La época del Primer Templo La fijación del s.XIII aEC como referencia para recorrer la historia de la tradición bíblica responde a la probabilidad de que en esa fecha algunos grupos de semitas hubiesen protagonizado los acontecimientos relatados en la tradición del Exodo. En estos sucesos se apoyaría una convicción tan arraigadas en los siglos siguientes, como es la Alianza entre YHWH e Israel. También estos sucesos serán los que darían un nuevo significado a las antiguas fiestas agrícolas que los pastores hebreos adoptaron al hacerse agricultores entre los cananeos. |
Los Patriarcas Durante los siglos que preceden a la XIX dinastía faraónica (s. XIII aEC), numerosos grupos seminómadas semitas se instalan en el país de Canaán en busca de morada definitiva. En este proceso de instalación se realiza una simbiosis cultural que incluye la dimensión religiosa. La sedentarización de estos grupos transforma su práctica religiosa según los modos propios de la religión agrícola, sin llegar a borrar su antigua peculiaridad pastoril. |
La gesta del Éxodo La religión de Israel no hace referencia únicamente a sus antepasados más antiguos al proclamar su fe en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Más allá de la vinculación respecto a la persona de los patriarcas y a los lugares donde sus respectivas tradiciones fueron conservadas, el Dios de los hebreos será reconocido por todas las generaciones de creyentes en referencia a una acción que determinó la historia de ese pueblo: la liberación de la esclavitud en Egipto. |
Los comienzos de la monarquía Los nuevos movimientos étnicos desarrollados en el país de Canaán durante el siglo XII condujeron al surgimiento de la monarquía israelita. El paso un tanto brusco del antiguo sistema tribal al régimen real pudo ser justificado a través del primitivo pensamiento mesiánico, basado en la ideología regia extendida en todo el Oriente antiguo. Este pensamiento constituyó también la base de una crónica nacional, en la que los escribas de la corte judaíta narraron las antiguas tradiciones desde una óptica de prosperidad. En este clima optimista no se olvidó, sin embargo, que la Alianza condicionaba la bendición divina al fiel cumplimiento de la misma. |
Predicación de los Profetas Una serie de conflictos sociales llevaron a finales del siglo X a una fractura de las tribus del norte respecto a la tribu de Judá. El cisma político muy pronto pasó también al campo religioso, enfrentando al antiquísimo santuario de Betel con el reciente templo de Jerusalén. La degradación social y religiosa a la que condujeron los reyes, influenciado por las alianzas extranjeras, despertaron la denuncia de parte del pueblo representado por el movimiento profético en el reino de Israel. La apelación a las antiguas tradiciones, leídas desde una óptica de temor de Dios, fue dando forma a una nueva historia nacional de tono típicamente profético. |
Profundización de la idea mesiánica La predicación de los profetas se había apoyado en la amenaza de parte de Dios, representada en las invasiones de los reyes asirios. La caída del reino de Israel en manos de Sargón II llevó al rey Ezequías de Judá a un serio replanteo de la vivencia religiosa de su pueblo, para lo cual intentó una reforma cultual, no exenta de intereses nacionalistas. La poca consecuencia que hubo entre los piadosos deseos del rey y su especuladora política internacional quedó bien reflejada en los oráculos de Isaías y Miqueas, antes de su nacimiento y después de su decepcionante reinado: de las expectativas puestas en el ImmanuEl a punto de nacer, se pasó a la espera de un Mesías procedente de Belén, lejos de una corte marcada por la corrupción. Ante esta frustración histórica el sentir religioso comenzó a abrigar la esperanza de una Nueva Alianza para el futuro de Israel. |