Textos & Contextos. Año 1 N. 10 Desde el Eje Cafetero de Colombia            Volver a Portada N. 10

Carmenza Vélez M.
Luz Elena García G.
Investigadores
Centro Regional de Estudios Cafeteros y Empresariales (CRECE)
E-mail: crece@andi.org.co

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EDUCACION PUBLICA: EDUCACION POBRE PARA POBRES
 
En la ediciones anteriores:
1. Sistema educativo público que garantiza en parte el acceso pero no se compromete con el buen resultado
2. El conocimiento: ¿un azar?
3. ¿Tiempo de aprendizaje o tiempo para malgastar?
4. Oferta educativa pública empobrecida y precarias condiciones
5. Sigue sumando la inequidad: ¿quienes son los beneficiados de los recursos?
6. ¿Son los directivos y docentes verdaderos ejes del cambio?
 
7. La organización escolar de espaldas al cambio

El Plan de Decenal de Educación y la descentralización ofrecen nuevas oportunidades al sector educativo en relación con el aumento de la autonomía, la responsabilidad de las escuelas y un papel protagónico de las comunidades locales en los procesos de gestión escolar. En este sentido, las instituciones educativas deben estar regidas por una gestión moderna administrativa, financiera y pedagógica, que gire en torno a políticas y metas comunes, para qu epueda apoyar el mejoramiento de la calidad y equidad de la educación.

Para que tanto la autonomía como la descentralización sean posibles se requiere de:

1. Sistemas de información

Los sistemas de información deben, desde los diversos niveles:

En el país no existe una cultura que valore la información, hay gran profusión de datos e indicadores que en muchos casos no llegan a reflejar el estado real del servicio educativo en términos de calidad, eficiencia y eficacia: "los sistemas de educación se han especializado en recopilar y procesar información sobre tasas de escolaridad, tasas de repetición, tasas de deserción, número de estudiantes, número de maestros y número de escuelas. Los sistemas de información se han concentrado en la medición de la cantidad de insumos físicos. Incluso en algunos casos la información financiera no es considerada parte de las variables relevantes, por lo que no es posible estimar el costo por estudiante de una escuela ni comparar el costo/efectividad de diferentes programas e insumos" (1)

Las escuelas seleccionadas presentaron grandes deficiencias para registrar la información(2) demandada por el proyecto y poco interés por parte de los directivos y docentees para producir dtos válidos y confiables sobre los aspectos administrativos, financieros y pedagógicos. En Manizales, aunque la mayoría de los establecimientos educativos disponen de computadores, la infomación se procesa manualmente y algunos datos básicos para la evaluación de la gestión interna ni siquiera se tienen een cuenta: sólo el 37% de las institucines escolares reportaron sus tasas de promoción, retención y repitencia. Igualmente cuando se preguntó a alos directivos qué información educativa utilizaban para la toma de decisiones, 58% no respondieron, expresaron que no utilizaban ninguna o no fueron claros en su respuesta; 32% emplearon indistintamente talleres de núcleo, la Ley General de Educación, folletos o libros; y sólo un 11% produjeron algún tipo de información asociada el rendimiento de los estudiantes, más que al desempeño de los directivos y docentes.

En la medida en qu la escuela se aleja del centro de decisión se pierde la información necesaria para realizar una gestión eficiente, por ejemplo: sólo una institución de las sesenta (60) que se observaron registró datos financieros completos. La noción de un presupuesto escolar es un concepto totalmente ajeno al conocimiento de la escuela puesto que no ha tenido que administrar su propio presupuesto, los directivos y docentes no son conscientes acerca de los costos y beneficios relativos a las decisiones que toman y menos aún asumen la responsabilidad acerca de los resultados.

La anterior situación se refleja en las instituciones educativas que hicieron parte deel estudio en Manizales, una alta proporción de estas (77%) cuenta con dos jornadas, cada una con un directivo que actúa por su propia cuenta, doble razón social, doble dotación y dos PEI con enfoques diferentes y desarticulados(3).

