Llegó la Semana de la
Juventud, y me di cuenta que el grupo musical
Sanalejo, iba a tener una presentación
en esta semana tan importante, no sólo
para los jóvenes manizaleños sino
también caldenses, ya que en el departamento
de Caldas se estaba celebrando la Semana de la
Juventud.
Tenía, ese 8 de septiembre, primer día
de la semana de la juventud, una cita con mis
amigos, pero no asistí a ella y me arriesgué
a que todos se pusieran bravos conmigo, preferí
ir por las boletas a la UDJ (Unidad de Juventud)
donde Jasón, el encargado de la parte de
comunicación las tenía guardadas.
Cuando me di cuenta de aquel concierto se me
ocurrió la idea de hacer un artículo
sobre Sanalejo, en la UDJ me dijeron que iban
a dar una rueda de prensa, no lo pensé
dos veces y aunque estaba algo asustada, decidí
ir.
La rueda de prensa era el jueves, y desde ese
lunes no pude vivir tranquila, ni dormir, pensando
en la pregunta menos tonta para ser un principiante.
Llegó el jueves, y las 9:30a.m. fui por
Leidy, mi amiga, quien me acompañó
a la primera rueda de prensa de las tantas que
voy a tener como periodista.
Debíamos llegar a las 9:30ª.m., para
terminar de preparar las preguntas y orientarnos
en lo que teníamos que hacer. Cogimos la
buseta tan rápido como cuando me coge la
tarde para llegar al colegio y me toca correr,
en media hora era totalmente posible llegar a
las oficinas de Coldeportes, donde era la rueda
de prensa.
Ese día no fue así, nos tocó
la buseta más lenta de todas en las que
me hubiera podido subir. Era un día importante
para mi como periodista.
Cada minuto que pasaba sentía que la impaciencia
que tenía crecía aún más
y más, no sabía qué hacer,
si bajarme y coger otra buseta, decirle al conductor
que si podía acelerar más, o esperar
a que el chofer se dignara a ir más rápido.
¡Me enfurece que hayan personas incumplidas!
Y ese día lo fui yo.
Cuando me bajé de aquella lenta buseta,
quería "aventarle la madre" al
conductor, pero no lo hice porque mis principios
no lo permitían.
Llegué 20 minutos tarde e inmediatamente
entramos a la sala naranja de Coldeportes y con
paciencia esperamos, ya que se demoraron.
Creí que iba a ser más difícil,
pero no, no fue así, ellos nos dieron confianza.
Nuestra pregunta: ¿Cuando eran pequeños
estuvieron en algún grupo musical o interpretaban
algún instrumento? ¿Cuál?
Y sus chistosas respuestas, algunas con anécdotas,
causaron conmoción allí, hicieron
reír a todos los presentes. Nos sentimos
muy satisfechas de que esta tan pensada pregunta
no fue tonta, al contrario dio un ambiente nuevo
y más relajado.
Pasó la rueda de prensa y estaba totalmente
feliz, era un gran avance en mi vida de periodista.
No sabía mucho de Sanalejo pero igual las
pocas canciones que había escuchado de
ellos me gustaban mucho.
Me acerqué a ellos, me dieron autógrafos
y cruzamos algunas palabras. Sabía que
muchas niñas me estarían envidiando
en ese momento.
Cuando llegué a mi casa, estaba realmente
satisfecha con mi trabajo, sólo me quedaba
esperar a que llegara la noche, para asistir al
concierto tan esperado por muchos jóvenes
manizaleños.
El
Concierto

Imagen tomada de colombia.com |
Para que la tarde no se hiciera tan larga,
me acosté a dormir y me cogió
la noche para ir donde Leidy. Su "papito"
nos iba a llevar al concierto.
Cuando llegamos a la Plaza de Toros, me
parecía que fuera un concierto de
Juanes. Habían jóvenes por
todas partes, mucho ruido y muchas ansias
de entrar.
Como éramos Prensa entramos muy rápido,
y con muchas ganas grabábamos todo
lo que pasaba.
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En aquella noche de brisa, los gritos de las
niñas se me hacía increíbles,
la plaza estaba casi llena, era el ambiente propio
de los jóvenes, lleno de rumba, alegría
y ruido "vacano" para nosotros.
Cada momento que pasaba me gustaba más
este grupo, ellos habían conseguido una
fan más, era yo. Muchos jóvenes
se sabían todas las canciones y las cantaban
a todo pulmón.
Estaba realmente sorprendida con todo lo que
pasaba a mi alrededor. No pensé que en
mi ciudad hubiera tanto talento y que aquellos
8 jóvenes lo estuvieran reflejando tan
bien.
Sus canciones de vocabulario fresco, explicaba
el porqué de su acogida, quizá un
grammy sería un buen resultado de tato
esfuerzo. Ellos no podían creer lo que
estaba sucediendo, sólo gritaban "Esto
es un sueño hijueputa", a todo pulmón.
Daban gracias a sus "jóvenes paisanos"
por el apoyo a la tierra colombiana y manizalita
que los vio crecer en la música, y a sus
familias que eran las personas que más
los apoyaban, que les habían dado la oportunidad
de estar allí, rodeados de aplausos y gritos.
Cuando llegué a casa estaba muy cansada
de brincar y gritar, terminó así
aquel día de mi vida, lleno de un grupo
100% manizaleño.
Esta fue la oportunidad de dar un paso más
en mi vida de periodista, y de por fin hacer mi
artículo de actualidad, el que tanto busque
en las calles de mi Manizales y que encontré
en aquel talentoso grupo San Alejo.
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