3. - Cambios de Transformación.
El cambio de transformación es el más
profundo y complejo de todos. Representa una auténtica
transfiguración de toda la organización. Al realizarse,
se modifican profundamente las maneras de pensar, las creencias,
las estrategias, los sentimientos, los valores y todo aquello
que inconscientemente se tiene asumido como lo que es "bueno"
y lo que es "verdad". En el cambio de transformación
lo que se modifica es la parte más íntima de la
mente de las personas, aquello que les es más entrañable.
Los cambios de transformación afectan
globalmente a toda la organización, en su conjunto. No
era así en los cambios de crecimiento y de transición
que implicaban modificaciones que afectaban a distintas partes
de modo diferente y que se podían tratar por separado.
En el modo de circular la comunicación
dentro de la organización también se puede apreciar
diferencias notables. En los cambios de crecimiento, la comunicación
circulaba exclusivamente en sentido vertical. En los cambios
de transición empiezan a aparecer flujos de comunicación
horizontal. En los cambios de transformación, la comunicación
transversal adquiere una mayor densidad.
Los cambios de transformación implican
una importante modificación de la cultura de la organización.
Los miembros empiezan a ver la realidad de otra manera, perciben
al cliente de otra forma, ven el trabajo desde otra perspectiva
e incluso cambia la percepción que tienen de sí
mismos y la idea que tienen de lo que es su organización.
Otra peculiaridad de los cambios de transformación
reside en el hecho de que cuando se inician no se tiene una
idea demasiado precisa de cómo van a acabar. En los cambios
de crecimiento y en los de transición existe una visión
explícita de cual debe ser el resultado final. Se tiene
así mismo la sensación de que el proceso de cambio
estará bajo control, de acuerdo con el plan establecido.
Aquí no. Aquí se sabe más o menos hacia
donde se quiere ir, pero se desconoce a ciencia cierta cómo
va a terminar todo. La idea del estado final se perfila a medida
que se avanza.
La pérdida de control sobre el proceso
y sobre su resultado final es algo que repugna desde la perspectiva
de las formas convencionales de gestión. La mayor parte
de los dirigentes convencionales desean tener bien asidas las
riendas y esperan que la organización funcione con la
precisión de un reloj.
¿Cómo es entonces que, con un
grado tan alto de indeterminación, haya dirigentes que
se atrevan a poner en marcha cambios de transformación?
Los analistas sugieren que se trata de una respuesta para potenciar
la flexibilidad.
La cultura convencional de las organizaciones
impide la reacción a tiempo frente a la rápida
transformación de la economía y la sociedad. Los
cambios de crecimiento y de transición no son suficientes
para seguir el paso, porque se producen bajo el paraguas de
la cultura existente. El cambio de transformación consiste
precisamente en cambiar el paraguas, en comenzar a actuar bajo
el abrigo de una nueva cultura y una nueva mentalidad.
La parte más problemática de todo
este asunto es que, al empezar, el paraguas nuevo no existe
todavía. Se ha de ir construyendo, a medida que se avanza.