|
|||||||||||
El Faraón, ese ser medio humano y medio dios, aparecía representado casi siempre con sus mejores galas. Desde los reinados pre-dinásticos, los reyes aparecían con esos símbolos sagrados que los diferenciaban del resto de los humanos. Dependiendo de cual ó tal ocasión, el monarca llevaba tal ó cual ropa, tal ó cual corona, tal ó cual calzado. Pero hubo una serie de elementos y atuendos, durante toda la historia faraónica, que no variaron. Otros, en cambio, fueron modificándose según la dinastía ó el período.
Los símbolos más antiguos son, sin duda alguna, la corona blanca y el serej.
Las vemos ya reflejadas en la Paleta de Narmer, que data del año 3200 a.C, aproximadamente. Durante el Imperio Nuevo, se hizo más corriente el usos de la corona
azul, mientras que la corona atef fue reservada para acontecimientos y ritos religiosos. Inicialmente, el nombre del rey se inscribía en el interior de un serej, la representación de una fachada de palacio con un halcón en su parte superior, protegiendo el nombre del soberano. Todos los monarcas de las primeras dinastías llevaban su Nombre de Horus. Sin embargo, a partir del Imperio Antiguo, se utilizó el cartucho para sustituir al serej. La primera mención de un cartucho, aunque no incluía ningún nombre en su interior, nos llega desde la llamada "Tumba Sur" del complejo funerario de Djeser Neterijet. Aquí no es más que la representación de un disco solar rodeado por una especie de lazo anudado, como fiel imagen de un ciclo eterno, el incesable viaje del sol desde el este al oeste.
Otros símbolos reales, casi inalterables durante dinastías, fueron el tocado nemes y la imagen de la cobra ceñida en la frente del rey. El tocado nemes era un pañuelo rayado que el faraón se colocaba en la cabeza, cuyo dibujo y rayado varío según el rey que se hallaba en el trono. Ajustado al nemes, se ceñía una diadema coronada por la diosa Uadjet, conocido como uraeus y que acompañó a la dinastía faraónica desde sus inicios hasta su final con la reina Cleopatra.
Las manos del monarca sujetaban también los cetros del poder. El cetro Uas y el cetro heqat fueron dos de los cayados más utilizados por el rey. El cetro Uas se utilizó ya en época pre-dinástica. Era alargado y su parte más alta tenía una forma asociada con el dios Seth. Su parte inferior era bifurcada, recordando la lengua de una cobra. De este cetro de poder proviene el nombre de Waset, Tebas, la Ciudad del Cetro Uas. El cetro heqat era un símbolo que recordaba el bastón de un pastor. Era el reflejo de un buen reinado y la rectitud del soberano. Su forma era alargada y recta, y su parte superior terminaba con una cabeza curva y redonda. El flagellum era otro símbolo muy utilizado, asociado al dios Osiris y al dios Min. El sejem era un símbolo de carácter militar, pues el rey lo utilizaba para golpear a sus enemigos.
Otro símbolo que caracterizaba al rey era el emblema de la unión del Alto y del Bajo Egipto, el Sema-Tawy. Este emblema se solía tallar en la base de los tronos donde el faraón aparecía representado en sus imágenes y esculturas. Es otro de los símbolos que se remontan a la época pre-dinástica. Los príncipes reales también tuvieron sus iconos que los caracterizaban. Podían llevar una diadema con un uraeus sobre su frente, su nombre en el interior de un cartucho real, pero el símbolo principesco era el mechón de pelo de juventud, que denotaba su etapa de niño. Era un complejo trenzado que colgaba sobre un lado de su cabeza y solía marcar al elegido a la sucesión del trono. Otro símbolo fue la esfinge. Utilizada por vez primera por Jafre durante la IV Dinastía, tuvo como designación la unión del rey con el dios Ra, designándolo así como "Hijo de Ra", y que se utilizó sobre todo por los faraones con inclinaciones totalmente solares, como los soberanos del Antiguo Imperio. El dato más significativo, sin contar con la propia construcción de la Esfinge de Gizeh es la asimilación que Thutmosis IV hizo con el león que custodia las pirámides, el Horus en el Horizonte.
|
|||||||||||
|
|||||||||||