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Examinar un espécimen
cuidadosamente, antes de iniciar la identificación, es un muy buen hábito. El neófito o
principiante, deberá colectar una planta con raíces, tallos, hojas, flores y/o frutos y
semillas. Un espécimen con todos estos elementos facilitará la identificación. Para
fines prácticos, conviene asegurarse que las especies seleccionadas tengan flores
grandes, y que sus partes puedan verse fácilmente. Para observar una planta
adecuadamente, es necesaria una buena lupa de mano (de 10 x por lo menos), un par de
pinzas puntiagudas, agujas de disección rectas y algunas hojas de afeitar de un solo
filo. También puede utilizarse para tal menester un bisturí, desechando la hoja después
de un tiempo. La observación de plantas incluye los siguientes pasos:
Determinar si esta es
leñosa o herbácea. Si es herbácea, anual o perenne.
Observar la flor y nombrar sus partes.
Contar el número de pétalos y sépalos y determinar su color.
Indicar si los pétalos y sépalos están fusionados o separados.
Contar el número de estambres.
Observar donde están unidos.
Apreciar cualquier fusión de los filamentos o antenas.
Observar la disposición de las antenas.
Contar el número de estigmas, estilos y pistilos del gineceo.
Remover el perianto y estambres.
Hacer un corte transversal por el ovario con una hoja de afeitar o
bisturí.
Contar el número de lóculos.
Observar el número de óvulos y el tipo de placentación.
Seleccionar otra flor y realizar un corte longitudinal por el
centro de la flor completa.
Apreciar la ubicación del ovario y cualquier tipo de fusión del
perianto.
Observar el tipo de hoja, ordenación, venación y borde.
Distinguir la presencia, distribución y tipos de cubiertas
superficiales (pelos glándulas, etc.).
Cuando estas
características estén terminadas, el proceso de identificación será mucho más fácil.
Después que la planta ha sido cuidadosamente examinada, el siguiente paso en la
identificación es la utilización de claves.
En aquellos casos en que
intervienen un gran número de ejemplares, como sucede en el caso de una flora local o
regional, lo anterior da como resultado una serie de claves, y por lo general, se inicia
con una clave de las diferentes familias que han de quedar comprendidas en el estudio.
Bajo cada familia, una clave o una serie de claves para los géneros de esta familia, y en
el tratamiento para cada género intervendrán las claves necesarias para las especies que
conforman dicho género.
La cantidad de especies del mundo
vegetal (y animal), actualmente conocidas, es de tal magnitud que sobrepasa la
posibilidad del conocimiento total de ellas por una sola persona. Como ejemplo, para las
clases Magnoliopsida y Liliopsida (Angiospermas), se han descrito alrededor de 300.000
especies las que se agrupan en 10.000 géneros y 390 familias. (Cronquist, 1981).
Ante esta realidad los taxónomos se especializan en determinados grupos de vegetales, los
que suelen ser una familia o un género y preparan monografías de ellos, con claves,
diagnosis y figuras.
Cuando se está ante una
planta que no se conoce, se recurre a las claves para identificar la familia o el género
a que pertenece, y si es posible, la especie misma. de acuerdo a lo anterior, podríamos
definir una clave como un instrumento científico que sirve para determinar o identificar
cualquier taxon del Reino Vegetal. Las claves o llaves, son instrumentos que sirven por lo
tanto, para determinar plantas desconocidas. Con ellas es posible ubicar la especie a que
pertenece un determinado ejemplar, asignarle un nombre y sobre todo, un lugar en el
sistema de clasificación del Reino Vegetal (o animal). También existen claves que
permiten ubicar las distintas categorías sistemáticas (taxa) a que pertenece una planta,
a saber: Género, Familia, Orden y Clase.
Para el correcto y
fructífero uso de las claves se necesita cumplir con varios requisitos previos:
Conocimientos básicos de Botánica
(cursos de Botánica General, Botánica Sistemática y/o Dendrología).
Conocimiento de Nomenclatura
Científica y de los términos técnicos que describen en forma exacta
determinadas características del vegetal. en caso contrario se hace necesario recurrir a
un diccionario de botánica o a un Glosario, que puede ser botánico, entomológico, ecológico o ictiológico según sean
los tipos de especies a identificar.
Las plantas a identificar deben ser
ejemplares completos, es decir, con hojas, flores y/o frutos, y en lo posible, frescos, ya
que para identificar ejemplares secos de herbario se requiere bastante experiencia.
Instrumental de disección y observación.
Se necesita de una lupa, pinzas, aguja enmangada, hojas de afeitar, e inclusive a veces,
material de microscopía.
Las claves operan en base
a la confrontación de la especie problema, con pares de caracteres contrastantes y
excluyentes (a y b), de manera que solo corresponden a uno de estos, eliminando la
posibilidad del otro. Habitualmente, cuando se acepta una de las características
contrastantes, es necesario buscar la indicación pertinente en el margen derecho de la
página. Cuando ahí figure un número, significa que se debe avanzar en la clave buscando
el par de caracteres contrastantes correspondientes a ese número y someter allí
nuevamente a comparación la especie problema.
Para llegar a identificar
una planta a menudo es necesario seguir un largo camino a través de la clave, rechazando
unas características y aceptando otras. Cuando en el margen derecho de la última
proposición aceptada aparecen dos palabras que corresponden a un nombre científico,
significa que se ha llegado a determinar la especie. Aunque se logre llegar a su nombre,
no olvidar que es posible "equivocarse" al elegir una característica, que no
corresponde a la planta. Por esta razón es necesario verificar su identidad,
comparándola con una descripción de ella o consultando un herbario. No siempre es tan
fácil determinar una especie, ya que aunque se cuente con una clave adecuada, a veces es
necesario decidir entre características que no pueden separarse claramente, lo que puede
inducir a errores. Hay familias numerosas como las Asteraceae y las Papilonaceae
donde la determinación de especies requiere de un especialista. algunas claves traen
adjunto un glosario de los principales términos científicos
usados en ellas, como también abundantes dibujos que sirven para comparar el grado de las
diferentes características usadas.
