Capítulos:

Introducción

1 - El Destructor de Estrellas
2 - El Sobreviviente de Yavin
3 - La Confesión
4 - Universos en Colisión
5 - En las Garras del Imperio
6 - Un día de suerte
7 - El final está cerca
8 - Emboscada

Conclusión


El entorno de Star Trek y Star Wars

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HUYENDO DEL IMPERIO


[Fotomontaje por David E. Duarte]

CAPITULO 2
EL SOBREVIVIENTE DE YAVIN

La descomunal armazón del destructor estelar Avenger flotaba graciosamente en la órbita del planeta Imraad. La flota imperial lo había despachado a tan desolado sector de la galaxia para que sirviera de apoyo a las unidades de exploración que evaluarían el potencial del planeta como base para la fábrica de la nueva arma del imperio: cazas TIE fantasma.

"¡Bah! Qué pérdida de tiempo", pensó el Capitán Needa, mientras contemplaba el primitivo planeta a través de una de las ventanas del puente de mando. "Mi nave y yo deberíamos estar con el resto de la flota acosando a los rebeldes, aplastándolos. Y en cambio, nos envían a este apartado lugar, evitado por muchos cruceros estelares a causa de su cercanía con Yavin, recordado por la batalla que llevó al Imperio a su primera gran derrota frente a la basura rebelde. ¡Ah! Pero otra sería la historia si los rebeldes no hubieran destruido nuestra Estrella de la Muerte, ni hubiera muerto en ese ataque Lord Vader..."

Las reflexiones de Needa fueron interrumpidas cuando una alarma de aproximación comenzó a resonar en el puente. Presuroso, se acercó al navegante y preguntó: "¿Qué ocurre?"

"Una nave, señor. Tan grande como una fragata de escolta... ¡Acaba de aparecer en nuestras pantallas salida de la nada!". "¡Vamos hombre! Seguramente acaba de abandonar el hiperespacio". "No lo creo, señor, nada en las pantallas indica actividad hiperespacial".

"Curioso", pensó Needa, "o quizás este operario estaba dormido en su puesto y fue sorprendido". Y calmando los ánimos, preguntó: "¿Qué clase de nave es? ¿Imperial o rebelde?".

"Tampoco lo sé, señor. Los sensores no pueden reconocer su construcción, ni trae algún emblema que la identifique. En este momento estamos solicitándoles se identifiquen."

"Prosiga entonces y manténgame informado". Entonces se alejo del navegante y llamó a Skeele, su segundo oficial. "Comunique a las unidades de artillería que estén preparadas para iniciar ataque contra la nave intrusa". Skeele pegó sus brazos a los costados de su traje verde oscuro y golpeó las tobilleras en sus botas. Terminados los honores a su superior, partió a cumplir la orden. "Quienesquiera que sean, si sus intenciones son hostiles, lamentarán este día", dijo para sí.

Cada uno de los 60 pesados Turboláser y cañones de ion, fueron dirigidos a la extraña nave que invadiera el espacio protegido por el Avenger. Y sin duda, la construcción de la misma se alejaba de los patrones seguidos tanto como por los ingenieros imperiales como rebeldes. Esta no parecía robusta ni imponente, capaz de repeler un ataque enemigo. Por el contrario, la estructura que sostenía el plato que constituía su cuerpo principal, parecía incapaz de soportar siquiera un viaje interplanetario. Y sin embargo, allí estaba. Emergida quizás del hiperespacio, ocultando quién sabe qué secretos.

"¿Alguna respuesta, navegante?". "Ninguna todavía, señor", fue la respuesta dada a Needa. "Pareciera que sus equipos de comunicación fueran incapaces de reconocer y responder nuestra señal".

"Segundo oficial", Skeele, que estaba al lado de su Capitán confirmando en la consola junto a él que cada unidad de artillería hubiera respondido a su comando, delegó esta actividad al operario al otro lado de la consola y se acercó a Needa. "Que hagan un disparo de advertencia. Que sepan a qué se enfrentan".

Sobre Imraad, las naves esperaban una frente a la otra. El destructor estelar se movía lenta pero seguramente alrededor de la nave intrusa, que permanecía inmóvil. Esperando. Y la respuesta a esa espera vino de uno de los costados del destructor, el más cercano a ella, en la forma de una descarga proveniente de alguno de los Turboláser que no dejaban de apuntarle.

La descarga cruzó en centésimas de segundo la distancia que separaba las naves, haciéndolas parecer mucho más cercanas de lo que en realidad estaban, para finalmente morir en una especie de pantalla protectora que envolvía a su presuntamente indefensa víctima.

