• Mantenga una actividad
física
Caminar es un buen ejercicio, pero si
desea realizar deportes o actividades programadas, el médico
puede aconsejar la más adecuada para usted de acuerdo con su
historia médica. Las actividades diarias aunque sean de
intensidad moderada, pueden reportar beneficios a largo plazo.
Además, le ayudan a manejar el estrés.
• Mejore sus hábitos
alimentarios
Siga los consejos del médico para
cambiar su estilo alimenticio pues no se trata de aguantar hambre sino
de tener una buena alimentación y mantener el peso adecuado. No
recurra a las dietas rápidas que generalmente suprimen de manera
drástica el consumo de carbohidratos, proteínas o grasas
desestabilizando su organismo.
• Deje de fumar
Si no puede dejar el cigarrillo, usted
puede optar por diferentes terapias como la de reemplazo de nicotina.
Los chicles o parches pueden ser una opción, pues controlan
de una manera eficiente los niveles de nicotina en la sangre, las
ansias y los síntomas de abstinencia. Además, el resto de
los venenos del humo del cigarrillo (alquitrán y monóxido
de carbono) quedan eliminados.
• Controle el colesterol
El colesterol es una grasa blanda que se
encuentra en todas las células del cuerpo y hace parte de un
organismo sano. Sin embargo, las posibilidades de padecer un problema
coronario crecen paralelamente al aumentar sus niveles.
Periódicamente debe realizarse un
control y bajar la concentración alta de grasas saturadas y
colesterol tales como la carne, la mantequilla, el queso y la leche
entera. Las frutas, las semillas y los vegetales no contienen
colesterol, tienen una baja concentración de grasas saturadas, y
alto contenido en fibra y pueden ayudarle a bajar los niveles de
colesterol en la sangre.