Lo único bueno que tienen
los espantos es que uno solito tiene que librarse
de ellos. Es lo malo.
A la víbora, víbora,
de la mar, de la mar,
por aquí pasa el nahual
con sus alas de petate
y sus ojos de comal.
Juego tradicional
mexicano
-¡Si serás nagual! -Se oye a
veces decir sabiamente en los pueblos.
No es que al susodicho le
estén llamando "brujo", pues, como
sabemos los matemágicos, un nagual es un brujo.
No, no: lo que le están diciendo a uno es
"animal", porque nagual propiamente
significa "animal" y en ese sentido a
veces es empleado sabiamente en algunos pueblos.
De acuerdo al sabio
espantólogo don Salomón Fernández de la Luna y
Cholla, un nagual, o mejor dicho un nahual, como
él lo escribe "es una persona que tiene la
facultad de convertirse en animal". Al
parecer todos tenemos esta facultad, unos más
que otros, pues, al decir de los espantólogos,
tenemos de por si a un animal como alma gemela;
pero, son los brujos mayores quienes han logrado
desarrollar mejor este poder.
Los nahuales son los espantos
más típicamente mexicanos. Y mientras algunos
los toman en serio, otros juegan con ellos. A la
izquierda puedes contemplar una máscara de
nahual, proveniente del estado de Guerrero. La
saqué de un museo sueco y es horrorosa. Abajo
tengo una historia de naguales para tí. Pero no
es todo: espera más cosas de naguales. A la
izquierda, tienes tres bonos extra para conocer
una faceta más de las mil caras de los espantos
mexicanos.
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El nagual

Esta historia nos la contó una
señora del barrio de Huayacán, en Huatabampo,
donde dice todavía sucede este misterio.
Una noche de junio hacía mucho
calor, así que una familia decidió dormir en el
patio de la casa. Como a eso de las dos de la
mañana, la mujer abrió los ojos y se encontró
con un animal prieto, de grandes orejas y con una
trompa pegada al suelo, que se llevaba a su niño
de meses, envuelto en unas mantas. La mujer se
quedó muda del susto, pero en cuanto pudo
despertó al marido y salieron en busca de su
niño. Buscaron por medio barrio hasta que lo
encontraron tirado al lado de un puente.
Alguien les dijo que el nagual
se lo llevó con la esperanza de que el niño le
hablara, porque tiene una maldición que lo
obliga a ser así de monstruoso. Sólo cuando un
inocente le hable, quedará libre. Mientras
tanto, niño que encuentra, niño que se lleva.

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