 hubo un Claustro de Cancelario en la capilla de San Jerónimo. << Entró en la dicha Capilla el dicho P. Fr. Bartolomé Anento de la Orden de Nuestra señora de la Merced calzada y estando en pie y descubierta la cabeza y dijo que habiendo acabado sus Cursos de la Facultad de Artes el año 1660, se graduó de Bachiller en la misma Facultad por esta Universidad en los doce de agosto de mil seiscientos y sesenta y nueve, como constaba en su título de que hacía presentación. Y que en dos de abril deste año de seiscientos y sesenta había tomado posesión de la cáthedra de propiedad de Rethorica, que tiene por merced y provisión de su Majestad y Señores del Real Consejo. Y conforme a Estatutos y estilo desta Universidad le obliga a dicha cathedra a graduarse de Licenciado y Maestro en Artes por esta Universidad.>> Pide que le dispensen del examen en la capilla de Santa Bárbara, como se había hecho a otros, por ejemplo a don José de Puga que había sido <<cathedrático de Rethorica>> también. Votaron todos a favor de la concesión de lo que fray Anento pedía y el martes 19 de agosto el señor cancelario le concedió <<el grado de Licenciado en Artes por esta Universidad>> y el permiso para pudiera graduarse de Maestro en Artes por esta Universidad. Se le conceden también entonces todos los privilegios y honores habituales, el grado de Maestro de Artes, en el mismo acto, previas unas conclusiones con la respuesta a las objeciones. Pero el padre Anento quería estar plenamente preparado para opositar en Filosofía y Teología. Por ello el 24 de mayo de 1671 se presenta para licenciado en Teología. El secretario de la Universidad dijo que el padre Bartolomé Anento <<habiendo acabado sus cursos de Teología en mayo de sesenta y seis se graduó de Bachiller por esta Universidad a veinte y cinco de agosto de sesenta y nueve.>> Se examinó en la capilla de Santa Bárbara el 27 de mayo de 1671 y recibe la Licencia de Teología <<habiendo sido examinado en la Facultad de Teología rigurosissimamente por los examinadores... y que por todos los honores y prerrogativas.>> El grado de maestro en Teología era más fácil, porque ya era doctor en esa Facultad por la Universidad dominicana de Ávila y solamente se necesitaba incorporarlo en Salamanca. De manera, el 26 de junio de 1671 años << entró en el Claustro el dicho P. M. Fr. Bartolomé Anento y dijo que él era graduado de Licenciado en la Facultad de Theologia por esta Universidad y de Maestro en la misma Facultad por la de Ávila, como constaba el testimonio que tenía presentado, en virtud del qual pidió ser incorporado en esta Universidad y que estaba presto para pagar propinas>>. El padre Anento sale del claustro y <<se leió testimonio del grado de Maestro de Theología de la Universidad a diez de este mes de junio. Venía firmado de Juan de Mier Villar, Secretario de la dicha Universidad.>> El padre mercedario fray José González era el padrino del graduando y después de las necesarias deliberaciones fue a buscarlo y puesto de rodillas. El señor cancelario le puso las insignias, <<diciendo le agregaba e incorporaba de maestro en Theologia por esta Universidad>> con todas las exenciones y gracias de tales maestros por esta Universidad. Se termina el acto con la profesión de fe y el juramento de defender en público y en privado la Inmaculada Concepción, lo que también había hecho al obtener los grados en Filosofía. El primer de julio de 1671 el padre Anento pide al claustro <<entrar en los exámenes y capillas de Theologia>>, a pesar de algunas costumbres en contra. Por fuerte mayoría fue concedido al padre Anento lo que pedía. En el Archivo Universitario esta la discusión pormenorizada con la interpretación de los Estatutos. El problema se agrava institucionalmente cuando se queda sin cátedra. Pienso que a estos problemas se refiere Neyla cuando afirma <<por su gran prudencia y amable trato, aunque no le tocava estando sin cáthedra, lo hicieron del Claustro de la Universidad y Examinador en los grados>>. En posesión de su cátedra de Retórica en propiedad, el padre Anento aspiraba a más. Así el 25 de junio de 1675 toma posesión de una regencia de Artes, después de haber opositado dos veces. En 1676 y 1677 oposita respectivamente a las cátedras de propiedad de Lógica y de Súmulas, perdiendo en ambos casos. A la de Súmulas vuelve a opositar poco antes de morir en agosto de 1679 y también la pierde. Bernabé observa que sus pretensiones más fuertes eran las de Teología y en 1678 había opositado a la cátedra de Teología Moral que también pierde. Interviene en muchos actos públicos en la Universidad y en la Vera Cruz, pero no parece haber tenido más que dos cátedras dichas, la de Retórica y una regencia de Artes. Se conservan los procesos de la oposición a tales cátedras. Para terminar y resumir convenientemente la vida Universitaria del padre Anento, copio el siguiente impreso, que fue encontrado en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, libro 10.995, que condensa así su vida académica, un año antes de su prematura muerte: << Títulos del P. M. Fr. Bartolomé Anento, cathedratico de Regencia de Artes y Regente de los Estudios de su Colegio de la Veracruz, del Real Orden de Nuestra Señora de la Merced, Redención de Cautivos, opositor a cátedras de propiedad de Artes y Teología.