El 15 de Febrero de 1889, James Pearce de 40 años, junto con su mujer, Mary Anne y su pequeña hija Daisy de tan solo tres meses, desembarcaron del vapor de bandera alemana, SS Dresden, que en su viaje inaugural, proveniente de Irlanda, traía a bordo el mayor contingente de inmigrantes irlandeses registrado en la historia. La situación del país, por ese entonces era bastante caótica. Auge y transición caracterizaban la década de los '80 en la Argentina del siglo XIX, en donde esa Nación alguna vez soñada, comenzaba a dar sus primeros pasos. Pero el estigma argentino, ya por ese entonces existía y hacía de las suyas. Corrupción, promesas que nunca se cumplían, comisiones, amiguismo, acomodo, y demás características han logrado, de alguna manera que no me explico, sobrevivir desde ese entonces hasta nuestros días. El caso del Dresden es uno más, pero especial porque de alguna manera me trajo hasta estos días. |