Talampaya y Valle
de la Luna
ESCRITO
DEL TRÍASICO EN LA TIERRA CUYANA
Talampaya
y Valle de la Luna son dos parques naturales que están ubicados
en la provincia de San Juan el primero y en la provincia de La Rioja el
segundo. En verdad están uno al lado del otro, separados por la
línea imaginaria de un mapa, ocupando una misma cuenca formada hace
248 millones de años, durante el periodo triásico. Una larga
serie de fósiles animales están permitiendo completar los
estudios más interesantes de la ciencia: cuando y cómo surgieron
los primeros dinosaurios.
El
triásico es uno de los periodos en que se sub-divide la Era Mesozoica
(248 a 65 millones de años atrás), tiempo en que todavía
existía el mega-continente llamado Pangea. Fruto del constante movimiento
de placas tectónicas, se produjeron -a comienzos del triásico-
una serie de grietas gigantes separadas entre sí por varias decenas
de kilómetros. Entonces el terreno que había entre medio
de ellas se hundió, formando una profunda cuenca rodeada por valles
montañosos. Aquella cuenca –conocida hoy por hoy, como Ischigualasto-Villa
Unión— abarcaba los actuales parques Valle de la Luna y Talampaya.
A diferencia de la actualidad, la región era un vergel con una densa
vegetación surcada por ríos y lagos que permitieron el desarrollo
de una gran biodiversidad. Estamos todavía a comienzos del triásico,
cuando aun no existían los dinosaurios sino un género muy
distinto de especies conocidas como reptiles mamiferoides, de cuyo tronco
básico surgieron más tarde los mamíferos, los primates
y en consecuencia el hombre. El hallazgo de varias especies nuevas de estos
antecesores de los mamíferos es uno de los ejes científicos
alrededor del cual se centra la importancia de esta cuenca.
Con
el correr de los millones de años, el triásico inferior fue
tapado por los sedimentos que bajaban de la ladera de los valles, fosilizando
animales y especies vegetales que quedaron bajo tierra por mucho tiempo
antes de aflorar a la superficie.
Durante
el triásico medio aparecen los pre-dinosaurios, que comienzan a
caminar en dos patas y adquieren un mejor campo de visión, mayor
velocidad y tienen sus manos libres para atacar.
Estas
ventajas comparativas estimulan su desarrollo y el predominio sobre las
demás especies. De estos ejemplares primitivos –únicos en
el mundo— se encontraron en la cuenca de Villa Unión-Ischigualasto
el lagosuchus y el largenpentón. Pero volviendo al hilo original,
también el triásico medio fue tapado por los sedimentos
Durante
el triásico superior aparecen realmente los primeros dinosaurios,
cuyo eslabón más o menos completo se pudo reconstruir gracias
a estos hallazgos. De esta etapa se encuentran el Herrerasaurus y el Eoraptor.
El Eoraptor lunensis, es uno de los primeros dinosaurios que existió
–hace 235 millones de años--, con una extensión de apenas
un metro con veinte centímetros. En las famosas películas
de Spielberg esta especie suele aparecer atacando en manadas. Fue encontrado
en 1991 por el Doctor Ricardo Martínez, y hasta la fecha han aparecido
cuatro más.
El
apasionante raconto pre-histórico de estos parques avanza a millones
de años por metro recorrido. Aquí también se encontraron
Fregüelisaurus, el carnívoro más grande de Ischigualasto,
que era una especie muy voraz, con dientes aserruchados. El otro ejemplo
fundamental es el Herrerasaurus –descubierto en 1968 por un baquiano de
apellido Herrera— que medía cuatro metros de largo y que era el
único capaz de enfrentar a los cocodriloides, una especie gigante
de cocodrilos que dominó la zona antes que los dinosaurios.
El
triásico superior también fue cubierto por sedimentos hasta
que finalmente la depresión de la cuenca original quedó tapada,
formando otra vez una planicie. Justo debajo –a muchos metros de profundidad—
quedaron documentadas a la perfección las tres etapas del triásico,
muy lejos del alcance de la mano del hombre.
Nada
de este singular proceso que derivó en el encuentro de los dinosaurios
por el hombre moderno hubiese sido posible sin la increíble serie
de sucesos azarosos que determinaron que 125 millones de años después
de que la cuenca fuese tapada, brotara la cordillera de los Andes (hace
70 millones de años). La cordillera surgió porque la placa
oceánica de Nazca que se desplazaba bajo las aguas del Pacífico
chocó contra el continente americano, y la presión subterránea
de esa fuerza levantó la cordillera. Valle de la luna y Talampaya
están a muchos kilómetros de los Andes, pero lo suficientemente
cerca como para que el terreno también se inclinara en una pendiente
curva que asciende en dirección a la cordillera. Dicho en términos
sencillos, cuando el terreno se dobló –a la altura de la cuenca
que Ischigualasto-Villa Unión--, también se fracturó
y produjo algunas elevaciones que dejaron a la vista las tres etapas del
periodo triásico, en una forma exacta y cronológica como
no existe en ningún otro lugar del mundo. Se dio entonces un fenómeno
único en la historia de la ciencia, que el paleontólogo alemán
Alfred Romer describió a fines de la década del cincuenta
de la siguiente forma: “...cada paleontólogo sueña con encontrar
algún día un yacimiento virgen cubierto de cráneos
y esqueletos, pero casi nunca se realiza este sueño...”. Quienes
tuvieron contacto con Romer expresaron que cuando él se refería
a Ischigualasto, lo comparaba con “el paraíso de los paleontólogos”.
Fuente:
Diario El Independiente, La Rioja.
Lic.
Sandra Bonetto
http://www.elindependiente.com.ar/suplementos/notas.asp?37
VOLVER
A PARQUE ISCHIGUALASTO.
|