Los alrededores están repletos de vendedores
con ansia de vender. Es curioso como aplican la táctica del "regalo", que
consiste en regalarte algo, una insignificancia, para que te muestres amigable con él y
al mismo tiempo le de tiempo a convencerte a que le compres una bolsa que contiene un poco
de todo. La verda es que me quedé con las ganas de comprársela, porque habían aquellas
cosas que necesitas comprar a última hora deprisa y corriendo para poder ofrecérselas a
amigos y familiares cuando vuelvas del viaje.
Recuerdo que fue el regateo más sorprendente
de mi vida. Mohammed era muy insistente, rebajando de 100 libras que pedían inicialmente
a 20 libras con las que me hubiese quedado con todo. Pero como todo va tan deprisa y no te
da tiempo a pensar, no le hice mucho caso. Luego te arrepientes. Pero alguien del grupo si
que le compró. Mirad que cara hace Mohammed de haber hecho buen negocio.