"Como arriba es abajo; como abajo es arriba"
(El Kybalión)
"Todos los niveles están interconectados"
"Este principio incorpora la verdad de que hay siempre una correspondencia entre las leyes y fenómenos de los diversos planos de existencia y vida. La captación de este principio da uno de los medios de solucionar muchas de las oscuras paradojas y secretos escondidos de la Naturaleza. Hay planos que están más allá de nuestro conocimiento, pero cuando les aplicamos el principio de correspondencia somos capaces de entender mucho que de otro modo nos habría sido incognoscible. Este principio es una ley de aplicación y de manifestación universal, en los diversos planos del universo material, mental y espiritual. Al igual que un conocimiento de los principios de la Geometría capacita al hombre para medir soles distantes y sus movimientos, mientras está sentado en su observatorio, así un conocimiento del principio de correspondencia capacita al hombre para razonar inteligentemente desde lo conocido hasta lo desconocido. Estudiando a la mónada, entiende al arcángel".
LA PARADOJA DIVINA
"El sabio a medias, reconociendo la irrealidad relativa del Universo, se imagina que puede desafiar sus leyes. Ese no es más que un tonto vano y presuntuoso, que se estrellará contra las rocas y será aplastado por los elementos, en razón de su locura. El verdadero sabio conociendo la naturaleza del Universo, emplea la Ley contra las leyes: las superiores contra las inferiores, y por medio de la Alquimia transmuta lo que no es deseable, en lo valioso y de esta manera triunfa. El adepto consiste, no en sueños anormales, visiones o imágenes fantasmagóricas, sino en el sabio empleo de las fuerzas superiores contra las inferiores, escapando así de los dolores de los planos inferiores vibrando en los más elevados. La transmutación (no la negación presuntuosa), es el arma del Maestro".
(
El Kybalión)
Aunque para el
TODO infinito el Universo, sus leyes, sus poderes, su vida, sus fenómenos, son como cosas contempladas en el estado de meditación o ensueño, el Universo debe ser tratado como real, la vida, las acciones y los pensamientos deben estar basados en ello, acordemente, si bien se tenga un claro conocimiento y realización de la Verdad Superior cada uno respecto a su propio plano y leyes. Si el
TODO hubiera imaginado un Universo real sería desastroso para éste, porque entonces no podría ascender de lo inferior a los superior, el Universo se hubiera convertido en una cosa fija, inmóvil y el progreso resultaría imposible. Y si el hombre, por su parte, debido a su semi-sabiduría, actúa y vive y piensa en el Universo como si fuera un sueño (parecido a sus propios ensueños finitos), así se convertirá efectivamente para él, y, al igual de un cadáver que caminase, se encontrará dando vueltas y más vueltas en un círculo, sin hacer el menor progreso y siendo forzado por último a despertarse y vivir por leyes naturales que él hubiera olvidado. Conservad siempre la mente fija en la Estrella, pero mirad siempre dónde ponéis los pies, no vayáis a hundiros en algún abismo. Recordad la paradoja divina que afirma que si bien "El Universo no es, sin embargo es". Recordemos siempre los dos polos de la verdad: lo absoluto y lo relativo. Guardémonos de las verdades a medias.
Todo refleja al TODO
Seguimos de la mano de Jaime Lodoño, ahora con este segundo principio universal.
Tres mil doscientos años antes de Cristo, según cuentan los antiguos relatos egipcios, finalizó el reinado de dioses y semidioses sobre la Tierra. En el valle del Alto Nilo un rey de pastores, Menes, ascendió en ese entonces al faraonato con el título de Menes I, El Tinita (por ser oriundo de la ciudad de Thinis).
Menes desarrolló, en su prolongado reinado, una vasta tarea de conquista y culturalización para sacar a su pueblo de la condición pastoril y agrícola que hasta entonces la caracterizaba. Hizo contratar especialistas en las más variadas disciplinas provenientes de los más alejados puntos del mundo conocido y, muy especialmente, agregó a su corte a un sabio caldeo, arquitecto, médico, astrónomo y -lógicamente para ese entonces- mago, conocido como Toth. Hasta avanzada su ancianidad, Toth se dedicó a volcar sus conocimientos en diversos libros, algunos perdidos para siempre, otros conservados fragmentariamente como el llamado "Libro de Toth", compendio de Teurgia o Alta Magia Blanca del que sólo sobrevivieron a la primera de las siete destrucciones de la Biblioteca de Alejandría sus láminas ilustrativas, exactamente setenta y ocho, y que conformaron al paso del tiempo la baraja del Tarot o, en egipcio, "tarah ha' Toth" (de donde por deformación proviene el vocablo "Tarot") y la "Tábula Esmeraldina", o "Tabla de Esmeralda", una sucesión de aforismos que guardaban memoria del conocimiento filosófico de los contemporáneos de este Toth que, al morir, fue elevado a la categoría de dios -apoteosis común en esos tiempos- e, incluso, adoptado tardíamente por los griegos con el nombre de Hermes Trimegisto ("el tres veces grande"). Precisamente, lo de "filosofía hermética" proviene de su nombre helenizado.
