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Entrevistado: Rodrigo Venegas, psicólogo forense, trabajador del Centro Trafun, para menores que han cometido algún delito sexual. |
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Toda experiencia pionera comparte una importante cuota de valentía pero también de incertidumbre respecto a los desafíos que se vislumbran y las dudas ante las adversidades que día a día van surgiendo. Es un proceso largo de complementar la teoría y la práctica, de construir con los usuarios y los profesionales las metodologías más adecuadas y la comprensión del rol del proyecto por parte de la comunidad en la cual el proyecto está
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¿Debe tener mucha capacidad para ayudar a esta gente “violadora”?
No se si es capacidad, pero yo lo pongo en el siguiente sentido, un agresor sexual puede agredir a muchos, estos niños aún tienen posibilidades de cambio, con un buen trabajo podemos prevenir nuevas agresiones. Mi trabajo no es orientado para recuperar lo que ya pasó, sus abusos ya fueron hechos, lo que nosotros podemos llegar a hacer, es que ellos se den cuenta de lo que causan.
¿Con niños de que edades trabaja?
Trabajo con niños de 10 a 14 años (solo violadores, porque no se puede tener bajo un mismo techo al victimario y su victima, es mejor que los niños abusados o violados tengan su propio terapeuta). Los niños con que trabajo son de toda la región.
¿Y existe alguna tendencia social de los niños)
No hay una tendencia de clases, está todo muy repartido.
¿Cómo poder distinguir a un violador?
En general no tienen patologías, nosotros hicimos un estudio en donde tomamos a los niños de nuestro Centro Trafun, y los comparamos con un grupo control, no hubo ninguna diferencia en personalidades, o sea no hay un perfil establecido de algún violador. No hay como saber cuando un niño se diferencia de la población común.
Algunos presentan poca empatía, problemas de acertividad, pensamientos o ideas esteriotipadas de lo que es ser mujer u hombre, la cultura patriarcal es muy fuerte. |
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