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Homenaje a Sandy Merriman.
Sandy Merriman


Las obras nacidas del corazón de esta gran artista te llevarán a un universo de preciosas sensaciones ...
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FEDERICO GARCIA LORCA

"Fusilamiento en el campo".R. Guttuso,1939. GNAM-Roma.
" La poesía es algo que anda por las calles. Que se mueve, que pasa a nuestro lado. Todas las cosas tienen su misterio, y la poesía es el misterio que tienen todas las cosas. Se pasa junto a un hombre, se mira a una mujer, se adivina la marcha oblicua de un perro, y en cada uno de estos objetos humanos está la poesía. Porque la poesía no tiene límites. Nos puede sentar en el quicio de la puerta en las madrugadas frías, cuando se vuelve con los pies cansados y el cuello del abrigo subido. Puede estar esperándonos en el agua de una fuente, subida en la flor de un olivo, puesta a secar en la tela blanca de una azotea "

Federico García Lorca

Federico García Lorca, desde la voz popular

Federico García Lorca (1898-1936), nació en Granada, donde le matarían las derechas un mes después de empezar la guerra española. Allí se empapó el poeta del sentido de la poesía tradicional popular, en canciones y romances aún vivos, cuyas melodías fueron adaptadas a veces por él mismo a poesías suyas para cantarlas, acompañándose al piano -hizo estudios musicales bajo la orientación de Manuel de Falla; con menos aprendizaje, fue también un gracioso dibujante-. De 1919 a 1928 Lorca, ya licenciado en Filosofía y Letras, vivió en la famosa Residencia de estudiantes, de Madrid, tan importante para la vida literaria de entonces.

"Mariana Pineda" - F.G.L. - Col. Particular. Desde allí viajó en 1922 a su Granada para organizar con Falla la Fiesta del Cante jondo; en 1925 a Cadaqués con Dalí, a quien dedicó una gran Oda, y en 1927 a Barcelona para estrenar su Mariana Pineda y ofrecer una exposición de dibujos. En 1929-1930 está  en la Universidad norteamericana de Columbia y escribe su Poeta en Nueva York. Entre 1931 y 1933 encabeza las actividades del teatro ambulante La Barraca, instrumento educativo popular.
En 1933-1934 viaja a Buenos Aires y Montevideo, donde se representan obras teatrales suyas.

Dos días antes del alzamiento militar vuelve a su ciudad, inquieto por presentimientos: " El crimen fue en Granada: en su Granada ", diría el poema machadiano.

Parece un presagio que la aparición pública de Lorca fuera con una obra de teatro, El maleficio de la mariposa (1919), puesta en escena en Madrid un año después: además de que una parte de su poesía -sobre todo el Romancero gitano- tiene un sentido básicamente teatral, su importancia como dramaturgo no dejar  de crecer.

Boceto Decorado Acto I. Gori Muñoz. La casa de Bernarda Alba, terminada un mes antes de su muerte, es, probablemente, la mejor obra teatral española desde el siglo XVII.

Cierto que su obra de poeta ya estaba en marcha: en 1921 publica su Libro de poemas, esbozos de diversas líneas que luego desarrollar  mejor. Después, ateniéndose al modelo popular, compone otra colección, Poema del cantejondo (1921-1922; no publicado hasta 1931), con algunos de sus aciertos perdurables, y seguido de dos breves escenas de teatro imaginario -Escena del Teniente coronel de la Guardia Civil y Di logo del Amargo, que luego se harán temas del Romancero gitano: la primera con grotesca comicidad; la segunda, con sombrío clima de malos presentimientos-. La imaginación teatral de Lorca se complace en el guiñol - "farsa guiñolesca" se subtitula su divertida Los títeres de cachiporra: Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita -. Luego habrá otra análoga Farsa para guiñol: Retablillo de don Cristóbal (1931) -téngase en cuenta que "Cristóbal" era nombre genérico de los muñecos de guante, también llamados "cristobitas" en Andalucía-. La forma de la lírica popular le sirve de falsilla para sus Primeras canciones (1922) y, sobre todo, sus Canciones (1921-1924), donde hay pequeñas joyas que quedan entre lo mejor de su autor: así Tío-vivo, con su imaginación, a la vez audaz e infantil:

Los días de fiesta
van sobre ruedas.
El tío-vivo los trae,
y los lleva.

Con la sección Canciones para niños, sin duda cualquier niño -al menos un niño pre-TV- se siente encantado, y, sin embargo, las imágenes tienen toda la audacia ultraísta y creacionista; así en El lagarto está llorando:

Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.

