Acúfenos
Acúfenos: es un síntoma común a varias patologías, que consiste en la percepción de ruidos en los oidos. Comunmente se denominan zumbidos.
Se pueden reconocer dos clases de acúfenos:
Acúfenos subjetivos: son aquellos ruidos que sólo el paciente puede escuchar en sus oidos.
Acúfenos objetivos: son ruidos en el / los oidos del paciente, que además de escucharlos el mismo, puede hacerlo escuchar a otras personas, ya sea acercándose a sus oidos o mediante el uso de un estetoscopio.
Origen:
La presencia de acúfenos reconoce causas óticas (de los oidos) y extraóticas (ajenas a los oidos)
Causas Óticas: Cualquier enfermedad de los oidos es capaz de producir acúfenos:
Oido externo: tapones de cera, tapones epidérmicos, obstrucciones del conducto...
Oido medio: perforaciones de la membrana, timpanoesclerosis, otoesclerosis, otitis medias agudas...
Oido interno: cortipatías (lesiones del órgano de Corti del oido: acutrauma, presbiacusia, tóxico-medicamentoso)
Causas Extraóticas: la más frecuente de estas causas es sin duda la contractura cervical, otra causa es la insuficiencia circulatoria vertebrobasilar.
Población afectada: Se estima que un 25% de la población adulta padece alguna forma de acúfenos.
Periodicidad: Recordemos que los acúfenos pueden ser transitorios o permanentes, según su origen.
Duración: depende de las causas que lo provocan, pero en general, un acúfenos es un síntoma que una vez que aparece, se instala, a veces por siempre. Pero si el acúfenos es originado por una enfermedad transitoria, curará junto con la enfermedad. En otras ocasiones, como en el stress asociado a contractura cervical, el acúfenos es fluctuante y coincide con las épocas de mayor stress y contractura del individuo.
Tonalidad: También pueden ser de tonalidad grave o aguda. Los de tono grave, tienen su origen en el oido medio y los de tono agudo en el oido interno. Algunos acúfenos pueden compararse con ruidos comunes: como el ruido de un televisor sin señal, como campanas, como pájaros cantando, silbidos, grillos, soplidos. Finalmente, algunos son pulsátiles, coincidiendo con los latidos del paciente.
Tolerancia: hay personas que tienen acúfenos pero no les molesta y hay otras a las que si les molesta, y a las cuales, les puede suceder dos cosas: 1) que el acúfeno sea de una intensidad importante y por ello cause la molestia 2) que la sensibilidad individual de la persona no le permita tolerar el acúfeno.
Audición: si la patología que causó el acúfenos afecta al oido, habrá compromiso de la audición, caso contrario no. Sin embargo, ante personas con igual nivel de audición (medido por audiometría tonal), aquella que tiene acúfenos tendrá menor comprensión de la palabra hablada que la que no tiene acúfenos. Se estima en un 20% dicha diferencia.
Topografía del acúfenos: Lo importante es reconocer si el acúfenos es de oido medio o interno, o es extraótico. El pronóstico y tratamiento difieren notablemente:
Acúfenos de oido medio: son de tono grave, habitualmente cambiantes, pueden no estar permanentemente. Van asociados a hipoacusias conductivas. Son tratables, ya sea por vía de tratamientos con medicamentos o por vía quirúrgica.
Acúfenos de oido interno: son de tono agudo, no son cambiantes y generalmente son permanentes. Van asociados a hipoacusias perceptivas. Habitualmente no tienen tratamiento o el mismo no es muy eficaz.
TRATAMIENTO
El tratamiento de los acúfenos depende de la causa que los produce. Por ese motivo, es importante llegar al diagnóstico etiológico (de origen de cada patología).
Por ejemplo, si el paciente sufre de otoesclerosis con compromiso estapediovestibular, el otorrinolaringólogo evaluará la posibilidad de éxito de una cirugía. Si en cambio se trata de una otopatía serosa, el tipo de cirugía a practicar será otro. Si es por contractura cervical, no habrá indicación quirúrgica, deberá relajar su musculatura. Si se trata de disfunciones de la articulación témporo mandibular, deberá solicitar ayuda al odontólogo.
Uso de Audífonos: pueden contribuir, ya que al amplificar lo que el paciente escucha, enmascarará los acúfenos. Esto significa que, el paciente no los escuchará porque los sonidos que le amplifica el audífono son más intensos.
Generadores de Ruido: son dispositivos similares en aspecto a los audífonos, pero que emiten ruidos al oido. La finalidad es anular de ese modo los acúfenos. Esto lo logran merced a que dichos ruidos son sonidos complementarios a los de los acúfenos. Al ser complementarios, se anulan entre sí. Esto es similar a lo que hacen algunos pacientes, cuando escuchan música o T.V. a la noche para no escuchar los acúfenos y así poder dormir.
Convivir con los acúfenos: es muy importante que el paciente aprenda a convivir con los acúfenos. A pesar de tener la misma intensidad, en la mayoría de los casos los pacientes toleran mucho mejor los acúfenos luego de un tiempo de sufrirlos. Esto se explica por una mayor serenidad que han logrado y porque no le prestan la misma atención que cuando recien aparecían. En ésto, una consulta con el psicólogo puede ser de utilidad. No se disminuye la intensidad de los acúfenos, sino que se le enseña a dirigir la atención a otros sonidos de la vida cotidiana. Los grupos de autoayuda específicos son de utilidad.
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ADVERTENCIA: Estas notas buscan comunicar los problemas
más comunes y brindar información sobre ellos. No pretenden
reemplazar al médico. Ante cualquier duda, deberá consultar
con el Especialista en Otorrinolaringología de su área.