Fragmentos
..... "Se por amigos de Ud. que
los son míos, lo que Ud. vale en la guerra; y vería con dolor que por
impaciencia o error de cálculos se pusiera en camino de malograrse hombre
tan útil
Hace ya unos días que recibí su
carta leída más de una vez y aunque en el mismo instante hubiera podido
responderle lo que le respondo ahora, demoré de propósito mi
contestación para reforzarle con lo que observase en consecuencia de la
reunión que acá se tuvo el 10 de octubre, y con lo que en estos mismos
días había de llegar, y ha llegado a mi noticia sobre la disposición
dominante en las distintas comarcas de nuestro país cuya actitud ha procurado
Ud. con corduras conocer."
...."Ud. es un hombre entero,
comprende la gravedad tremenda de nuestros actos y palabras, y sabe que
los sucesos históricos no pueden prepararse ni llevarse a cabo sin un
cuidado exquisito calculando con la mayor precisión posible al instante,
los resultados y los elementos. Los héroes mismos cuando llegan a su
hora, mueren abandonados, si no maldecidos por los mismos que lo
recibirían luego con honor y los acompañarían en su triunfo."
"Ud. tiene razón. El esperar,
que es en política cuando no se le debilita por la exageración, el mayor
de los talentos, nos ha dado la razón a los que parecía que no la
teníamos"
..."-¿No está demostrado ya
que un jefe puro y notable puede desembarcar en Oriente mismo, aún
después de un año de guerra, sin que se decidan a unírsele sus más
íntimos amigos y compañeros?
-¿No es verdad que de esa manera el
único modo de impedir la revolución es llevarla antes de tiempo
interrumpiendo el desarrollo espontáneo de sus elementos y caería sobre
nosotros los impacientes la culpa gravísima de haberla malogrado?
- Y sobre todo ¿está acaso tan
lejos ese desarrollo a que el instinto político aconseja esperar, para
que nos sea permitido arriesgarlo todo por no esperarlo?
Entonces, amigo mío, no llamarán a
los héroes "aventureros", sino
"redentores"(...)"
..."Todo eso quería yo que se
hiciera, y por mi parte he hecho, desde hace cuatro años, (es decir desde
el inicio del Plan Gómez-Maceo en 1884) preparando la hora que hace dos
estuvo por llegar, y alejamos con nuestros errores:-la hora que está
acercándose, pero no parece llamarnos todavía."
...."De nada quiero convencer a
Ud. ni disuadirlo; pero ¿como no he de decirle lo que palpo, lo que sé
de la Isla y lo que pienso? Hablando con Ud., yo le apuntaría
dificultades que llevado a su generosidad, no ha previsto, tanto de orden
político como personal, y en las que puede ser mortal el error: yo
compararía, con la serenidad en estas cosas necesarias, -no los peligros
que un hombre como Ud. no los cuenta, sino las probabilidades de éxito de
su plan con los obstáculos y desventajas, y con el riesgo en que podría
poner el alzamiento inmediato y definitivo de la Isla en que los
antecedentes de Ud. su pericia militar y su espíritu del bien público
pueden subir tanto de valor con las cualidades de prudencia y alta
política que en situación presente tiene Ud. ocasión de revelar"
....."¡Si yo pudiera ver a Ud.
aquí, y hablarle sobre todo lo que a ese fin, ajustando sus heroicos
deseos a los de nuestra tierra, se podría hacer, se puede hacer, es
urgente ya hacer, si hemos de servirla de un modo digno de ella! Hacer
posible la lucha próxima vale más, amigo mío, que comprometerla. Yo
presiento que llegan los días grandes, y no hago por mí más que vigilar
y estremecerme. Mostrémonos dignos de la responsabilidad temible que pesa
sobre nosotros. Que no se diga que por el interés vanidoso de la gloria,
o por cualquier otro interés, contribuimos a afligir a nuestra patria, en
el instante mismo en que íbamos a tener ocasión de salvarla. Prepárese
pero no para hoy porque no tiene el derecho de exponerse a perecer sin
fruto uno de los que con más justicia está llamado mañana a guiar.
Dígame si, después de conocer estas ideas, desea que le hable de la
forma práctica que ya van teniendo, y para la que no hay día perdido. Y
dígame si no quiere, como yo, refrenar el amor a la gloria para que en la
hora propicia sea mayor su fuerza. Es necesario elevarse a la altura de
los tiempos, y contar con ellos
Deseando vivamente recibir respuesta
suya y que ella fuese su propia persona, queda estimándole y sirviéndole
su compatriota afmo.
José Martí
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