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Dionaea muscipula : Venus Atrapamoscas / Apuntes para el cultivo
Índice de los Apuntes :
(1) Presentación
(2) Normas básicas de cultivo
(3) Una planta que caza
(4) Reproducción y Trasplante
(5) Hibernación
(6) Plagas y Enfermedades
(7) Cultivares
(8) Bibliografía
Apuntes para el cultivo :
2. Normas básicas de Cultivo
Haciendo un resumen de la información más fiable encontrada en Internet, el cuidado de la Dionaea muscipula se debe basar en los siguientes principios básicos de cultivo :
2.1 Sustrato de Cultivo
Todo el mundo coincide en este aspecto: se debe utilizar una tierra muy pobre en nutrientes y lo más similar a la existente en su hábitat natural. Afortunadamente existe un producto comercial denominado esfagno (peat moss, en inglés) que puede ser encontrado en viveros especializados. Se trata de un musgo de turba relativamente caro, pero como no necesitaremos demasiada cantidad el desembolso total no será muy elevado. Es posible que resulte difícil encontrar esfagno, pero merece la pena hacer un esfuerzo porque este es uno de los elementos críticos para un buen cultivo. En España, este tipo de tierra se comercializa bajo el nombre de turba rubia (ó turba ácida)
Por lo tanto es muy importante no utilizar una tierra convencional, ya que el exceso de sales minerales terminaría por quemar las raíces de la planta. Precisamente el esfagno es un sustrato con pH ácido que retiene mucho el agua pero, a la vez, no se apelmaza, por lo que no produce un encharcamiento excesivo. ¡Justo lo que necesita nuestra planta!.
Como tierra para el cultivo se puede utilizar simplemente esfagno o bien, si vemos que el esfagno retiene demasiada agua, puede mezclarse con arena gruesa (entre 3 y 5 mm.) para evitar un encharcamiento excesivo del sustrato. La proporción puede oscilar desde 1/3 de arena y 2/3 esfagno, hasta 1/2 de arena y 1/2 de esfagno, dependiendo de la porosidad del esfagno adquirido.
En todo caso, la arena utilizada debe ser muy bien lavaba para eliminar todo tipo de sales. Esta arena puede encontrarse en las tiendas especializadas en la venta de animales, ya que se puede utilizar la que se vende como fondo para los acuarios.
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Por supuesto que no se debe abonar la planta: ¡Sería un contrasentido utilizar una tierra pobre en nutrientes y utilizar luego un abono!. En algunos textos se indica que si la planta se encuentra débil puede optarse por utilizar un abono específico para orquídeas.
Hay dos elementos que son altamente perjudiciales para la Dionaea muscipula: la sal y el nitrógeno. Por eso, ante la duda, es preferible no utilizar ningún tipo de abono (suelen aportar nitrógeno) y hay que asegurar que el suelo de cultivo no termine salinizándose por efecto del agua de riego.
En cuanto a la cantidad de sustrato a utilizar, en principio puede emplearse una maceta de entre 10 y 15 cm. de altura llena de la mezcla que hayamos preparado. El sustrato debe estar permanentemente húmedo, especialmente durante la época de crecimiento ( primavera / verano ).
Para conseguir que la tierra esté permanentemente húmeda se puede utilizar un platillo de unos 5 cm. de altura, en el que se colocará la maceta, llenándose el platillo de agua hasta una altura de unos 3 cm. y volviéndose a rellenar de agua dos días después de que haya desaparecido el agua del platillo. Yo, inicialmente, no le daba estos dos "días de descanso" y el resultado fue malo ya que, probablemente por el exceso de humedad, apareció moho en la parte superior del sustrato. En definitiva sólo cuando se observe que la parte superior del sustrato está un poco seca es cuando se debe rellenar el platillo con agua.
Es fundamental no descuidar nunca el nivel de humedad del sustrato ya que, si lo dejamos sin regar durante un periodo de tiempo prolongado las raíces morirán rápidamente y esto, ¡evidentemente!, puede llegar a ser incompatible con la salud de la planta.
Tanto la maceta como el platillo utilizados para el cultivo es preferible que no sean de barro ya que, en ese caso, los minerales contenidos en la maceta terminarían por afectar al sustrato al disolverse en el agua y, de esta manera, afectarían negativamente a la planta. Para el cultivo de la Dionaea muscipula es preferible utilizar macetas y bandejas de plástico que, además de no tener ningún tipo de mineral, ayudan a retener el agua durante más tiempo.
