TRAUMA ACÚSTICO
Hace tiempo, se descubrió que las personas que trabajaban en ámbitos ruidosos, luego de un lapso de años, comenzaban a perder audición. Esto era muy evidente en los operarios de fábricas ruidosas (antes la mayoría lo eran) y en los que manejaban martillos neumáticos.
Simultáneamente se observaba que los tractoristas también sufrían el mismo sindrome (conjunto de síntomas y signos que caracterizan una enfermedad). Sin embargo, en algunos casos, el ruido no era tan intenso como para compararlo con el de una fábrica. Esto llevó a la conclusión de que no era sólo el ruido el factor dañino, sino la vibración que la onda sonora determina.
Esto era particularmente objetivable en aquellas personas que utilizaban martillos neumáticos y tractores. El estudio comprendió también a quienes practicaban tiro con motivo de deportes o iban a la guerra.
Actualmente, el tema es conocido, aun cuando todavía laboralmente no se han tomado todas las previsiones debidas. Hoy sabemos que el escuchar música fuerte en un 'boliche bailable' o escuchar walkmans es potencialmente peligroso.
A tal punto, que es posible que ruidos de menor intensidad puedan causar hipoacusias más silenciosas y que se superponen a otras ya conocidas. Este es el caso de la Presbiacusia, la cual es una hipoacusia perceptiva por progresivo deterioro del Órgano de Corti, a partir de los 45 años. Hoy se discute la posibilidad si las llamadas presbiacusias no incluirían entre sus factores causales, trauma acústico de intensidad menor al de una fábrica.
Sea como fuere, si una persona tiene un deterioro auditivo de tipo perceptivo, producido por cualquier causa, tendrá más posibilidades de incrementar su deterioro si se expone a ruidos, drogas ototóxicas, trauma craneano, que una persona normal .
La norma ISO 1999, definine "déficit auditivo" (hipoacusia) como el aumento permanente del umbral auditivo. Siendo el umbral auditivo el mínimo nivel sonoro audible suficientemente importante como para afectar la inteligibilidad de la palabra (este aumento resulta ser de alrededor de 25 dB para los tonos de frecuencias medias).
Si bien, la exposición al ruido produce daños relacionados con la sensibilidad propia de cada individuo, en la mayoría de los casos se puede correlacionar la intensidad del ruido con la cantidad de años y obtener un porcentaje de déficit. (lo que sigue está relacionado con personas que trabajan 48 horas semanales en ámbitos ruidosos)
Así, una persona que trabajó 10 años, con una intensidad de 90 dB de ruido, podrá tener un 10% de pérdida auditiva. En cambio si el ruido fué mas intenso, ejm. 115 dB, en 10 años, la pérdida será de 26%. ( a quienes deseen consultar, otros valores, enviar un e-mail)
Hay tres factores que inciden en el trauma acústico:
intensidad sonora: particularmente mayores a 90 dB, causan deterioro de las células ciliadas del Órgano de Corti.
duración del ruido: en horas por día y durante años.
labilidad coclear: entre oidos sanos, siempre hay unos más vulnerables que otros a la misma intensidad sonora. De hecho, si un oido tiene un deterioro previo al trauma acústico, sufrirá más el mismo.
GRADOS en que se clasifica el avance del TRAUMA ACÚSTICO
la vía ósea tiene umbral elevado en el tono 4.000, con recuperación en el 8.000. En ésta etapa, los acúfenos de tono agudo, particularmente molestos a la noche cuando se halla en silencio y que a l mañana siguiente desaparecen. Responden a irritación de las células ciliadas que se recupera durante la noche. Esto también ocurre los fines de semana, en que la persona no trabaja. El paciente no nota que escucha menos, ya que la elecación del umbral de audición es leve a moderada y en un solo tono, el 4.000, con poco compromiso del área de la palabra (se llama área de la palabra, al área de tonos que utiliza la palabra hablada).
la vía ósea tiene umbral elevado en el tono 2.000, más en el 4.000 y el 8.000 no presenta recuperación de umbral, situándose en un mismo nivel que el 4.000. El acúfenos es permanente y no cede de noche ni en los fines de semana. EL paciente reconoce escuchar menos.
los tonos a partir del 500 en adelante muestran incremento del umbral de audibilidad. En éste estadío, el paciente sufre particularmente la hipoacusia, más que el acúfeno. Incluso puede experimentar mareos y especialmente alteraciones psicológicas.
La protección sonora de los dispositivos (tapones, auriculares) no es completa y sólo és útil cuando la patología no está instalada. En pacientes afectos de acutrauma (trauma acústico), deberán ser alejados del ámbito ruidoso, ya que tarde o temprano sobrevendrá la pérdida de la audición.
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ADVERTENCIA: Estas notas buscan comunicar los problemas más comunes y brindar información sobre ellos. No pretenden reemplazar al médico. Ante cualquier duda, deberá consultar con el Especialista en Otorrinolaringología de su área.