>> << Yo, Sebastián García de Paredes, Notario público, Apostólico Secretario de la Universidad de esta ciudad de Salamanca: doy fe y testimonio verdadero que el P. M. Fr. Bartolomé Anento del Orden de Nuestra Señora de la Merced, Redención de cautivos, cathedrático de Regencia de Artes, de que le hizo merced su Majestad, dándole la primera de dos que estaban vacas, en junio de mil seiscientos y setenta y cinco, está graduado de Bachiller en Artes y Theologia por esta Universidad y de Licenciado y Maestro en la Facultad de Artes y de Licenciado en la Facultad de Theología por esta Universidad y Maestro por la de Ávila, incorporado en esta de Salamanca.>> << Consta aver presidido en esta Universidad siete Actos de conclusiones de la Facultad de Teología, quatro mayores y tres menores desde enero de setenta y dos.>> << Consta aver arguido en los exámenes de la Capilla de Santa Bárbara, que le ha tocado arguir desde que se graduó.>> << Consta aver leido en su convento de Toledo tres años de la Facultad de Artes; y aver presidido seis actos públicos de la Facultad de Artes, en concurso de las religiones, y aver leído en su colegio de la Vera Cruz de esta Universidad siete años Theología hasta que Su Majestad le hizo cathedrático de Regencia, y aver presidido siete actos de Theología públicos en el dicho Colegio de la Vera Cruz, y aver presidido en el Capítulo de su Religión celebró en la ciudad de Barcelona un Acto de Theología en mayo de setenta y tres, y aver presidido en el Capítulo General que su Religión celebró en la ciudad de Guadalajara un Acto de toda la Theología, en octubre de setenta y seis, y aver arguido y replicado en las Comunidades Religiosas a los Actos de Theología.>> << Consta aver leído de oposición a las Cátedras de esta Universidad diez veces con la de propiedad de Súmulas que está vaca.>> << Consta aver empezado los Cursos de la Facultad de Artes año de mil seiscientos y cincuenta y siete.>> << Y de pedimento del dicho Padre Maestro Fr. Bartolomé Anento dí este en Salamanca de mil seiscientos y setenta y ocho años.>> Muchas de las afirmaciones anteriores quedan también justificadas en este documento de Archivo Histórico Nacional de Madrid, que como queda dicho, en los procesos de cátedras aparecen impresos con la relación de méritos de los respectivos opositores a cátedra.
Su obra Informe que hizo Fray Bartolomé Anento, siendo de edad de 17 años, a la cátedra de Prima de Humanidad en la Universidad de Salamanca (Salamanca, 1663). Es la versión que nos transmite el padre Neyla, pp. 395-399 Oración fúnebre a las honras del Rey, nuestro Señor Phelipe Quarto, que celebró el Real Convento de la Encarnación a 17 de setiembre de este año de 1667. Díxola el Padre Lector Fray Bartolomé Aneto, del Real Orden de nuestra Señora de la Merced, Redención de cautivos. Dedícala a la Excelentísima Señora Condesa de Osorno, Duquesa de Galisteo, Condesa de Morata, Marquesa de Malpica, un criado suyo (Madrid 1667) 3 hojas + 20 pp. en 4º. En ese tiempo Anento estaba en Toledo, anota Neyla que, con la fama de sus predicaciones, <<sonó el eco en la Corte donde quisieron oírle: por tanto le encomendaron Sermones de mucho concurso, y entre ellos el de las honras del Señor Philippo IV en el real convento de la Encarnación. Llenó la expectación con el desempeño del asombro de la corte, que mirava en un joven de veinte años la circunspección de una ancianidad prudente, la eloquentia de un Cicerón y el espíritu de un Apóstol>>. Sermón que predicó en la fiesta de San Jorge, que todos los años celebra la Orden de Ntra. Sra. de Montesa y San Jorge de Alfama en el convento de Pinto de esta corte de religiosas del gran Patriarca San Bernardo, con asistencia del Sacro, Supremo y Real Consejo de Aragón, el M. R. P. Fr. Bartolomé de Anento, natural de Aragón, Religioso de la Orden de Nuestra Sra. de la Merced Calzada y Lector de Theologia. Dedícalo al Excmo. Sr. Christóbal Crespi de Valdaura (Madrid, D. Hidalgo, 1668) 2 h. + 22 fols. De texto, 21 cm. Oración panegírica sagrada que dixo en la real Capilla de San Jerónimo a la mayor Universidad del mundo, día de la gloriosísima mártir, prudentísima Virgen y sapientísima doctora Santa Catalina, en la Posesión de Señor Rector que tomó el nobilísimo señor don Gaspar