A Punch se le volvió a aparecer un espanto y nadie lo puede salvar


PunchCuidadito con los espantos 

Calabaza en Tacha fantasma

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NEW (Es decir ¡NUEVO!) Visita la Galería de Espantos y conoce este monstruo japonés:
El Fantasma de un ojo

El Hombre de un ojo se pone su máscara.

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Estas en este sitioEl kakasbal y el perro

Lo único bueno que tienen los espantos es que uno solito tiene que librarse de ellos. Es lo malo.

El Kakasbal

Es el más horripilante de los monstruos mayas, según cuenta el docto investigador don Salomón Fernández de Luna y Cholla, lo cual nos consta a quienes hemos visto las ilustraciones de Matemágicas. Por eso me gustó este relato del escritor yucateco Ermilio Abreu Gómez, porque nos muestra que Kakasbal no siempre se sale con la suya..

 

El perro y Kakasbal
kakasbal
Un hombre era tan pobre que siempre estaba de mal humor y así no perdía la ocasión de maltratar a un infeliz perro que tenía. Kakasbal [espíritu del mal], que está en todo, vio que podía sacar partido de la inquina que seguramente el perro sentía contra su amo y así se le apareció y le dijo:
Ven acá y dime qué te pasa, pues te veo triste.

Cómo no he de estarlo si mi amo me pega cada vez que quiere respondió el perro.

Yo sé que es de malos sentimientos. ¿Por qué no lo abandonas?
Es mi amo y debo serle fiel.
Yo podría ayudarte a escapar.
Por nada le dejaré.
Nunca agradecerá tu fidelidad.
No importa, le seré fiel.
Pero tanto insistió Kakasbal que el perro, por quitárselo de encima, le dijo:
Creo que me has convencido; dime, ¿qué debo hacer?.
Entrégame tu alma.
¿Y qué me darás a cambio?.
Lo que quieras.
Dame un hueso por cada pelo de mi cuerpo.
Acepto.
Cuenta, pues...

Y Kakasbal se puso a contar los pelos del perro; pero cuando sus dedos llegaban a la cola, éste se acordó de la fidelidad que debía a su amo y pegó un salto y la cuenta se perdió.

¿Por qué te mueves? le preguntó Kakasbal.

No puedo con las pulgas que me comen día y noche. Vuelve a empezar.

Cien veces Kakasbal empezó la cuenta y cien veces tuvo que interrumpirla porque el perro saltaba. Al fin Kakasbal dijo:

No cuento más. Me has engañado; pero me has dado una lección. Ahora sé que es más fácil comprar el alma de un hombre que el alma de un perro.

"Leyendas y Consejas del Antiguo Yucatán"
Ermilo Abreu Gómez.

  

 

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