MI FLOR ESCARLATA
Hoy quiero decirte,
mi flor escarlata
que tengo tu nombre
grabado en el alma.
Y tu corazón
de luna y de nácar,
lo tengo escondido
junto a tu mirada,
en un relicario
de lentisco y jara.
Hoy quiero decirte,
mi flor escarlata,
que saben tus besos
a miel y manzana.
FRÍA LA MAÑANA
Fría la mañana
el cielo nublado,
y entre los magnolios
con un trino amargo,
el mirlo cantaba
triste y solitario.
Viento del poniente,
almendros nevados,
tórtolas que cruzan
los gélidos campos.
Pureza en el aire,
aromas cercanos
a tierra mojada,
a juncia y esparto.
La bruma en el valle,
la fuente llorando
bajo la penumbra
de un mal desengaño.
EL ALCÁZAR DE CÓRDOBA
El Alcázar florece
en primavera,
y entre los arrayanes
las fuentes sueñan.
Sol y fragancia,
nenúfares dormidos
sobre sus aguas.
FRAGANCIA CORDOBESA
Córdoba siempre tiene
llenas las calles,
de aromas de jazmines
y de azahares.
Y en la Mezquita,
patio de los naranjos
y agua bendita.
LLANTO EN LAS VENAS
Andalucía tiene
llanto en las venas,
porque quieren quitarle
sol y solera.
Y nadie quiere,
que paguen la injusticia
los inocentes.
NOSTALGIA
Yo tengo un pueblo blanco
como la nieve,
perfumado de rosas
y de claveles.
Y están sus patios,
desbordantes de aromas
y de geranios.
EL NAUFRAGIO
¡Qué amarga sinfonía!
La vida es naufragar constantemente.
¡Y aunque ya lo sabía!
Ahora de repente,
naufrago hacia el abismo velozmente.
PASEANDO POR LA ARENA
Paseando por la arena,
a la orilla de la mar,
vemos a los pescadores
y a sus barcas navegar.
Vemos a la luna llena,
los cormoranes pescar,
tritones entre las olas
y a las nereidas soñar.
MURALLAS LEVANTA EL VIENTO
Murallas levanta el viento
de sal en la mar rizada.
Las olas van navegando
de luna y sol coronadas.
Las olas rumor de amores,
mensajeras de esperanza.
Cartas que los marineros
no pudieron entregarlas.
Espejismo de los mares,
cristales de luna clara,
y en los abismos del tiempo
el viento pierde las alas.
No importan los sentimientos,
la vida es así de amarga.
Murallas levanta el viento
de sal en la mar rizada.
COMO CUALQUIER PEREGRINO
Yo camino hacia el poniente
como cualquier peregrino,
y siempre llevo en la frente
la señal de mi destino.
Y aunque seguir no quisiera
ese terrible sendero,
alcanzaré la frontera,
naufragará mi velero
y se hundirá mi bandera.
Y toda la fantasía
de esta amarga desventura,
se romperá cualquier día
dentro de la sepultura.
LA SINRAZÓN
Volví a la triste cuna de mi infancia,
donde la vida se me hizo esquiva,
feral, amarga, mísera y cautiva,
carente de razón y tolerancia.
Me abruma aquella angustia en la distancia,
cuando analizo la actitud pasiva,
de quienes permitían la agresiva
miseria, con desprecio y petulancia.
el hambre era un suplicio cada día.
La indigencia humillando corazones,
nobles, honrados, íntegros. ¡Qué
pena!
Cuando un hijo de hambre se moría,
pero nadie explicaba las razones.
Siento ahora dolor. ¡Vergüenza
ajena!
LA NEREIDA
Esta mañana en la mar
me he encontrado una nereida
que no sabía nadar.
La nereida. ¡Qué locura!
Como un destello de aurora
derrochando su hermosura.
Su cuerpo de sol y luna,
con reflejos de amapola
y pelo negro aceituna.
Esta mañana en la mar
el agua la acariciaba
y ella se puso a soñar.
TU EXQUISITA TERNURA
Hoy siento en mi corazón
la fragancia de tu aliento,
amortiguando el tormento
que soporto sin razón.
Me agobia esta desazón
que martiriza mi vida.
Y la única salida
que tengo de esta amargura,
es tu exquisita ternura
para que sane mi herida.
LA ÚNICA FLOR
Ya llega la primavera
derrochando sus colores,
y el aroma de las flores
con su esencia verdadera.
Y en esta estación quisiera,
manifestar lo que siento.
Un profundo desaliento
porque no tengo tu amor,
siendo la única flor
que calma mi sufrimiento.
SENTENCIA AJENA
Yo nunca sé lo que quiero,
y mi duda es tan constante,
que aunque camino adelante
nunca llegaré el primero.
Porque en la vida no espero
que a nadie importe mi pena.
Porque en la sentencia ajena,
siempre juzgan sin razón,
por eso mi corazón
sufre una dura condena.
TE SIGO QUERIENDO TODAVÍA
Te diría te quiero, pero tengo,
el corazón muy triste y desolado.
¡Qué duro es proseguir!
Cuando ya vengo,
de todos los confines rechazado.
Te hablaría de flores. ¡Qué
frescura!
Sentir su aroma ingrávido en mis
venas.
Sentir de tus caricias la ternura,
ahuyentando el rescoldo de mis penas.
Te hablaría de amor, pero mi aliento,
ha perdido la fuerza que tenía.
Solamente me queda un sentimiento.
¡Que te sigo queriendo todavía!
COMO EL CÁLIZ DE UNA FLOR
¡Qué poco dura el amor
cuando no hay entendimiento!
Se convierte en un tormento
y en un terrible dolor.
Y se apaga el resplandor
de dos almas que se amaron,
y en el camino dejaron
las huellas de su rencor.
Cuando no hay nada mejor
que acariciar con ternura,
endulzando la amargura
con paciencia y con amor.
Amar es sentir ardor
con la fuerza de un torrente,
que florece de repente
como el cáliz de una flor.
UN CORAZÓN ENJAULADO
Un corazón enjaulado
en la cárcel de la vida,
siempre sangrará la herida
que abrieron en su costado.
Herida de sangre y fuego,
un potente torbellino
que amargará su destino
y no encontrará sosiego.
¡Qué terrible penitencia!
Arrastrará noche y día,
y romperá su alegría
mientras dure su existencia.
Una existencia. ¡Qué suerte!
Pasar la vida arrastrando,
y terminarla llorando
en los brazos de la muerte.
Y al final de la jornada,
por mucho que hayas luchado,
siempre encontrará un pecado
y no agradecerte nada.
Tengo ahora el alma herida.
No escucharás mis razones
y pido que me perdones
haberte dado la vida.