FELICIANO Y EL BASKET

La mayoría de personas discapacitadas tiene al deporte como su rival. El no poder movilizarse con facilidad, la mirada constante de la gente y la poca seguridad en sí mismos son las principales razones para dejar de lado la actividad física. La Ofinica de apoyo al discapacitado (OMAPE) es una dirección especializada de la Municipalidad de Lima que se encarga de promover actividades recreativas y deportivas para las personas con discapacidad. Desde hace seis meses, y por iniciativa de algunos discapacitados con interés en el deporte, entre ellos la señora Rafaela Pérez, se creó un equipo de basket sobre silla de ruedas, que entrena dejando un día en el Batallón de asalto en la Avenida Abancay.

UNA PAREJA EXPLOSIVA

Tessi Amasifuen y Luis Ovalle, joven pareja de esposos licenciados en Educación Física, son los entrenadores del grupo. "Les pongo una rutina de ejercicios exigente, acá no hay complacencia para nadie. Si quieren aprender de verdad necesitan entrenar como si no tuvieran una discapacidad. Allá afuera, en el mundo real, no todos los trataran como ellos están acostumbrados", afirma Tessi, especialista en Educación especial y folklore.

"Al principio, todos vienen con una autoestima baja, se acercan por recomendación de amigos y "por cumplir", pero conforme pasa el tiempo todos hacemos lo posible para integrar a la persona y hacernos su amiga", agrega. "Cuando iniciamos eran 5 chicos y 3 chicas, y como la OMAPE nos otorgó pocas sillas deportivas, todos se mataban por tener una, era divertido... hasta que aprendieron a compartir".

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Y ESA CARITA, ¿POR QUÉ?

A pesar del poco tiempo que tiene trabajando con ellos, Tessi ha entablado amistad con todos los del grupo pero, en especial, con Feliciano. "Nos hemos hecho bien patas", afirma. Tessi cuenta que Feliciano, como todos los que recién llegan, era introvertido y no quería participar. "Siempre me daba cuenta de su estado de ánimo. Le hacía preguntas, intentaba ayudarlo. Poco a poco me gané su confianza". "Y al revés también", interrumpe Feliciano y asienta Tessi. "Cuando la veo medio tristona, le digo: ¿Y esa carita por qué?, se ríe y nos contamos nuestras cosas, en el intermedio del juego,claro está, porque una cosa es ser amigos y otra cosa es entrenar", agrega.

Luis, con más experiencia en el basket en silla de ruedas, admite que hacen una diferencia entre aquellos que son parapléjicos (discapacitados por accidente) y los que padecen de polio. "Obviamente, si jugando se cae uno con polio, lo dejamos que se levante solo y vuelva a integrarse, pues ellos tienen más dominio de piernas y de brazos ya que han vivido con la enfermedad casi toda la vida. Los parapléjicos, en cambio, recién se están adaptando y tienen poca fuerza en los brazos. Sólo a ellos se les ayuda al inicio, pero despues ya todos somos iguales", arguye.

Dentro del entrenamiento, se percibe un ambiente de camaradería y aunque hay molestias y "piconerías" propias de la competencia, se respetan mucho, incluso más que los juegos entre personas sin dificultad. Palabras como "cojito", "inválido", entre otras, están de más. El carácter directo de Tessi, la paciencia de su esposo Luis y las grandes energías de los muchachos hacen del grupo un agradable entretenimiento para los policías de la comisaría que miran atentos el juego.

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POCA DIFUSIÓN EN EL PERÚ

Según Ovalle, en nuestro país el basket sobre silla de ruedas no es muy difundido, dado que no hay iniciativa de los mismos chicos y porque tampoco encuentran apoyo de alguna institución. El CONADIS, por ejemplo, no se ha manifestado en este aspecto. Bernardo Lara, secretario de la OMAPE, cuenta que sólo su institución promueve las actividades deportivas. "Nosotros trabajamos a nivel de municipalidades, pero la única que ha conseguido un equipo y un horario de entrenamiento es la de municipalidad de Lima. Las demás aún no tienen equipos, quizá por problemas de presupuestos u organización". Al preguntarle sobre el CONADIS, agrega que la OMAPE está bajo su supervisión, pero que aquel no se "ha puesto las pilas" por promover más el deporte. "El apoyo a una persona con discapacidad no sólo consiste en darle un trabajo, una casa, un documento, también significa darle un grupo en el que pueda desenvolverse, compartir experiencias comunes, problemas, y que mejor que el basket que no sólo los educa físicamente sino que también mejora su espíritu y su relación con el mundo".

El basket o cualquier otro deporte sobre silla de ruedas suele ser considerado como "educación especial", pero debería ser una especialidad. Sólo existen cursos o talleres para trabajar con amputados, parapléjicos, etc., pero más allá de eso no hay. Recién este año se ha conseguido un apoyo más fuerte de la OMAPE y se está gestando la creación de una Federación de basket sobre silla de ruedas. Además, se prevé la promoción de otros deportes.

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MARATÓN EN PARAMONGA

Todo el equipo estuvo preparándose para participar de una maratón en Paramonga. El pasado 27 de noviembre viajaron hasta allí por el aniversario de la ciudad. Feliciano, emocionado, cuenta la experiencia: "Es una ciudad muy bonita y conocimos a otros compañeros (discapacitados) que también hacen deporte y no se quedan sentados a ver pasar la vida. Qué te digo... fue una experiencia bonita, y ganó la señora Rafaela, esa señora tiene una fuerza... ¡qué bestia!".

Feliciano y el resto de sus compañeros regresaron contentos de participar en este concurso. Esperan poder salir a otras ciudades y conocer a otros que, como ellos, viven a tiempo completo el lema: "Mente sana en cuerpo sano".

FELI EN ACCIÓN

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Una en movimiento, más aún. Mira a Feli en acción: entrenando, en una carrerita, o haciendo piruetas.

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Melissa Aponte Trujillo / Periodismo Digital / 2004-II