El primer aforismo de la "Tabla de Esmeralda" expresaba el Principio de Correspondencia, que enseguida explicaremos, con estas palabras: "Es verdad, muy cierto y verdadero, que lo que es arriba es como lo que es abajo, y lo que es abajo es como lo que es arriba, para hacer el milagro de una sola gran cosa bajo el Sol". En otros términos, la total identificación entre lo macrocósmicamente grande y lo microcósmicamente pequeño.
La estructura de un átomo es, microcósmicamente, como el Sistema Solar macrocósmico que lo contiene. La parte del todo refleja el Todo. Un ser humano es 70% agua y 30 % materia sólida y vive, casualmente, en un planeta que es 70 % agua y 30 % materia sólida. Además, su sangre tiene exactamente la misma proporción de sal que la del agua del planeta. El iris de una persona permite conocer el funcionamiento de todo su organismo porque, como siempre, la parte de un Todo refleja ese Todo. Una carta natal astrológica resume en su microcosmos, el macrocosmos de la vida y la personalidad del sujeto al que pertenece. Las líneas de mi mano reflejan mi personalidad y mi vida también, pues mi mano, como parte de un Todo integrado por mí y por mi devenir, refleja el Todo.
En Matemáticas es conocida una curiosidad llamada serie de Fibonacci,
planteada por el sabio homónimo, donde cada número resulta de la suma de
los dos anteriores. Tal el caso de la secuencia 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34,
56, 90... etc. Pues bien, una figura que se repite en la naturaleza
universal es la espiral de Fibonacci, donde cada una de las espiras
(vueltas) se distancia de la anterior de acuerdo a esa progresión numérica.
Esto es tan así, que lo encontramos desde la espiral macrocósmica de una
galaxia, hasta en la microcósmica de un caracol e, incluso, si toman
ustedes un repollo colorado y lo cortan transversalmente, comprobarán que
no sólo su disposición es en espiral sino que respeta la serie de Fibonacci.
Jaime Chica Londoño
Todos los niveles están interconectados
Todo lo que vemos es un reflejo del universo que nos rodea, por lo que al ser parte consciente de la creación, nosotros también podemos y debemos ser creadores de todo aquello que pueda ser edificante y positivo.
Las leyes que regulan el universo son las mismas que intervienen en la vida de un individuo, por lo cual conociéndose uno a sí mismo se puede llegar a conocer el universo y de la misma manera, afectarlo para bien o para mal. Recordemos la famosa frase de los grandes Griegos cuando dijeron:
"Conócete a ti mismo y conocerás a los Dioses y al universo todo".
"Como abajo es arriba, como arriba es abajo"
Esto equivale a decir que en nuestro propio ambiente terreno y en todo lo que nos rodea, podemos leer, descifrar, traducir como ocurren esas mismas cosas en otros planos. Que toda acción y toda condición tienen su analogía o su correspondencia en todos los demás planos de existencia, siempre tomando en cuenta que, a medida que la vida se eleva, se van ampliando las experiencias y los poderes.
Ahora, es muy difícil intentar juzgar y apreciar exactamente como es una condición de vida superior a aquella que estamos viviendo. Un pobre piensa de un rico "¿Cómo será de agradable el tenerlo todo?" No lo está experimentando y no lo podrá apreciar totalmente hasta que se encuentre rico, aunque sí puede anticipar el agrado juzgando por lo que él mismo siente cuando logra satisfacciones, de acuerdo con su nivel económico.
Eso mismo ocurre entre planos o dimensiones. La hormiga vive en primera dimensión. La mente en ella no pasa de ser un instinto. No le es posible, pues, ni calcular, siquiera la vida de un hombre. A esto he querido llegar para explicar el término "conciencia" que tanto usamos en Metafísica y cuando mencionamos la
"conciencia espiritual" y la
"conciencia material",
"el derecho de conciencia", etc. Es el estado de adelanto o de atraso. Es el estar conciente de algo, en pleno conocimiento de algo por el hecho de estar experimentándolo en carne propia o en mente propia.
En cada plano existen adelantados que ya están casi a punto de ascender al próximo plano de conciencia, y que ya vislumbran, o presienten las condiciones superiores. Entre los animales hay perros, caballos, etc., de los cuales se dice, "le falta poco para hablar". Entre los hombres surge un Jesús, por ejemplo, que condesciende en regresar a un plano inferior con el propósito de enseñar a adelantar.