"Tienen un escudo de fuerza, señor", reportó uno de los operarios encargados de supervisar las actividades de la nave intrusa. "La descarga no fue suficiente para realizar una medición confiable de su capacidad de protección, pero por los datos obtenidos, aún si lo concentraran en un único punto, no podrían contener un ataque a escala total, aunque si uno de menores proporciones. Soportaría mucho más que cualquiera de los cruceros rebeldes o imperiales existentes. Aún más que el poder de fuego que nuestros escudos pueden contener".

"¡Increíble!", murmuró Needa, "¿Qué otras maravillas tecnológicas esconderá?. Segundo oficial...", esperó un momento a que Skeele atendiera su llamado, "que las unidades de artillería no disparen a menos que sea en respuesta a un ataque. Quiero capturar esa nave y apropiarme de sus secretos en favor del Imperio. Que preparen el rayo tractor..."

No lejos, un pequeño caza del modelo TIE extraviado, se acercaba a Imraad, atraído quizás por las transmisiones en código imperial del Avenger.

Un rayo tractor fue lanzado hacia la nave intrusa. Y aunque Needa esperaba alguna resistencia, no hubo tal. Quienes tripulaban la nave parecían indiferentes ante la posibilidad de su captura. Sin embargo, esta era una apreciación errada. Una descarga de naturaleza desconocida fue lanzada desde el plato principal de la nave intrusa hacia el Avenger.

"¡Rápido, los escudos!", comandó al jefe de artilleros.

La descarga impacto sobre el cuerpo del destructor, lejos del puente de mando, donde los escudos protectores eran menos resistentes. La nave vibró con el golpe, pero no fue algo por qué preocuparse. A menos que, como ellos hicieron, fuera sólo un disparo de advertencia. El rayo tractor se interrumpió.

"Señor...", Skeele esperaba la orden para el contraataque. Needa vaciló por un momento, pero si ellos no estaban en capacidad de tomar la nave intacta, seguramente estarían en suficiente capacidad de estudiar de sus restos y quizás reconstruirla... algún día. "Que las unidades 2 y 3 inicien el ataque, pero sin usar fuerza letal... quiero que quede algo para reconstruir...".

A la orden, los cañones ion y dos unidades de Turboláser iniciaron una rápida secuencia de ataques contra la nave intrusa. Sus escudos parecían soportar con decencia el ataque, y por igual, los escudos del destructor soportaban los impactos de los torpedos lanzados hacia él. Durante unos segundos, la batalla de las naves iluminó los cielos de Imraad.

"¡Capitán!".

"¿Qué sucede ahora, navegante?". "Un TIE, señor", fue la respuesta. "Un TIE personal operado por las computadoras de abordo se acerca. Solicita ser recibido en el Avenger y que nuestras computadoras tomen control del acercamiento".

"¿Quién pilotea ese caza y qué hace tan lejos de cualquier base imperial?". "No parece haber vida abordo del caza, señor. Sin embargo... espere. Tengo una señal. Es débil, pero... parece como si el piloto estuviera en malas condiciones".

"Si me permite, señor, este podría ser un intento rebelde para abordar el Avenger. Quizás esa nave allí afuera sea parte de alguna estratagema para abordarnos y someternos". Needa escuchó las suposiciones de Skeele. Finalmente, el navegante se encargó de desechar la posibilidad de una estratagema rebelde. "¡Capitán, el TIE está transmitiendo un código secreto! Usted no va a creerlo..."

"Déjeme verlo", ordenó Needa, atraído por la curiosidad de saber que sorprendió tanto al navegante. Y la verdad, tampoco él podía creerlo, pero debía ser verídico. Nadie que no tuviera acceso a los altos círculos imperiales conocía el código recibido. "Traigan ese TIE abordo y suspendan el ataque. No podemos arriesgarnos a dañarlo..."

"Si, señor", fue la inmediata respuesta de Skeele.

La nave intrusa respondió al cese al fuego del destructor, y de nuevo quedaron las dos naves flotando silenciosamente sobre Imraad. Mientras, el pequeño caza fue llevado a los hangares del Avenger.

Un pequeño destacamento de soldados invadió el hangar, así como técnicos y una unidad médica. El mismo Needa se hizo presente, apresurando a sus hombres con el rescate. Luego de unos segundos, las puertas del caza fueron violentadas y su tripulante fue sacado ante la imposibilidad que él lo hiciera por medios propios. Esta fue una tarea difícil dado el gran tamaño del piloto y lo pesado de su armadura. Una armadura negra, como negra era quizás su conciencia.

"Debió flotar a la deriva durante todo este tiempo...", murmuró uno de los soldados presentes. "Mucho hace de la destrucción de la Estrella de la Muerte. Sería una suerte que todavía estuviera vivo..."

Un médico se acercó al piloto y lo examinó de prisa. No pulso. No respiración. Y sin embargo, todavía parecía haber vida en ese cuerpo. "Informen en la enfermería que estén preparados", ordenó. "¡No tenemos mucho tiempo si queremos salvar la vida de Lord Vader!".

FIN DEL CAPITULO


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