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La
crisis le otorga opciones de triunfo.
Crisis significa muchas cosas, pero básicamente es cuando se rompe el
status quo, cuando se rompe el programa que utilizando los medios seleccionados
se busca llegar a las metas establecidas. En
realidad, todo programa de largo alcance debe tener en su desarrollo espacio
para momentos de espera, expectativas de mesetas e incluso de declinaciones.
Lo difícil es poder medirlas, programarlas y sobre todo, acertar en las
estimaciones. Es
justamente en estos “parates” del programa original donde se presentan las
oportunidades de éxito. También
se plantean para iniciar nuevas acciones, nuevos programas. ¿Y
por qué? Por varias razones. Al
tener un programa funcionando están estudiadas las opciones de futuro.
Al tener un programa se ordenan las ideas, las acciones y con ello se
logra el efecto de la inercia. Es
como empujar la realidad hacia un lugar. Dependerá
de la fuerza del empuje el momento en que se logren las metas. Al
tener ordenadas las acciones y los objetivos, se construye un camino, y como se
lo conoce, es más fácil de transitar. Incluso es más rápido. Al
tener organizado un plan, se sabe lo que se quiere, como lograrlo y cuando.
Desde ya, un programa no se ha hace solo con voluntarismo.
Se hace con esfuerzo, con conocimientos, con información, con buenas
herramientas. En definitiva, se
hace pensando. Es
lo opuesto a vivir al día. Es lo
opuesto a vivir sin orden. Es lo
opuesto a vivir y actuar según lo que digan los demás.
Si Ud. empresario, no tiene un plan bien organizado, funcionará a la
deriva, a los golpes, con marchas y contra marchas. Accionar
de esa forma, dispersa las fuerzas, no las orienta hacia una meta.
No produce una inercia. El efecto no es orientado sino casual y no es unívoco
sino variado. Imagine un topo cavando todos los días en direcciones
distintas. Trabajará mucho,
debilitará todo el lugar, pero avanzará muy poco.
En cambio, si solo cava en una dirección el resultado luego de la misma
cantidad de días, será muy distinto. Además
habrá hecho una cueva(camino) que servirá para ir directo de un lugar A a otro
B, y no quedarse dando vueltas en el mismo lugar. Si
cambiamos al topo por nuestro trabajo se cumplirán las mimas reglas.
Todo dependerá de las estimaciones y el programa pensado, de cómo se lo
desarrolló, y de que metas se buscaron. Quien
lo ejecuta logrará resultados más eficientes o menos, según sus habilidades,
pero sin el programa estructurado no logrará nada eficiente, nada muy
importante. Entonces,
si Ud. está a la deriva, busque ideas nuevas, oportunidades, organícelas,
busque buenos asesores y construya un buen programa. Analícelo. Corríjalo.
Actualícelo antes y durante su proceso. Pero por sobre todo, póngalo en
marcha. Prepárese.
Invierta en buenas herramientas. La
diferencia con quien no lleve adelante estos pasos, se verán muy pronto, antes
de lo que se imagina. El
estado de ánimo es fundamental. No
se deprima, sea optimista. Téngale
fe a su programa. Trabaje seguro de
que logrará sus metas. Si así no
lo hiciera nada cambiará y todo lo que lo rodea lo seguirá dominando. Si cumple, si es optimista, si pone a su programa en marcha,
logrará cambiar su entorno, su nueva realidad, y un buen resultado potenciará
a otro buen resultado. Así logrará
el éxito. ¡No lo dude! ¡Hágalo! ¡Programe su éxito! ¡Invierta en él! Dr. Jorge E. SOSA GONZÁLEZ. Derecho de Autor s/ Reg. Prop. Intelectual Nº 171.055. 19/03/01. |
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