Tengo una pena en el pecho
de las que rasgan el alma,
las que aparecen ocultas
sin asomarse a la cara;
hacen que grite hacia adentro
ante el temor de escucharla,
son las que no dan salida
y sí, un portón a la entrada.
De las que a nadie le importan,
las que procuras callarlas.
La tengo aquí tan metida
que hiere como una garra.
Es como aquellas que duelen
tan sólo con recordarla;
y me dolía tu boca
cuando intentaba besarla.
La violeta se ha estremecido
El jardín resbala oxidado.
Las sombras se callan esquivas
y la hiedra disipa en lo alto.
Un chasquido de plata corta
al céfiro en varios pedazos.
Se inquieta el almendro,
solloza el naranjo,
Y a todo, el laurel se murmura
Discreto hacia abajo.
Un corro de cien margaritas
Pintadas de pómulos mayos
adornan con negras mantillas
sus pétalos blancos;
las púberes rosas
por unos zarzales descalzos
esconden sus bellos aromas
en tinas de barro
y la hermosa orquídea pinta
su luto en los labios.
¡Qué hermosa me sale la luna
por entre mi espejo de nardo!
La violeta se ha estremecido
Sangrante lo libre,
Se va, cabizbajo.
A menudo sorprendo tu mirada
cómo calza sus iris de osadía
y juega al escondite con la mía
que tímida se queda rezagada;
otras veces observo que, callada,
se columpia en leve picardía
destilando el destello de ironía
que impide mantener mi vista alzada.
Qué tendrán las pupilas de tus ojos
que esconden su melaza en desafíos
y pintan en mi piel suaves sonrojos.
Qué tienen que me causan desvaríos;
yo soy cautiva niña en sus antojos
y tú, duende burlón entre los míos.
TE
QUIERO PORQUE TE QUIERO
Te quiero porque te quiero
mejor si me da la gana
Por ser rayito de luz
en la mañana temprana
que asoma a darme besitos
y pasa por mi ventana
lamiendo con tus ardores
el cuerpo de esta serrana.
Te quiero porque te quiero
mejor, si me da la gana.
Por ser clavel oloroso
que a mi escote se engalana
y ser del mar la bravura
que al hacerme filigranas
va regando tó enterito
el cuerpo de esta serrana.
Te quiero porque te quiero
y mas, si me da la gana.
Por ser galán y gracioso
pero un pelín tarambana
y tener la voz melosa
del repique de campana
cuando vienes a cantarme
con esa voz que desgrana
el susurro a la orejita
del cuerpo de esta serrana.
Te quiero porque te quiero
y mas, si me da la gana.
Pero una cosa te digo...
que quieras con alma sana
y que no me pintes leyes
ni de payos ni gitanas;
no me pongas ataduras
ni soga, cordel o liana
porque al igual que hoy te quiero
después se me van las ganas
y no tendrás si pretendes
el cuerpo de esta serrana.
Te quiero porque te quiero
Por si no quiero mañana.
NO
ERES NADA
No eres nada, no eres todo
y aún así, así me llevas;
en nudo de cielo
con lazo de tierra
sobre mi mundo de miedo...
No eres nada y eres hiedra
que asciende por mi tristeza
y eres torrente que sube
del agua que emana bella
y el sol, que pinta de ocasos
los labios de las estrellas.
No eres todo y eres pena
De mi silencio en ausencia,
lágrima que se me asoma
sin saber por qué me llega
y ese aire que derrite
la boca cuando la llena
de un aliento entrecortado
que como suspiro queda.
No eres nada, no eres todo
aún así, así me dejas
con nudo de cielo
en lazo de tierra
y por mi mundo de miedo
sin miedo...te quedas.
QUE BAJAN
Que ya van bajando, madre,
que ya bajan por el río
los pies de mi enamorado
que dice que están "heríos"
y las piedritas del fondo
los curan con su albedrío.
Que ya van bajando, madre,
que ya bajan por el río
los besos de mi galante
que vienen moraos del frío
y son sus perlillas de agua
quien los calientan con brío.
Que ya van bajando, madre
que ya bajan por el río
los ojillos que mi mozo
va guiñando al amorío
y la espumita del agua
los besa con desafío.
Que ya van bajando, madre
que ya bajan por el río
y yo desde mi ventana
todito me lo he perdío.
SERÁS, SERÉ, SEREMOS
Serás la amanecida en la alameda
la mañana fresca del campo en mayo
tormenta e ímpetu del fuerte rayo
noche clara que al romántico hospeda.
Seré envoltorio de la suave seda
que cubra al iluso amor con su sayo;
Lady Godiva que en plata caballo
galope sus crines por tu vereda.
Serás la salada brisa del mar
que con blanca espuma al bajel domina
yo seré remanso de arena fina.
Seremos sujeto del verbo amar
pretérito perfecto a conjugar
de doble pasión que empieza y termina.
ROMANCE DE LA ESPOSA
(leyenda popular de Lloret de Mar)
El sol que se despereza
y ondea su rubio pelo
cubriendo tu capa azul
conoce que yo no quiero
soltar de mis ojos una
lágrima por aquel cuerpo
que tú arrebataste un día
por un arranque de celos.
Un fallido conato hice
de flotar tras su velero
esa canoa repleta
con un pequeño universo
hecha de fina esperanza
cubierta con dulces sueños
y bordada en firmes redes
con nudos de varios besos.
Quizá no llegara a verla
o quizá no hubo el encuentro
y navegue a la deriva
en busca del firme puerto.
La fina manta que cubre
de arena tu fuero interno,
que de tanto en tanto pare
los frutos de tus adentros
conocen que manos buscan
con los dedos de un lamento
las ánimas naufragadas
por si llegase él ileso
y aunque arañe la esperanza
y aunque peine el desespero
ya sólo traen a mis pies
caracolas de los muertos.
Un fallido conato hice
al escribir mi TE QUIERO
tras las huellas de pisadas
de los pies del marinero;
quizá no llegara a verla
quizá se borró primero
y no ansíe ya volver,
creyendo que no lo espero.
La sal que llevan tus gotas
con sabor a cristal viejo
van lamiendo las heridas
que el amargo y traicionero
tiempo me ha ido dejando
en el corazón impreso;
son los llantos que he bebido
a lo largo del tormento
que secaron mis entrañas
dejando muertas por dentro
las fallidas esperanzas
de verle otra vez de nuevo.
El don del conato que hice,
al ir clamando a los cielos
fue el que permitió quedarme
el día de su regreso
y apiadando a mi dolor
y abogando en mi deseo
yo, roca que otea la mar,
junto a la orilla lo espero.