QUE
SÍ, QUE NO...
Que no quiero, no,
mojar los labios en tus mieles,
ay, canelo, de tu canela,
que no quise, no...
encender yo esta candela
por taparme entre tus pieles.
"Mira niña
no me juegues
con las cosas de mujeres;
porque entre tu sí que sí
y entre mi sí que no
luciernaguitas alegres,
ya se embrean por mi razón"
Que no quiero, no,
flotar mi barcuela en tus olas
ay marina, de tus marismas
que no quise, no
naufragar junto a las mismas
de exaltadas caracolas.
"Mira niño
no me juegues
con las cosas del cariño;
porque entre tu sí que sí
y entre mi sí que no,
puñaladitas dulzonas
empalagan mi razón".
Ay que sí si que sí
ay que si sí que no
ay que enredaditos
ya estamos los dos.
Si varón, varios sabores
p'a sola sonrisa, estampas,
que la salá p'al camele
y pá amarme la más rancia;
d'ácida riegas ofensa,
si el engaño, con la amarga,
la que mi boca s'aflora,
entre las tuyas, destaca
que es remojá por licor
entre tomillo y albahaca,
p'a sólo estampar los besos
que t'hasen rilar el alma.
DOS
LABIOS POR CADA DIENTE
Que dicen que mi hombre tiene
dos labios por cada diente;
con el de arriba me besa,
con el de abajo me miente.
POR
LOS CAMINOS DEL CIELO
Por los caminos del cielo
voy plantando margaritas.
¡Ay Señor que gran consuelo
en este mi gran desvelo
por las cábalas benditas!
CON
CAMISETA AZUL
Con camiseta azul
se viste el agua,
con camiseta azul
de franjas blancas
y por entre el ribete
bien bordadito
fresca vainica plata
de pececitos.
JUEGOS
DE AGUA
Se rompe
el agua en roca,
del arroyito espejo
cuando te toca;
y nada,
contra corriente
cubriendo de diamantes
tu bella frente.
Se rasga
en agua nieve
la fontanita fresca
cuando te llueve
y lame
muy tiernamente,
cubriéndote con hielo,
tu bajo vientre.
LA CALLEJA
Calle estrechita
de ancho costado
ronda las prisas
de enamorado.
Perfil sonoro
labios callados
relame en besos
que son pagados.
y qué bien se engalana
el farolillo
p'a recibir los besos
como un chiquillo.
y qué bien se acicala
la flor de loto
p'a echar el amorío
al saco roto.
Calle
p'a arriba
tacón morado
ciñen amores
garantizados.
Calle estrechita
de ancho costado
yerran quereres
que son comprados.
SEGUIDILLA DE TU POSIBLE
Si a la noche te escapas
del largo río
agua fresca y serena
vente conmigo
que yo te espero
al filo de mi boca
porque te quiero.
Tan hermosa y bonita
vas resbalando
que mis labios se apartan
por no hacer daño
porque a mi frente
no la habías rondado
indiferente.
¡Ay! que si el beso cierro
y se hace fuerte
no es que no quiera, vida,
en mí tenerte
pues tu merced
es la que yo preciso
para mi sed.
Agua fresca y graciosa
que me hace daño
y que no me permite
hacerle caño
¡qué disuasión!
que eres traviesa y libre
de condición.
Si a la noche te escapas
yo me daría
un millón de razones
pá hacerte mía
pues soy consciente
que rompí los timones
por tu corriente.
EL CRISTO GITANO
Dolor amargo por los olivos
lánguido, hondo en doliente rezo,
que la pena de Virgen gitana
va desgarrando un lamento...
Que apenas se había florecido
el galán del jardín de tu pecho
y ya, la primavera caía
por tus taconcillos huecos
arrancando tarantos de aromas,
fandanguillos, izándose al vuelo
que quedaban prendidos al aire
como suspiros de viento:
mi gallardo de juncal hermoso,
mi azabache potrillo flamenco
tu talle de aceituno brillante
es cuenco cobrizo regio
y nidal de las blancas palomas
que ondean con primor en tus dedos.
¿Qué hicieron Dios con mi Cristo
que está tan paraito y tan quieto?
Y se acalla... se calla la luna...
y resbala... a la virgen su velo,
el Cristo se desclava las manos
y arrancando su bordón moreno,
afina con alegres palillos
las palmadas de San Pedro.
¿Qué hiciste, Dios con mi Cristo
que se me va marchando contento?
Ay, ay, ay, que se va el gitanillo
ay, mare que se va mi moreno
ya suena su redoble lejano
compás de sones buleros.
¡Ay Dios!... que se me escapa bailando
ay, ay, ay, que me lo escucho riendo
ay pare, repicando las palmas
por las tarimas del cielo
y en la frente... por su pelo...
las espinas se lleva prendidas
del rosal que cayó de mi pecho.
Dolor amargo por los olivos,
lánguido, hondo en doliente rezo,
que la pena de Virgen gitana
ya va quedando en silencio...
Tengo miedo, mamá, mucho miedo
miedo al silencio frío y cortante
que me va desgranando la cara
a este sudor que me asciende y me arde
y oprime en ira el pliegue del alma
asfixiando el aroma que pende
del cobrizo cabello del alba.
Miedo intenso al vacío chirriante
que cercera mi trenza y tenaza
esta noche sesgada e indolente
que cae como fiera asustada
devorando febril ese encaje
empapado, de mi blanca almohada.
Miedo, mamá, ese miedo creciente
que vino a retorcer mis entrañas
y a postrarme ante un caos que disuelve
el mínimo compás de esperanza;
y vi ante mí, a ese ser diferente
y vi ante mí que la ira sangraba
y vi ante mí, a ese dios que insolente
en lo alto, reía, reía y miraba...
Miedo, mamá, de niña impotente
que alza su brazo y alcanza la nada.