Las claves usadas en las floras son
usualmente diagnósticas, esto es, identifican una planta desconocida utilizando sólo los
rasgos más notorios por los cuales varios taxa pueden ser reconocidos. Los caracteres
diagnósticos usados en tales claves deben ser notorios y claramente diferenciables. La
mayoría de las llaves usadas hoy en día son dicótomas, o sea, presentan 2 alternativas
contrastantes en cada paso. Cada par de claves alternativas es llamado pareja. la clave es
diseñada de manera que una parte de la pareja es aceptada y la otra rechazada. Los
primeros caracteres contrastantes en cada pareja se definen como los caracteres claves
primarios. Estos usualmente son los mejores caracteres contrastantes. los caracteres
siguientes son los caracteres claves secundarios. algunas claves pueden no ser dicótomas
y pueden proporcionar 3 o 4 alternativas, pero se prefieren los pares de alternativas.
Actualmente son utilizadas
principalmente dos tipos de claves: Indentadas y Paralelas,
las que se diferencian cualitativamente en la presentación de los grupos de caracteres
contrastantes a comparar.
- Claves Indentadas: Las claves
indentadas, son las más utilizadas en manuales para la identificación de plantas
vasculares. En estas, la descripción de cada grupo de características está a una
determinada distancia del margen izquierdo de la página, de manera que el grupo de
características contrastantes está a la misma distancia del margen y generalmente
empieza con la misma palabra. A medida que se avanza por la clave, las líneas están cada
vez más indentadas en cada grupo de características subordinadas.
- Claves Paralelas: En éstas, los dos
grupos de características contrastantes se escriben en líneas consecutivas (seguidas),
de manera que es muy fácil hacer la comparación. al final de cada línea (en el margen
derecho de la página), se encuentra un número que indica el nuevo par de caracteres
contrastantes a comparar, o el nombre de la especie que se pretende identificar. este tipo
de clave es muy útil cuando se trata de un gran número de especies.
Ambos tipos tienen ventajas y
desventajas. cuando se usa una clave indentada, las líneas son cada vez más indentadas
para cada pareja, esto puede ser problemático, ya que se requieren páginas adicionales.
En contraste, la paralela hace buen uso del espacio. Las claves Indentadas pueden tener la
segunda pareja muy distanciada de la primera. Esto puede provocar confusión cuando se
intente encontrar la segunda parte de la pareja. en las claves paralelas ambas partes de
la pareja están subyacentes.
Cuando se prepara una clave, se debe
seguir algunas de las siguientes técnicas:
- La clave deberá ser dicótoma.
- La primera palabra de cada encabezado debe ser idéntico.
- Las dos partes de la pareja deben ser contradictorias de
tal manera que una parte se aplique y la otra no.
- Evitar el uso de rangos superpuestos o generalidades vagas
en las parejas, esto es por ejemplo: "4 a 8 mm. versus 6 a 10 mm; grande versus
pequeño"....etc.
- Las parejas deben escribirse haciendo aseveraciones
positivas. Como un ejemplo para evitar, "hojas estrechas versus hojas no
estrechas".
- Usar rasgos rápidamente observables. Evitar usar
ubicación geográfica como única separación.
- Los encabezados de parejas consecutivas no deben comenzar
con la misma palabra, ya que esto puede provocar confusión al observar el espécimen.
- Puede ser necesario proporcionar 2 sets de claves en
algunos grupos; "material en fruto versus material en flor", "vegetativo
versus en flor", etc.
- Las parejas pueden ser con números o letras, o usar
combinaciones de letras y números, o pueden tener la izquierda en blanco, como el caso de
las indentadas.
Como el objetivo primordial de una
clave es proporcionar una descripción abreviada y una rápida identificación, se hace
necesario buscar una manera de comunicar todo lo expresado anteriormente en la forma más
escueta posible. Resulta evidente que mientras menos sean los ejemplares tratados en una
clave y mayores sean las diferencias entre dichos ejemplares, mayor será la sencillez con
que la clave puede construirse. Y a la inversa, las claves extensas y las que comprenden
grupos estrechamente relacionados entre sí, pueden llegar a presentar diferencias
bastante complejas y sutiles.
A fin de mantener las claves lo mas
breves y sencillas posible se acostumbra que una sola clave comprenda únicamente las
plantas de una zona en particular. Como por ejemplo: Flora del Cerro Ñielol, o de un
determinado grupo de plantas: Clave de Gimnospermas, por ejemplo.
- Obtener toda la información posible sobre los caracteres
de la planta desconocida antes de usar la clave.
- Seleccionar la clave apropiada para el material vegetal y
para el área geográfica donde fue obtenida la planta.
- Leer la introducción a las claves para abreviaciones y
otros detalles.
- Leer siempre ambas alternativas cuidadosamente, observando
la puntuación.
- Asegurarse de entender todos los conceptos de las
alternativas. usar un glosario.
- Si el espécimen no parece estar en la clave y todas las
alternativas son improbables, seguramente hay un error. En este caso, lo mejor es
retroceder e iniciar de nuevo la identificación.
- Si ambas alternativas parecen posibles, intentar seguir
ambas vías.
- Confirmar las elecciones leyendo las descripciones.
- Verificar sus resultados comparando el espécimen con una
ilustración o con material de herbario.

(*)Fuente:
Diseño
listado: Huiña-pukiosÓ2002.
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