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Ideólogo de la Ciencia Celeste


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Educación nueva a los niños, única alternativa para limpiar el veneno capitalista

Pensamiento Pedagógico

En el proceso de construcción de una sociedad fraterna, solidaria y sin egoísmos, la educación de los niños cumple un papel muy importante. Luego del triunfo de la revolución bolchevique, fue Antón Makarenko el pedagogo que impulsó y marco las pautas para educar al nuevo hombre en la nueva sociedad socialista que se edificaba. Luego de la segunda guerra mundial toma relevancia la obra de Vasili Sujomlinski, un maestro de escuela que forjó una pedagogía revolucionaria centrada más en el niño; su preocupación principal consiste en despertar en el niño el deseo de estudiar. La enseñanza a su juicio es imposible sin afán de autoeducación.

El presente artículo transcribe partes de su obra "Pensamiento Pedagógico" en donde se reúne fragmentos de los libros y artículos del autor.

  • ¿Qué ha sido lo principal de mi vida?. Contestó sin titubear: el amor por los niños.
  • El alfa y omega de mi fe pedagógica reside en la profunda convicción de que el hombre es tal y como la idea que tenga de la felicidad.
  • La auténtica educación comunista consiste ante todo en la preocupación por la verdadera felicidad humana, es decir por la vida puesta al servicio de unas ideas, de un ideal.
  • El hombre que educamos deben conjugarse la pureza moral, la riqueza espiritual y la perfección física.
  • Nada hay en el mundo más complejo y enjundioso que la personalidad humana. El desarrollo plena de ésta, su perfeccionamiento moral constituye la meta de la educación comunista. El camino hacia el logro de esta meta es tan complicada como el propio hombre.
  • La palabra del maestro no adquiere valor educativo sino cuando opera la fuerza del ejemplo personal de los mayores, cuando todos los demás medios de educación están impregnados de pureza moral y de nobleza.
  • ¿Qué es el proceso de enseñanza y educación?. En el existen tres sumandos: la ciencia, la maestría, el arte... En el sentido lato, la educación es un proceso multilateral de constantes enriquecimientos y renovación espiritual de educandos y educadores, proceso caracterizado por la profunda individualidad de los fenómenos: Tal o cual máxima pedagógica, cierta en este caso, es neutral en ese otro y absurda en aquel. Tal es la naturaleza de nuestra labor pedagógica.
  • Educa cada minuto de vida y en cada rincón de la tierra, cada persona con la cual una individualidad en formación entra en contacto a las veces casualmente de paso.
  • El proceso de educación se expresa en la unidad de vida espiritual del educador y los educandos, en la unidad de sus ideales, aspiraciones, pensamientos y vivencias.
  • La educación sin hacer amistad con el niño, sin conseguir la comunidad espiritual con él, se puede comparar a un deambular por las tinieblas.
  • Es menester tratar al niño como amigo y partícipe de tus ideas, vivir con él la alegría de la victoria y el dolor de la pérdida.
  • La clase de persona que vea en nosotros el adolescente es cosa que tiene significado decisivo. Debemos ser para él ejemplo de riqueza espiritual; sólo bajo esa condición tenemos derecho moral a educar.
  • La meta final de la educación comunista es la formación de un individuo cuya actividad esté en plena consonancia con las concepciones y convicciones comunistas.
  • La realidad fortalecería la convicción de que si un niño no logra recuperar la fe en el bien y la justicia, jamás podrá sentirse ser humano, jamás experimentará el sentido de la dignidad.
  • La educación, sin embargo, consiste ante todo en elaborar, en afinar en el individuo la aptitud de ser educado. Y la aptitud de ser educado es la sensibilidad del alma, la sensibilidad del corazón del alumno al matiz más sutil de la palabra del educador, a su mirada, a su gesto, a su sonrisa, a su meditación, a su silencio.
  • Al hablarles de V.I. Lenín y de sus ideas, he querido ante todo inculcar a los adolescentes la idea de servicio al pueblo. La suprema felicidad personal es luchar por algo más considerable que los intereses personales.
  • La fuente del deseo de estudiar reside en el propio carácter del trabajo mental infantil, en el colorido emocional del pensamiento, en las impresiones intelectuales. Si se agota esa fuente ningún procedimiento valdrá para obligar al niño a coger los libros.
  • No se debe privar al alumno de las alegrías de la vida espiritual. La vida espiritual del niño no es plena sino cuando vive en el mundo de los juegos, de los cuentos, de la música, de la fantasía de la creación. Sin todo esto es una flor disecada.
  • La unidad de la vida intelectual y trabajo físico no se logra sino cuando la meditación, el conocimiento del mundo se han trocado en trabajo.
  • Fuimos formando poco a poco el personal docente de nuestra escuela. Un principio presidía la elección: primero, derecho moral a enseñar y educar a los niños; segundo, laboriosidad; tercero amor a los niños, fe en que cualquier niño, por muchas dificultades que conlleve su educación, puede ser una buena persona.
  • La premisa más importante en la educación de fuertes y valerosos constructores del comunismo consiste en que las convicciones y las obras prácticas de quienes los educan sean verdaderamente revolucionarias, comunistas, de cara al futuro; en que los educadores comprendan lo esencial: la educación del individuo debe estar desde los primeros momentos de su vida consciente estrechamente enlazada con la realización de las ideas sociales.
  • No hay ni puede haber educación al margen del trabajo o sin trabajo, porque sin él, sin toda su complejidad y diversidad, no pueden educarse al hombre.
  • El trabajo y la educación laboral no son cosas que estén al lado del estudio, de la educación moral y el desarrollo del alumno. El trabajo es cosa omnipresente y omnímoda.
  • La alegría del trabajo es la belleza del vivir; al conocer esta belleza, el niño toma conciencia de su dignidad, siente el orgullo de haber vencido dificultades.
  • La suprema sabiduría pedagógica de la educación laboral consiste en afianzar en el corazón infantil la actitud del pueblo hacia el trabajo.
  • El interés en el trabajo debe consistir para los niños en la toma de conciencia de que pueden influir sobre la naturaleza.
  • La educación de la disciplina debe basarse en la disciplina del trabajo.
  • No puede haber moral comunista sin un elemental humanismo.
  • El acervo espiritual del hombre será incompleto si éste no posee los conocimientos que constituyen la base del acervo moral.
  • El trabajo es la actividad en la que se pone con mayor realce al descubierto la unidad de las fuerzas físicas y espirituales, morales, intelectuales y volitivas.
  • Las bases sociales, políticas y morales de la sociedad son determinantes para la felicidad de cada individuo. Sin embargo, la plenitud de la vida espiritual, cultural y moral determinante de esa felicidad no se logra sólo mediante la creación del bienestar material de la sociedad, sino también mediante la educación de los ideales, intereses, necesidades, inclinaciones, aptitudes y aflicciones de cada individuo.
  • Antón Makárenko subrayaba la importancia y la dificultad de la educación de la conciencia: "He comprendido que es fácil enseñar al individuo a conducirse correctamente en mi presencia, en presencia de la colectividad; lo que es difícil es enseñarle a conducirse correctamente cuando nadie lo oye ni le ve ni se entera de nada..."
  • Y la educación del espíritu consiste ante todo en saber ser dueño de sí mismo.
     

 

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