Y luego las Andaluzas -Canción de jinete, Es verdad, Arbolé, A Irena García, criada-, imitan tonos folklóricos para mejor introducir su novedad:

Por tu amor me duele el aire
el corazón
y el sombrero.

"Romancero Gitano" - Aguafuertes de R. Alberti . Pero el gran éxito de Lorca tuvo lugar con el Romancero gitano (1924-1927; publicado en 1928), originalmente con el título Primer romancero gitano. Los gitanos de Lorca, aunque lleven algún acento de queja del pueblo, siempre perseguidos por su simbólica Guardia civil, no tienen pretensión de documento real y etnológico.

Formal y plásticamente estos romances, aunque suenen a romance viejo, tienen algo de retablillos con luz y montaje de ballet, moviendo figuras nunca individualizadas, sino expresivamente esquemáticas, más o menos inexplicadas. En ocasiones no hay acción -San Gabriel, San Rafael-; otras veces hay una acción clara -Prendimiento de Antoñito el Camborio en camino de Sevilla, Muerte de Antoñito el Camborio-; otras, sólo una estampa -Muerto de amor, El Emplazado, Reyerta-; pero en alguna ocasión hay un ambiguo misterio, como en el Romance sonámbulo, del que el propio poeta, según nos ha llegado por transmisión oral solía decir: "Parece que tiene argumento, ¿verdad? ­Pues no lo tiene!".

El enmarque tradicional y narrativo ha facilitado la difusión de unas imágenes que, en otro contexto, habrían sido demasiado difíciles para tan amplio público: así, en Romance sonámbulo:

La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.

0, en el Romance de la Guardia civil:

... por donde animan ordenan
silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.

Este último verso, aislado del contexto que nos introduce gradualmente en él, requeriría para su disfrute una sensibilidad muy entrenada: "miedos de fina arena" habría que representárselo, quizá, con una arena escalofriada y agitada por un hálito de viento, sin más, en visión casi surrealista, en ámbito cinematográfico, de Eisenstein a Buñuel. No podía menos de surgir también, a partir del éxito del libro, un pseudolorquismo sin esta imaginación e imaginería, como mero folklore cabaretero, pero el valor del Romancero gitano está no sólo en su atrevimiento imaginativo, sino en los soplos de estremecimiento que de vez en cuando ponen un presagio de muerte entre el decorado de luz lívida .

Tras este libro, en seguida resonante, Lorca, que había estrenado una Mariana Pineda en verso, tan atractiva como sencilla, un tanto subversiva en su contexto histórico, parece entrar en una crisis profunda. Formalmente, el modelo tradicional popular ya ha cumplido para él toda su misión: en lo íntimo, se ha dicho que entonces hubo en su vida una crisis sentimental -homosexual-.
Con crisis o sin ella, Federico García Lorca busca el modo de ausentarse algún tiempo, y obtiene una beca para el curso 1929-1930 en Columbia University. Deja escrita alguna otra pieza teatral, la breve broma El paseo de Buster Keaton, la doncella, el marineros y el estudiante-el impasible cómico cinematográfico, entonces también llamado en España "Pamplinas", parece predilecto de esa generación, ya que Alberti le hace también personaje de un poema-.

"La Zapatera Prodigiosa"-Escenografía de S. Burman-Col.Part. Y otra que se estrenará en 1930, La zapatera prodigiosa, un ágil desarrollo en tono popular y tradicional. Probablemente había terminado también, aunque no se estrenara hasta 1935, su Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, una farsa casi guiñolesca, por lo convencional de sus figuras, con final trágico.

"Poeta en Nueva York". El teatro de Lorca

Poeta en Nueva York es el fruto de aquel año largo: se acabaron los gitanos y la tradición popular, para dejar paso a un tono hermético y alucinado, en que pronto hay algo de la anchura de Walt Whitman, al que se dedica una Oda. Ahora es posible mencionar el surrealismo, pero en un sentido "aplicado", no en entrega a la escritura automática. Los temas quedan fijados por los títulos -sobre todo, son tremendas visiones de la gran ciudad aplastante: entre otros, Oda al rey de Harlem, Danza de la muerte, Paisaje de la multitud que vomita, Paisaje de la multitud que orina, Panorama ciego de Nueva York, y tras unos intermedios fuera de la ciudad, Vuelta a la ciudad, New York, oficina y denuncia y Huida de Nueva York-. Pero esa evidencia temática ayuda al poeta a desarrollar sus poemas en oscuras fantasías acumulativas, lógicamente inexplicables, y de atmósfera angustiosa:

Debajo de las multiplicaciones
hay una gota de sangre de pato;
debajo de las divisiones
hay una gota de sangre de marinero;
debajo de las sumas, un río de sangre tierna.
Un río que viene cantando
por los dormitorios de los arrabales,
y es plata, cemento o brisa
en el alba mentida de New York.
Existen las montañas. Lo sé.
Y los anteojos para la sabiduría.
Lo sé. Pero yo no he venido a ver el cielo.
Yo he venido para ver la turbia sangre...

