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Arriba:
Ejemplar superviviente del I.Ae. 27 Pulqui, conservado en muy
buen estado por la Fuerza Aérea Argentina. Pulqui es una palabra
aborigen que significa "flecha" Fotos: Tomadas de
ejemplares dispersos de la revista de la FAA, Aeroespacio. |
El Pulqui I fue el primer avión a reacción
diseñado y fabricado en Argentina (y en
Latinoamérica), bajo la dirección del ingeniero
francés Emile Dewoitine, realizando su primer vuelo el 9 de agosto de
1947, siendo su piloto el 1º teniente Osvaldo Weiss.
Cabe resaltar que el diseño lo
llevó a cabo el francés Dewoitine, luego de un breve paso por España,
huyendo de la persecución a manos de los franceses del bando aliado,
pues Dewoitine había "traicionado" a Francia y trabajado para el
régimen de la Francia de Vichy durante la segunda guerra mundial. Al
término del régimen nazi en Francia, fueron muchos los ajusticiados
por las vengativas y no menos represoras manos de la entonces llamada
"Francia Libre".
Otro hecho a destacar, es que
por primera vez en Latinoamérica, un país era capaz de desarrollar con
sus propios recursos, un avión a reacción. Anteriormente, los únicos
países habían sido las potencias de la vencida Alemania nazi (el
prototipo de la Heinkel, el He-178, Messerschmitt Me-262 Schwalbe,
Junkers Ju-287, etc.), EE.UU. (Bell P-59 Airacomet, North American
P-80 Shooting Star), Inglaterra (Gloster 28/39, Meteor, de Havilland
Vampire), la URSS (modelos diversos de Lavochkin, MiG y Sukhoi),
Italia con su Caproni-Campini N1 (CC2), Japón con su Nakajima Kikka,
entre otros. Argentina tuvo el mérito de tomar la iniciativa y
pretender independizarse de las grandes potencias, pero problemas
políticos terminaron encajonando todos los proyectos posteriores.
Este avión es un caza enteramente metálico,
con ala en flecha recta y baja cantilever, con
forma trapezoidal. Los flaps podían servir como
alerones, otorgando muy buena sustentación.
Su fuselaje es del tipo semimonocoque de
sección elíptica, con la toma de aire ubicada
en la proa, que canalizaba por los costados de
la cabina. Su planta motriz era la turbina británica
Rolls Royce “Derwent V” de flujo
centrífugo, con un empuje máximo de 1632Kg, 14600RPM
máximas al momento del despegue y se ubica al centro del avión,
con una larga tobera de escape.
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Arriba: El I.
Ae. 27 como telón de fondo para una vieja foto publicitaria donde
se muestra al automóvil diseñado y fabricado por IAME, por encargo
del entonces presidente General Perón. |
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Arriba: El
I.Ae. 27 en pleno vuelo, mostrando sus limpias líneas de diseño.
El aparato resultó falto de potencia, logrando una velocidad
máxima de 720Km/hr, baja, si se la compara con la de un NA P-51D
Mustang de motor de hélice de 1944, que superaba los 750 en
picado. El justificativo es lo primitivo de la turbina Derwent y
la escasa experiencia general en el diseño de reactores en todo el
mundo. |
Arriba:
Edmundo Weiss, piloto de pruebas del Pulqui, fotografiado a
finales de la década de los '90. |
El tren de aterrizaje es del tipo triciclo
retráctil, retrayendo las ruedas principales en
las alas y las patas en las alas. La rueda
delantera lo hace hacia atrás, debajo de la cabina.
El mecanismo de
retracción es alimentado por aire comprimido (provisto por botellas
de aire a presión) La cabina se
encuentra en una posición tal que permite una
visibilidad excelente en todas direcciones. El asiento es fijo,
aunque se consideró instalar uno del tipo eyectable.
La cabina era lanzable, para permitir el escape del
piloto en caso de emergencia. El instrumental
era estándar pero se agregaron instrumentos especiales para
estudiar los diferentes fenómenos que se
producen en el vuelo.
No llevó armamento, pero estuvo contemplada la
posibilidad de instalar cañones de 20mm. en la
proa del avión, y también se pensó en dotarlo
de bombas y cohetes, pero esto hubiera sido posible si el
avión hubiera contado con una turbina más potente.
Se construyó solamente un prototipo, que fue
probado en vuelo en varias ocasiones y exhibido
en todas las exposiciones y semanas de la
aeronáutica, no logró satisfacer a las autoridades de
la época, sobre todo por la baja potencia de su turbina, fue
ser llevado al Museo Nacional de Aeronáutica, en
el que se encuentra en nuestros días.
Datos técnicos
I Ae 27 Pulqui |
Envergadura |
11,25m |
Largo |
9,69m |
Altura |
3,39m |
Superficie alar |
19,70mª |
Trocha |
2,46m |
Peso vacío |
2.358kg |
Peso total |
3600kg |
Carga útil |
1242kg |
Carga alar |
184kg/mª |
Velocidad máxima |
720km/h |
Velocidad de
crucero |
600km/h |
Velocidad de aterrizaje |
150km/h |
Velocidad
ascensional |
1500m/min. |
Techo de servicio |
14.000m |
Alcance |
900km a 600km/h |
Autonomía |
1h 30m a 600km/h |
Epílogo
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Arriba: El
Pulqui, tras una desafortunada falla mecánica se vio forzado a
un aterrizaje de emergencia. Sin embargo, la robustez de su
célula queda claramente demostrada. |
El prototipo del Pulqui dio
paso al desarrollo del Pulqui II, esta vez a cargo del profesor
alemán, Dr. Kurt Tank. Mientras esto acontecía, la FAA se equipó con
Gloster Meteor y posteriormente con North American F-86 Sabre. A la
larga, el primer reactor de combate enteramente diseñado y producido
en Argentina sería el IA-63 Pampa, que ahora se denomina AT-63 Pampa
II y pertenece a la multinacional Lockheed-Martin, filial argentina.
Bibliografía
Libro "Las Alas de Perón",
Enciclopedia Ilustrada de la Aviación y números varios de la revista
Aeroespacio