Nueva
York, junio 23, 1885
No
tengo más derecho al dirigirme a los cubanos de Nueva York, que el del más
humilde entre ellos: amar bien a la patria.
Pero
han llegado a mí rumores confusos de que en una reunión celebrada en
Clarendon Hall, el 13 de este mes, se hicieron respecto a mis actos políticos,
algunas gestiones equivocadas, debidas sin duda a exceso de celo, o a
desconocimiento involuntario de los hechos a que se referían,
Mis
compatriotas son mis dueños. Toda mi vida ha sido empleada y seguirá siéndolo,
en su bien. Les debo cuenta de todos mis actos, hasta de los más
personales: todo hombre está obligado a honrar con su conducta privada,
tanto como la pública, a su patria
En
la noche del jueves 25, desde las 7½, estaré en Clarendon Hall, para
responder a cuantos cargos se sirvan hacerme mis conciudadanos.
José
Martí
El
Avisador Cubano,
Nueva York, 24 de junio de 1885. |