2.2 Riego
Como ya hemos indicado en el apartado anterior, el riego no debe realizarse de forma convencional sino mediante el vertido del agua en un platillo, de forma que la planta "chupe", a través del agujero de la maceta, el agua que necesite. Dado el hábitat natural pantanoso de la Dionaea muscipula, esta forma de regar "de abajo a arriba" es bastante natural para esta planta. Dependiendo del lugar donde se realice el cultivo, el agua del grifo puede no ser apropiada ya que es demasiado alcalina y terminará afectando a la planta. Probablemente lo más adecuado sea utilizar agua de lluvia, que puede almacenarse en recipientes herméticamente cerrados pero, como esto puede ser bastante incomodo, una alternativa aceptable puede consistir en utilizar agua destilada o, en el peor de los casos, agua mineral. Yo, al principio, utilizaba agua mineral y la planta crecía adecuadamente, pero después de sólo un par de semanas cambie al agua destilada. Según he leído en varios sitios, en el caso de que se utilice agua mineral o de grifo es aconsejable realizar frecuentes trasplantes, para evitar que el sustrato se salinice demasiado. En definitiva, la planta necesita agua muy limpia. Por supuesto que no es aconsejable recuperar agua de lluvia que caiga por canalones ya que puede contener muchas impurezas. En todo caso, si se dispone de un medidor de pH, o peachimetro, ( como el que se puede ver en http://www.aguamarket.com/productos/productos.asp?producto=1385 ) , lo mejor que puede hacerse en controlar el pH del agua de riego, intentando que se mantenga entre 5,5 y 6, ya que otros valores, inferiores o superiores pueden afectar negativamente al crecimiento de la planta. En principio, si las trampas de la planta son demasiado verdes suele ser un signo de que se está utilizando una agua demasiado alcalina, mientras que si son demasiado rojas es un síntoma de que el agua empleada es demasiado ácida. No obstante, en la mayoría de los textos consultados se niega la existencia de esta relación entre tipo de agua y color de las trampas y se indica que lo que realmente influye es el tipo de iluminación recibida. Para confirmar empíricamente la diferencia entre utilizar aguas de diferente tipo hice un simple experimento. Compré un producto químico que me permitió averiguar el valor aproximado del pH del agua de riego y probé con tres aguas diferentes. Primero probé con agua corriente (tomada directamente del grifo) y obtuve un valor aproximado de pH 7; luego repetí el experimento con agua mineral y el resultado fue de, aproximadamente, pH 6,5; finalmente probé con agua destilada y, en este caso, el valor obtenido fue de pH 5,7, ¡justo lo que la Dionaea necesita!. Conclusión: No volveré a utilizar ningún otro tipo de agua que no sea destilada. |
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En todo caso, lo que más daño le haría a una planta carnívora del agua que se le suministra es que estuviera contaminada por químicos o que tuviera gran cantidad de minerales, por lo tanto, además de controlar su pH, sería deseable realizar un estudio al que se denomina PPM (Partículas Por Millón), así podremos saber la cantidad de minerales que contiene el agua y, por lo tanto, si dicha agua es aconsejable (pocos minerales) o desaconsejable (muchos minerales).
2.3 Iluminación
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Definitivamente a la Dionaea muscipula le gusta el sol, así que debe ser ubicada en un lugar donde reciba directamente los rayos del sol durante unas 6 horas cada día, para ello el mejor lugar para cultivarla es cerca de una ventana por donde "entre" el sol. El color de las hojas y de las trampas dependerá directamente de la calidad de la iluminación que reciba la planta, por eso es preferible que está se exponga al sol en las primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde, pero, siempre que sea posible, es mejor evitar el fuerte sol del mediodía. No obstante, el color de las trampas de la Dionaea muscipula es un tema bastante delicado ya que, según los entendidos, además de la iluminación pueden influir otros factores. Existe una práctica coincidencia en la siguiente relación: más luz -> trampas más rojas; menos luz -> trampas más verdes. No obstante, también hay quien dice que, al margen de los factores externos, la propia herencia genética de la planta puede influir en el color que presenten sus trampas. Por supuesto que la recomendación indicada en los párrafos anteriores debe ser matizada dependiendo de la climatología del lugar donde se cultive la Dionaea. Además, la recomendación de abundante luz sólo es válida para el periodo de plena actividad de la planta, ya que durante la hibernación la luminosidad deseable debe ser muy inferior, pero de esto ya hablaremos en su momento. En caso de no disponer de un lugar donde la planta pueda recibir luz natural, también es posible emplear luz artificial pero, siempre que sea posible, la Dionaea crecerá mejor si recibe una abundante insolación natural. |
2.4 Climatización
Las plantas adquiridas en viveros y floristerías no provienen de cultivos realizados en su lugar de origen sino de "instalaciones industriales", donde se reproducen de forma masiva mediante cultivos de tejido. Por lo tanto, cuando por fin llega la Dionaea a la casa donde se va a cultivar es posible que se produzca un problema de aclimatación ya que es fácil que la planta venga de unas condiciones ambientales muy especiales. En todo caso, con mucha precaución, debe instalarse cuanto antes en una habitación donde se tenga una climatización similar a la que existe en su hábitat de origen. Es decir humedad constante y temperatura templada. Durante las primeras semanas es necesario observar la planta con regularidad para estar atentos a posibles incidencias. Para conseguir un ambiente húmedo la mejor opción consiste en colocar la maceta sobre un recipiente con agua destilada, mientras que la mejor forma de conseguir un temperatura cálida consiste en utilizar el propio calor del sol. En todo caso, si tenemos que emplear la calefacción, es fundamental incrementar el control sobre la humedad, ya que la calefacción produce mucha sequedad ambiental. Es difícil establecer de forma tajante una temperatura ideal para cultivar la Dionaea, pero puede aceptarse que, durante el verano, la Dionaea crece bien entre 18º C y 26º C durante el día y, dado que a la planta le gustan los cambios bruscos de temperatura, sería deseable que durante la noche la temperatura bajara hasta un valor comprendido entre 5º C y 10º C. |
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