Nosotros estamos ya entre-planos, viviendo y aprendiendo las condiciones del plano Mental, al cual nos estamos graduando. Se dice de nosotros que estamos desarrollando "la conciencia espiritual", o sea, que nos estamos haciendo conscientes de cosas insospechadas por la gran mayoría que vive en "la conciencia material".
Del libro: "
El maravilloso número 7"
Lo único que realmente existe es el TODO
"Todo lo que tenemos que hacer es: darnos cuenta".
Este segundo gran principio hermético incorpora la verdad de que hay una armonía, acuerdo y correspondencia entre los varios planos de manifestación, vida y ser. Esta verdad es una verdad porque todo lo que está incluido en el universo emana de la misma fuente, y las mismas leyes, principios y características se aplican a cada unidad o combinación de unidades, conforme cada una manifiesta sus propios fenómenos sobre su propio plano.
Para los fines de la conveniencia del pensamiento y estudio, la filosofía hermética considera que el universo puede ser dividido en tres grandes clases de fenómenos, conocidos como los tres grandes planos, a saber: físico, mental y espiritual. A su vez, los hermetistas subdividen cada uno de los tres grandes planos en siete planos menores y cada uno de estos últimos son subdivididos también en siete subplanos.
Estas divisiones son más o menos artificiales y arbitrarias pues la verdad es que todas las tres divisiones no son sino grados ascendentes de la gran escala de la vida, cuyo punto más bajo es materia indiferenciada, y el punto más elevado el del espíritu. Y, más aún, los diferentes planos se solapan uno al otro, de modo que no puede hacerse ninguna división clara y cortante entre los fenómenos superiores del físico y los inferiores del mental, o entre los superiores del mental y los inferiores del espíritu.
Así vemos que, el átomo de materia, la unidad de fuerza, la mente del hombre y el ser del arcángel no son todos sino grados en una escala, y todos fundamentalmente lo mismo, siendo la diferencia entremedias únicamente una cuestión de grado y de frecuencia de vibración; todos son creaciones del
TODO, y tienen su existencia únicamente dentro de la mente infinita del
TODO.
De acuerdo a la ley de correspondencia, todos estos planos y subplanos están en constante interacción, de la misma manera que todos los siete principios herméticos están en plena operación en todos los muchos planos, físicos, mentales y espirituales, ya que todo está sostenido en la mente del
TODO.
Conforme procedamos con nuestra consideración de los restantes principios, veremos aún más claramente la verdad de la naturaleza universal de este gran principio de correspondencia.
El Kybalión
Frases "correspondientes..."
TUS OJOS AL FIN DESCUBRIRÁN
QUE TODAS LAS COSAS
DE AQUÍ Y MÁS ALLÁ
POR PODER INMORTAL
ESCONDIDAMENTE TAN LIGADAS ESTÁN
QUE NO PODRÁS TOCAR UNA FLOR
SIN QUE HAGAS UNA ESTRELLA TEMBLAR...
Sir Francis Thompson
¿Podría haber un primero y un último, cuando cada ser vive un poco en todos los demás?
Lo que llamamos una partícula aislada es en realidad el producto de su interacción con el medio. Por lo tanto, resulta imposible separar cualquier parte del universo del resto de él.
Dr. F. Capra
El mundo es como un gran animal. Las partes semejantes pueden ser discontinuas, y sin embargo gozar de simpatía entre sí en virtud de su semejanza, de modo que la acción de un elemento espacialmente aislado no dejará de alcanzar a su contraparte más remota.
Plótino

CUENTO:
AL DAÑAR TE DAÑAS
Parvati es una de las diosas más amorosas, benevolentes y misericordiosas del panteón hindú. Es la consorte de Shiva y se manifiesta como extraordinariamente compasiva. Cierto día, uno de sus hijos, Kartikeya, hirió a una gata con sus uñas. De regreso a casa, corrió hasta su madre para darle un beso. Pero al aproximarse al bello rostro de la diosa se dio cuenta de que ésta tenía un arañazo en la mejilla.
-Madre- dijo Kartikeya-, hay una herida en tu mejilla. ¿Qué te ha sucedido?
Con sus ojos de noche inmensa y profunda, la amorosa diosa miró a su querido hijo. Era su voz melancólica y dulce cuando explicó:
- Se trata de un arañazo hecho conn tus uñas.
-Pero, madre- se apresuró a decir el joven-, yo jamás osaría dañarte en lo más mínimo. No hay ser al que yo ame tanto como a ti, querida madre.
Una refrescante sonrisa de aurora se dibujó en los labios de la diosa.
-Hijo mío- dijo-, ¿acaso has olvidado que esta mañana arañaste a una gata?
-Así fue, madre- repuso Kartikeya.
-Pues bien, ¿es que no sabes ya quue nada existe en este mundo excepto yo? ¿No soy yo misma la creación entera? Al arañar a esa gata, me estabas arañando a mi misma.
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Indice del Kybalión
PRINCIPIO DE VIBRACIÓN