Marqués de Bracamonte y Montalvo, caballero de la Orden de Calatrava, el P. M. Fr. Bartolomé Anento, Catedrático de Eloquencia de dicha Universidad de Salamanca y Lector de Teología del Colegio de la Vera Cruz del Real Orden de Ntra. Señora de la Merced, Redención de cautivos. Sácala a la luz Joseph Gonzalo Enríquez de Noreña, Bibliotecario de la Universidad y la consagra al Excmo. Sr. D. Gaspar de Bracamonte y Guzmán, Conde Peñaranda, Gobernador de España, Presidente de Indias, etc. (Salamanca, Melchor Estévez, 1670) 6 h. + 38 pp. De texto en 4º. Otros sermones famosos, que ignoramos si han sido impresos menciona, el padre Neyla: En la cartuja de Aula Dei de Zaragoza en la fiesta de San Bruno. Fue a petición de don Juan de Austria, virrey de Aragón. En el año 1677 los Duques de Alba llegan a Alba para celebrar la traslación del cuerpo de santa Teresa de Jesús <<de quien fue singular y tierno devoto el Maestro Anento>>. Era un octavario de predicadores diferentes y famosos. Ante la enfermedad de uno de ellos el Duque de Alba llama al padre Anento que estaba en Alba. <<Fue su desempeño tal que desde entonces hubo de firmar pacto de estrecha amistad con el Duque, la que conservó su Excelencia y todos sus hijos con raras demostraciones>>. Vita Sancti Petri Paschasii, Episcopi et Martyris et Doctoris praeclarissimi, regalis Ordinis Beatae Mariae de Mercede (Madrid, B. Villadiego, 1672, 1676, 2º ed.). La segunda impresión se antepuso a la edición de las Opera de san Pedro Pascual (Madrid 1676), siendo general de la Orden fray Pedro Salazar. Tratado de elocuencia, Tractatus de angelis (el padre Harda guardaba el manuscrito), Poesías varias
Aprobaciones y censuras a otros autores Fray Payo Enríquez de Ribera, agustino, arzobispo de México, Tratado en que se defienden nueve proposiciones en quienes la V. María Ana de la Cruz, religiosa del convento de Santa Clara de Montilla dexó propuestas las gracias que dixo conceder Nuestro Señor a unas cruces (México, Viuda de Calderón, 1679) Academia que se celebró en la Universidad de Salamanca en tres de enero de 1672. En casa del Sr. D. Luis Losada y Rivadeneyra, su Rector y Caballero del hábito de Santiago, siendo presidente D. Gaspar de Medina Ordóñez; Secretario D. Manuel de Sousa Moreyra; Fiscal D. Antonio de Villafañe (Salamanca, Melchor Estévez, s. Año, por 1671) Fray Isidro de San Juan, mercedario descalzo, Triunfo evangélico de Christo y sus santos en varios pregones panegíricos (Madrid, 1672).
Padre Anento, excelsa figura en Letras Humanas y Santidad Hemos visto algunos de los aspectos de la vida intelectual de un mercedario aragonés. El padre Anento fue un famoso predicador, gran poeta, profesor de Teología en la Vera Cruz de Salamanca, lector de Artes en el colegio de Toledo y en la Universidad de Salamanca. Su provincia le honró con los grados de maestro y era presentado con el oficio de definidor general. Por esta razón pudo asistir a algunos Capítulos Provinciales y Generales. Neyla señala que fue un milagro de la naturaleza, el fénix de nuestro siglo. Tuvo especial don de gentes y su parecer era muy apreciado en la Universidad y en la religión. De España y de Indias venía mucha gente a verle y consultarle. Pero todos sus estudios, encargos y ocupaciones le dejaban tiempo para la ocupación más preciosa que es el trato interior con Dios. De su frecuencia y fervorosa oración se derivaba su rara modestia, su puntual observancia, su rigurosa penitencia, su celo por las almas, su compasión y gran caridad. Veneraba a santa Teresa con gran devoción e iba muchas veces a Alba de Tormes a visitar su cuerpo. << Una de ellas mereció verle, apareciéndosele con amoroso semblante en el precioso corazón de la misma Santa que estaba adorando. Pidióle el padre Anento alcanzara del Señor aquello que más convenía a su alma, y entendiendo que era el parecer por Dios, se volvió a Salamanca prevenido para esperar algún trabajo. No tardó mucho, pues luego le sobrevino una recia enfermedad en que tuvo bien que sacrificar a Dios. Llevóla con admirable resignación y paciencia y desde entonces se conocieron nuevos quilates de virtud en sus operaciones.>> A sus 33 años, por el mes de septiembre de 1679, le asalta la última enfermedad. El padre José González, más tarde obispo de Ciudad Rodrigo y de Plasencia, lo ayuda a prepararse administrándole los últimos sacramentos. Muere el 24 de septiembre de dicho año y << expiró con rara quietud como quien queda dormido>>. Fue grande el sentimiento del colegio de la Vera Cruz y de toda España. Muchos no podían contener las lágrimas en su entierro, que fue con asistencia de toda la Universidad y en tales honras predicó el catedrático dominicano mercedario fray Jerónimo de Matama.
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