El cargo
su cruz con fervor
y al cielo oró con dedicación
A todos nos quiso con amor
y su rezo tuvo compensación.
En su
Verona natal era perseguido
porque creía en la cruz eterna
pero nunca nadie lo vio escondido
y eligió a María como su reina.
A los Cátaros
volvió creyentes
y todo esto no lo hizo en vano
porque ellos ahora duermen
en la contenplación de un Dios soberano.
A sus
hijos quiso con amor profundo
Porque Él lo ha escrito
el amor al hermano en este mundo
es amor a Su hijo, Jesucristo.
En el
norte las cosas parecían difíciles
pero el trajo la esperanza
Cuando a Cristo dedicó su vida
y de Jesús predicó sus enseñanzas.
A los
herejes enfrentó cara a cara
sabiendo que así corría peligro
cuando de Dios fervorosamente les hablara
el hereje era convertido en amigo.
Dos pobres
Cátaros su vida le quitaron
haciendo que su sangre se vertiera
al oir su muerte todos gritaron
San Pedro de Verona, siervo que por Dios
su vida rindiera.
