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Martí,
el poeta.
página dedicada a los
insignes Ariguanabenses Ángel Valiente y Ana Núñez Machín
Con
especial cariño a Roberto Alemán, poeta repentista
Los zapaticos de
rosa
A mademoiselle Marie: José Martí |
El escenario que inspiró a Martí esta bella y
muy humana poesía fue una playa, conocida por Bath
Beach, que se encuentra en la costa atlántica
de Brooklyn, no lejos de Coney
Island. En la época de verano, Carmen Miyares
alquilaba una casa de temporada en dicha playa.
En aquel entonces, se dice que se llegaba a aquel frecuentado balneario en
unos pequeños vapores que iban desde “Battery
Park”, a pocas cuadras de la oficina que el
Apóstol tenía, en el 120 de la Calle Front, en Nueva York, y que
establecían conexión con un tren que llegaba hasta la playa. También en
este lugar Martí se tomó una foto en la que aparece con la pequeña hija
de C. Miyares, María Mantilla. Esa foto, en la que la niña aparece muy
triste, fue tomada después que la pequeña fuera picada por una abeja, lo
que el Apóstol recuerda en sus “Versos
sencillos”
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Esta
página fue diseñada por la niña Annette Armas Domínguez, en Las
Palmas de Gran Canaria. Está dedicada a su prima, Josebe Laura
Domínguez, de La Habana, Cuba. |
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Hay sol bueno y mar
de espuma,
Y arena fina, y Pilar
Quiere salir a estrenar
Su sombrerito de pluma.
-"¡Vaya la niña
divina!"
Dice el padre, y le da un beso:
-"¡Vaya mi pájaro preso
A buscarme arena fina!"
-"Yo voy con mi niña
hermosa",
Le dijo la madre buena:
"¡No te manches en la arena
Los zapaticos de rosa!"
Fueron las dos al jardín
Por la calle del laurel:
La madre cogió un clavel
Y Pilar cogió un
jazmín.
Ella va de todo juego,
Con aro, y balde, y paleta:
El balde es color violeta:
El aro es color de fuego.
Vienen a verlas pasar
Nadie quiere
verlas ir:
La madre se echa a reír,
Y un viejo se echa a llorar.
El aire fresco despeina
A Pilar, que viene y va
Muy oronda: -"¡Di, mamá!
¿Tú sabes que cosa es reina?"
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Y por si vuelven de
noche
De la orilla de la mar,
Para la madre y Pilar
Manda luego el padre el coche.
Está la playa muy linda:
Todo el mundo está en la playa
Lleva espejuelos el aya
De la francesa Florinda.
Está Alberto, el militar
Que salió en la procesión
Con tricornio y con bastón
Echando un bote a la mar.
¡Y que mala Magdalena
Con tantas cintas y lazos,
A la muñeca sin brazos
Enterrándola en la arena!.
Conversan allá en las sillas,
Sentadas con los señores
Las señoras, como flores,
Debajo de las sombrillas.
Pero está con estos modos
Tan serios, muy triste el mar:
¡Lo alegre es allá, al doblar,
En la barranca de todos.
Dicen que suenan las olas
Mejor allá en la barranca,
Y que la arena es muy blanca
Donde están las niñas solas.
Pilar corre a su mamá:
-¡"Mamá, yo voy a ser buena:
Déjame ir sola a la arena:
Allá, tu me ves, allá!"
-"¡Esta niña
caprichosa!
No hay tarde que no me enojes:
Anda, pero no te mojes
Los zapaticos de rosa."
Le llega a los pies la espuma:
Gritan alegres las dos:
Y se va, diciendo adiós,
La del sombrero de pluma.
¡Se va allá, donde ¡muy
lejos!
Las aguas son más salobres,
Donde se sientan los pobres,
Donde se sientan los viejos!
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Se fue la niña a jugar,
La blanca espuma bajó,
Y pasó el tiempo, y pasó
Un águila por el mar. |
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Y cuando el sol se ponía
Detrás de un monte dorado,
Un sombrerito callado
Por las arenas venía
Trabaja mucho, trabaja
Para andar: ¿qué es lo que tiene
Pilar que anda así, que viene
Con la cabecita baja?
Bien sabe la madre hermosa
Por qué le cuesta el andar:
-"¿Y los zapatos, Pilar,
Los zapaticos de rosa?
"¡Ah, loca! ¿en dónde
estarán?
¡Di dónde, Pilar!" - "Señora,
Dice una mujer que llora:
"Están conmigo: aquí están!
"Yo tengo una niña
enferma
Que llora en el cuarto oscuro
Y la traigo al aire puro
A ver el sol, y a que duerma.
"Anoche soñó, soñó
Con el cielo, y oyó un canto:
Me dio miedo, me dio espanto,
Y la traje, y se durmió.
"Con sus dos brazos
menudos
Estaba como abrazando;
Y yo mirando, mirando
Sus piececitos desnudos.
"Me llegó al cuerpo la
espuma,
Alcé los ojos, y vi
Esta niña frente a mí
Con su sombrero de pluma.
"-¡Se parece a los
retratos
Tu niña!" dijo: "¿Es de cera?
¿Quiere jugar? ¡si quisiera!...
¿Y por qué está sin zapatos?
"Mira: ¡la mano le
abrasa,
Y tiene los pies tan fríos!
¡Oh, toma, toma los míos:
Yo tengo más en mi casa!"
"No sé bien, señora
hermosa,
Lo que sucedió después:
¡Le vi a mi hijita en los pies
Los zapaticos de rosa!"
Se vio sacar los pañuelos
A una rusa y a una inglesa:
El aya de la francesa
Se quitó los espejuelos.
Abrió la madre los brazos:
Se echó a Pilar en su pecho,
Y sacó el traje deshecho,
Sin adornos y sin lazos.
Todo lo quiere saber
De la enferma la señora:
¡No quiere saber que llora
De pobreza una mujer!
-"Si, Pilar, dáselo! ¡y
eso
También! ¡tu manta! ¡tu anillo!"
Y ella le dio su bolsillo,
Le dio el clavel, le dio un beso.
Vuelven calladas de noche
A su casa del jardín:
Y Pilar va en el cojín
De la derecha del coche.
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Y dice una mariposa
Que vio desde su rosal
Guardados en un cristal
Los zapaticos de rosa. |
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