CONCLUSIONES
Es indudable que el modelo
convencional de financiamiento del monopolio natural en el sector eléctrico ha
entrado en crisis como resultado de las dificultades que se han presentado para
financiar el servicio; del ineficiente manejo de los sistemas de operación y
mantenimiento, que afectó negativamente la disponibilidad de centrales
eléctricas y la confiabilidad en la calidad del servicio y en las posibilidades
de adaptarlo a los avances tecnológicos.
Su redefinición, estructural,
es por tanto inminente. El financiamiento externo aparece como una de las
mejores alternativas de políticas públicas, pero elementos tales como la forma
en que deben realizarse estos cambios y cuan drásticos deberán ser para
implementarlos efectivamente, son aún objeto de múltiples discusiones que deben
ser allanadas a fin de conceptualizar claramente hacia donde debe dirigirse el
nuevo diseño institucional.
Sin embargo, es indiscutible
que este proceso de reforma anticipa por sí solo la necesidad de transformar el
rol que el Estado había venido desempeñando hasta ahora, ya que deberá
implantar los mecanismos institucionales y legales que garanticen la prestación
eficiente del servicio y el cumplimiento de todas las responsabilidades
adquiridas por el sector privado ante la responsabilidad de financiamiento de
proyectos en el sector eléctrico.
En este sentido, deben considerarse algunos lineamientos básicos con respecto al diseño institucional óptimo del sector de servicio eléctrico, que se proponen a continuación.