Señor,
soy un Templario de FASTA que aprendido a conocerte
en mi escuadra, en mi sección, en mi Ruca, en el campamento,
en las marchas.
Señor, quiero pedirte con humildad de corazón
me ayudes a vivir con grandeza de alma, los ideales de FASTA.
Que cada vez que diga a tus órdenes,
estés tú recibiendo mi obediencia como plegaria.
Que cada vez que exclame ¡Por la Patria hasta Dios!
afirme el compromiso final de marcha miliciana.
Que en el "Vale quien sirve" descubra siemrpe el valor
del servicio a Ti y a la Patria.
Enseñame a amar lo difícil y lo heróico;
a querer la purza de mi cuerpo y de mi alma;
a formarme cada día para la misión que Tú me preparas.
A no ser violento, impulsivo, desobediente, iracundo, curel,
envidioso, soberbio, carnal ocioso, triste, desesperanzado.
Que cada día al despertarme me encuentre en tu presencia;
que cada noche al acostarme, me despida de Ti con una plegara.
Que durante el día siempre esté de marcha aguardándote,
con el puño cerrado sobre mi corazón ilusionado;
con palabras limpias, con verdades recias,
con la mochila al hombro y la boina orejeada,
dispuesto al combate por Ti y por la Patria.
Amén.