En casi todo el libro el tono es más oscuro y la imaginería es más sorprendente, actuando por acumulación y creación de un ambiente sofocante, multitudinario y antihumano. El estilo de Poeta en Nueva York encuentra una variante más accesible y clara en algunos poemas no incluidos en libro, como la Oda a Salvador Dalí, y, con más extensión y acierto, el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935), en varias partes, y, sobre todo, la Oda al Santísimo Sacramento del Altar. Fragmentos . Más superficial el primero, el segundo crece al dejar el tono folklórico en Cuerpo presente y Alma ausente, pero con una visualidad que hace recordar el Romancero gitano. Los supera la Oda al Santísimo Sacramento del Altar, sin duda la gran síntesis de los diversos estilos lorquianos -excepto la falsilla tradicional y cantable-. El primero de los dos Fragmentos, Exposición, con centro en el ostensorio -o custodia-, es el anverso, evidente y luminoso, cuyo reverso es Mundo, la gran ciudad -¿otra vez Nueva York?-:

Escribientes dormidos en el piso catorce.
Rameras con los senos de cristal arañado.
Cables y media luna con temblores de insecto.
Bares sin gente. Gritos. Cabezas por el agua.

Aparte de los deliciosos Seis poemas galegos(1935), probaturas en gallego que, a la vez, recogen su propia voz meridional y ecos de la vieja lírica galaicoportuguesa, su última colección es Diván del Tamarit, con vagas referencias formales a la poesía arabigoandaluza de motivación sentimental.

Mientras, el dramaturgo García Lorca va creciendo: de 1931 y 1933, respectivamente, son dos sorprendentes piezas, entre surrealistas y de "teatro del absurdo", Así que pasen cinco años y la incompleta El público -luego aparecería otra pieza sin titular-: un extremo, inquietantemente fascinante, de imaginación innovadora, como en sueños de coherencia casi kafkiana, sin parangón en la historia del teatro de nuestra lengua. Pero a continuación vienen las cuatro piezas en que Lorca se hace dramaturgo profesional: Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores es la estampa lírica, casi sin acción, de la mujer que se marchita en espera de un amado ausente, que ella misma pronto sabe que no volver ; Bodas de sangre (escrita en 1932) es una enérgica tragedia en que, sobre un tono de tradición popular, Lorca va hallando un lenguaje universal, directo y tenso, apto para el teatro. Al lado de esta obra, Yerma (1934) significa un relativo retroceso, en parte por su menor posibilidad de desarrollo activo en el tema de la mujer estéril: la creciente tensión con el marido, a quien ella mata al final, resulta un tanto abstracta. Pero estas tres obras quedan superadas por la tragedia, póstuma, La casa de Bernarda Alba. Tragedia de mujeres en pueblos de España . Al final del reparto leemos: "El poeta advierte que estos tres actos tienen la intención de un documental fotográfico.".En efecto, no hay una frase, ni una palabra, que no pudiera creerse real en boca de las mujeres de la obra, tanto las criadas como el ama Bernarda, las cinco hijas y la abuela loca, todas ellas en odios mutuos, implacablemente declarados. Pero el poeta -designación que asume él mismo, aunque la obra esté en prosa- ha sabido a la vez economizar la expresión y potenciarla líricamente en su misma sobriedad realista:

BERNARDA. -... Los pobres son como los animales: parece como si estuvieran hechos de otras sustancias.
MUJER. -Los pobres sienten también sus penas.
BERNARDA. -Pero las olvidan delante de un plato de garbanzos.
MUCHACHA (con timidez). -Comer es necesario para vivir.
BERNARDA. -A tu edad no se habla delante de las personas mayores.

Esta obra también cabría enmarcarla en el teatro moderno universal comparándola, por ejemplo, con Strindberg, con Synge, etc., y, sin duda, saldría beneficiada de este contraste. La tragedia -las hijas girando en torno al hombre que está fuera- tiene un lenguaje a la vez con sabor de su tierra y de plena vigencia en todo el ámbito de su lengua.