2. Definición clara de competencias en los diferentes niveles (central, departamental y municipal)

La definición de competencias requiere:

Las instituciones escolares en general funcionan como islas dentro del sector. No hay una clara definición de las competencias entre comunidad, escuela, Distrito y MEN, ni de los perfiles de los sujetos responsables de la gestión administrativa y pedagógica de las instituciones escolares y de sus enfoques.

Una de las grandes debilidades de las escuelas y colegios públicos es su falta de autonomía. En general las decisiones se toman en otras instancias para que las instituciones escolares las ejecutn y cada vez se les entregan mayores competencias, sin tener la capacidad ni las herramientas necesarias para asumirlas. La falta de autonomía de las escuelas sobre  la contratación y despido de su personal genera serios problemas de gobernabilidad entre la dirección de la escuela, la comunidad y los docentes, y reduce los incentivos que estos tienen para mejorar su desempeño. Los salarios no están adecuados al mercado local, puesto que las decisiones de pago están fuera del control de los directivos. Los factores asociados a la calidad de la educación estudiados por la Prueba Saber mostró como los estudiantes que tiennen maestros por contrato obtienen mejores logros que aquellos cuyos docentes están por planta (Fedesarrollo, 1994)

3. Sistemas de evaluación y rendimiento de cuentas

La autonomía debe complementarse con un sistema de evaluación y rendimiento de cuentas orientados a:

En el país no existe la cultura de la evaluación ni se propende por el desarrollo de ésta como instrumento de aprendizaj que habilite y motive a los involucrados.

Por otra parte "la ausencia de exámenes y medidas de costo/efectividad de alguna forma resulta conveniente tanto para los administradores del sistema como para los maestros. Así quedan protegidos contra las presiones para que rindan cuentas sobre el desempeño del sistema y disminuye la posibilidad de administrar adecuadamente el sector"(4)

En la pasada administración el sindicato consiguió que se aplazara el examen de evaluación a 40 mil docentes, el cual tenía como propósito dar un millón de pesos a los mejores tres mil (Jerez, 1998). La evaluación de docentes, según lo expresó el presidente de FECODE fue interpretada por parte de los docentes como una manera de darles "garrote" y se negaron a ser evaluados porque para ellos le conocimiento no se puede medir con el mismo criterio que las empresas productivas(5) Es más fácil para muchos de ellos culpar del fracaso escolar a las familias, a los estudiantes y al Estado.

Los actores del sistema s han acomodado a una relación de dependencia hacia el paternalismo estatal. No reconocen su incapacidad para enfrentar de manera responsable los resultados de sus acciones en el fracaso escolar. ¡Hacer o no hacer! ¡Hacerlo bien o hacerlo mal! No cuenta, porque al final los incentivos no están vinculados al desempeño.

Una gestión escolar orientada hacia resultados con la participación de la comunidad en la definición, ejecución y evaluación del servicio educativo, puede favorecer la racionalización de los recursos y su articulación a las necesidades y expectativas de la población. Un proceso participativo de evaluación motiva la innovación y a los actores participantes a asumir la responsabilidad en la gestión del programa público (Quesnel, 1996)

La autonomía en la educación se refiere a la facultad de administrar los recursos humanos, financieros, físicos y técnicos desde los diferentes niveles territoriales dentro del marco de normas y políticas claramente definidas desde el nivel central. (Volver arriba)
(1)Mimeo: Educación, la dinámica de los monopolios públicos
(2)Instrumento de recolección de información: Linea de base diligenciada en cada escuela
(3)Componente Experiencias educativas dentro deel PFGE
(4)Mimeo: Educación, la dinámica de los monopolios públicos
 (5)Idem

Reeferencias

Fedesarrollo (1994). Indicadores sociales - Educación. Coyuntura social (11)
Jerez, Angela Constanza (1998) Qué han ganado los maestros. El Tiempo, pag 3A, Sept 5
 
En próximas ediciones: 
8. Proyecto educativo institucional: manual de buenas intenciones
Conclusiones