BIBLIA - CONFERENCIAS - DATOS DEL AUTOR - ESPIRITUALIDAD - ESPIRITUALIDAD IGNACIANA - FE Y POLÍTICA - LAICOS - MARÍA - PARÁBOLAS Y FÁBULAS - POESÍA - RELIGIOSOS - TEOLOGÍA |
|
LA PARABOLA DEL PERRO (Ediciones)
La oración sin esfuerzo por el método Assimil. Doctrina del Cura Cayetano.
-1-
Permítanme los oyentes
que reclame su atención.
Dejando la ocupación
-aunque sea por un momento-
levanten el pensamiento.
Y, escuchando mi canción
oigan con el corazón
y graben en su recuerdo
la
parábola del perro,
porque es un cuento de Dios.
Pido al Cielo que me inspire
mientras templo la guitarra.
Que a mí no me falte garra
ni me oigan cantar al ñudo.
Más de un payador no pudo
cantar lo que aquí se narra.
Y al que no lo tome en farra
le va a servir. No lo dudo.
Y también le pido al Cielo
que a mi distinguida
audiencia
le conceda fe y paciencia
para escucharme con gusto.
Y a mí, me dé el verso
justo
para alumbrar las
conciencias.
— 2—
Quiero
– para comenzar-
recordar la profecía
que por boca de Isaías
le dijo Dios a los hombres,
quejándose – y no se
asombren-
de lo que el hombre le hacía:
—3—
"¡Que los cielos me presten atención
y que la tierra pare bien la
oreja!
Porque ante el tribunal de la
creación
viene Dios mismo a presentar
su queja:
"Hijos crié. Les di una posición.
Pero salieron mal
agradecidos.
Ellos me deben todo lo que
son.....
¡y me tratan como a un
desconocido!
Cuando hasta un buey conoce a su patrón
y un burro el comedero en que
ha comido
mi pueblo desconoce a su Señor
y mis hijos me echaron al
olvido". — 4—
Oyéndolo al profeta, me recuerdo
De aquel sermón del cura
Cayetano,
basado en la
parábola del perro
y en cómo se comporta con su
amo.
Lo que aquel santo cura nos decía
parece completar la profecía
que acabo de mentar hace un
momento.
Porque al burro y el buey de aquel ejemplo,
le añade Cayetano en su
homilía,
la nueva luz de una sabiduría
que enseña la
parábola del perro
y es más propia del Nuevo
Testamento. — 5 —
"Mis
queridos hermanos – nos decía-
si queremos ser santos y
perfectos
con una sola cosa bastaría....
No está la cosa en no tener defectos,
sino en tenerle a Dios el
mismo afecto
que un cuzco fiel a su amo le
tendría.
En salirle al encuentro, cada día,
agitando la cola en su
presencia.
Y brincando, con saltos de
alegría,
rendirle honor... y gloria...
y reverencia. — 6 — Pongámonos la mano sobre el
pecho: Veamos – en materia de
alabanza y acción de gracias – si
lo que hemos hecho, pesa menos o más, en la
balanza, que lo que el can más flaco
y más maltrecho tributa a un dueño avaro,
que le alcanza las sobras de fideos, los
desechos que no le bastan a llenar la
panza. ¡Díganmé – hermanos míos
- ¿Si hay derecho?! ¡Si sólo con pensarlo, me
entristezco! ¡Parece cosa que no tiene
nombre! Y corríjanme ustedes si le
erro: ¿No es verdad que, con
Dios, se porta el hombre, a menudo, peor que lo que un
perro? —
7 — Él nos da de comer. Nos
alimenta. Él nos permite hacerle
compañía. Por Él, tiene sentido la
existencia y no andamos perdidos por la
vida. Sin Él, el hombre es perro
vagabundo. La viva imagen de la
desventura. Perdido por las calles de
este mundo escarba su comida en la
basura.
— 8 — ¡Por Dios! ¡Por Dios! –
hermanos- ¡no seamos una raza de perros
malnacidos! Que no menean la cola ante
su amo o le gruñen. ¡Como a un
desconocido! Un
perro debe al amo la comida.
¿Y nosotros a Dios? ¡No sólo
eso!
Sino ¡Todo! Empezando por la
vida,
salud y amor, trabajo... ¡hasta
los pesos! ¡Pero
a cuántos se le hace cuesta arriba
venir a demostrarle su
contento!
Cuántos gruñen a Dios
porque: " los priva..."
¡Cuántos lo avanzan si les
toca un hueso! ¿Así
se trata a Dios? ¡Ya no hay respeto! — 9— A un perro que tengamos...
Al mejor: ¿le perdonamos que nos mate
ovejas? ¿y si nos muerde al
hijo?... ¿o al peón? Pues nosotros, con Dios, ¿no
hicimos peor? ¡Y no ligamos ni un tirón
de orejas! ¿Se puede hacer con Dios,
lo que hace el cerdo al que el dueño la llena la
batea y él – después que se
harta – la patea y luego: "¡si te he
visto no me acuerdo!"? Así hacemos – hermanos
– así somos, si por los beneficios
recibidos - si cada vez que Dios nos
rascó el lomo - no nos supimos dar por
aludidos o hasta -¡pudo pasar! –
lo hemos mordido. —
10 — Precisamente cuanto más
decaen la piedad y la fe del Hombre de Hoy... Cuando uno ve que tantos
buenos caen a adorar de rodillas la Onza Troy.... ya que los perros – fieles
y leales – entre tantos infieles
sobresalen yo los tomo de ejemplo. Y se
los doy. —
11 — Cuando quise saber cómo hay
que orar, recurrí en vano a libros y
teorías. Miré a mi perro. Y éste
– sin hablar – me enseñó, con su ejemplo,
lo que haría si Dios fuera mi dueño y
yo, su can. Y todo quedó claro como el
día. — 12 — ¡Cuánto
nos pueden enseñar los canes, con
su llano, modesto, humilde ejemplo, con
sinceras posturas y ademanes a
adorar al Señor sin fingimientos; a
acudir a rogarle que nos sane y
a volcar ante El los sentimientos! Si
se repara en su comportamiento, Muchos
modos de orar enseña un can que
van directo al corazón del dueño y
aquí a continuación se explicarán si a mis oyentes no los vence el sueño.
|